En el arranque del último trimestre del 2023, la venta de vehículos nuevos en Perú tuvo un traspié al caer 0.9% a 14,236 unidades en octubre último frente al mismo periodo del 2022, según la Asociación Automotriz del Perú (AAP). La contracción respondió a la menor colocación del segmento de livianos; mientras que la venta de unidades pesadas creció, pero no fue suficiente. ¿Asoma un retroceso anual? El gremio y las marcan dan sus perspectivas.
De acuerdo con la AAP, la venta de vehículos livianos (automóviles, camionetas, pick up y SUV) cayó 3% a 12,664 unidades, anotando una baja por segundo mes consecutivo, debido al enfriamiento del consumo privado, el deterioro de algunos indicadores del mercado laboral y el aumento del tipo de cambio (S/ 3.79).
Por el contrario, la colocación de unidades pesadas (camiones y buses) creció 19.6% a 1,592 vehículos, apoyada por la demanda del sector minero tras el ingreso de nuevas operaciones como Quellaveco hasta el 2022.
“La venta de camiones ha podido beneficiarse de este mayor dinamismo, atenuando parcialmente la menor demanda de la construcción e industria. No obstante, este 2023 no se han puesto en marcha nuevas operaciones mineras importantes y la demanda de vehículos pesados del sector minero ha sido principalmente por renovación de flota”, comentó Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos y Estadísticas de AAP.
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Por su parte, Claudio Ortiz, gerente de Negocios de Hyundai, consideró que la contracción no solo respondió a la recesión económica y aumento del tipo de cambio, sino también a una estabilización de la demanda de vehículos livianos tras picos de pedidos.
“El crecimiento del mercado en el primer semestre estuvo más allá de lo esperado, creemos que ha habido una demanda insatisfecha del año pasado que ha quedado ya satisfecha y, en un ambiente recesivo, se ha visto el impacto”, anotó.
En tanto, Jaime Obreros, director de Marketing de Nissan Perú, recalcó que la menor venta ya no responde a un factor de oferta (bajos stocks), sino de la demanda del consumidor, afectada por la coyuntura económica y expectativas de bajo crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI).
Proyecciones a la baja
A partir de la caída del mercado general y del segmento de vehículos livianos en octubre, los crecimientos acumulados se reducen a 4.6% y 5.6%, respectivamente, frente a lo visto hasta setiembre (5.2% y 6.6%). Así, ¿se esperaría un retroceso anual?
Para Morisaki, el desempeño del mercado en noviembre y diciembre estará determinado por el comportamiento del consumo privado. En particular, estimó que el gasto de las familias y el crecimiento de los ingresos laborales se seguiría desacelerando, provocando una nueva caída en noviembre y un repunte en diciembre, por una baja base de comparación del año pasado.
“Hemos ajustado nuestro pronóstico para el segmento de vehículos livianos y esperamos que su comercialización para el cierre de año crezca entre 3.2% y 4.6%, por debajo de nuestra anterior proyección de entre 4.1% y 5.9%”, declaró, tras estimar que el avance del mercado total se desaceleraría a 3.8%, con leve sesgo a la baja.
En tanto, Ortiz confió en que el retiro de la CTS y la gratificación tenga un impacto positivo en las ventas, sobre todo, en noviembre; y Obreros afirmó que el cierre del año calendario suele traer también mayor dinamismo. Para ambos, el segmento de livianos cerrará el 2023 con crecimiento frente al 2022.
Durante el año pasado, la venta total del mercado llegó a 177,543 unidades; y en el segmento de livianos, a 159,814.
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Una mirada hacia el 2024
Consultado por las perspectivas para el 2024, Morisaki reconoció que será un año con muchos desafíos y que el éxito económico del país dependerá en buena parte de la capacidad de gestión del Gobierno. En ese sentido, consideró que ciertos factores serán claves para dar soporte a diversos sectores, incluido el automotriz.
Entre dichos factores, destacó la predictibilidad en el manejo de la política económica, generar confianza para la mejora de las expectativas empresariales y del consumidor privado, el manejo eficiente los recursos del Estado y la atención a las principales necesidades de la población.
“Inicialmente, consideramos que la economía peruana se expandiría alrededor del 2% durante el próximo año; sin embargo, en el horizonte existen algunos factores de riesgo que podrían afectar dicho pronóstico, siendo el más peligroso el impacto del Fenómeno de El Niño, el cual podría generar importantes costos económicos”, anotó.
Así, el escenario base de la AAP para la venta de vehículos livianos apunta a un crecimiento de 3.6%, mientras que, en vehículos pesados, la expansión sería de 2.8%.
Por su parte, Obreros señaló que Nissan mantiene el optimismo en Perú, más allá de los resultados coyunturales del sector, considerando factores estructurales de demanda como la baja motorización (cerca de solo cinco autos nuevos vendidos por cada 1,000 habitantes). En ese sentido, indicó que siguen renovando el portafolio en categorías de SUV y pick up, y apuestan por alternativas de financiamiento.
CLAVES
- Categorías. En octubre del 2023, las pick up son la única categoría de vehículos livianos que no cae.
- Inventarios. Quiebre de stocks vistos en la pandemia del covid-19 ya no son un problema en el mercado local.
- Crédito vehicular. Tiene una penetración de 20% o 25% en las compras del rubro, reflejando un alto potencial, destacó Nissan.
Bachiller en Comunicación Social (Universidad Nacional Mayor de San Marcos). Trabajé en radio y prensa escrita y, desde el 2013, soy redactor de la sección de Negocios del Diario Gestión.