El salario real del sector formal, aquel descontado de la inflación y que refleja la pérdida de poder de compra, cayó en los últimos cinco meses en los que lleva registro el Banco Central de Reserva (BCR).
Según el último reporte de actividad económica del banco, los ingresos reales promedio de los empleados formales tuvieron una reducción en agosto de 2% respecto a su mes par del 2021, dinámica similar desde abril. Ello a pesar que en los mismos meses se tuvo un aumento en el salario nominal (es decir, el monto que recibe por su trabajo).
Si se acota solo a aquellos trabajadores del sector privado también se expone una caída en los salarios reales desde el cuarto mes del año hasta agosto, a pesar de los aumentos en su contraparte nominal. Asimismo, esta dinámica es más pronunciada si se compara con los niveles del 2019.
Según Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), en principio, hay un fenómeno inflacionario global del que no escapa el Perú.
“Se espera que este factor sea transitorio, pues la perspectiva es que la inflación regrese a su rango meta (1%-3%) a fines del próximo año”, agregó.
La razón más estructural, señaló el economista, es la falta de recuperación del mercado laboral. Destacó que el avance en el empleo, si se toma como referencia a Lima Metropolitana (que contempla trabajadores formales e informales), ha sido en empresas más pequeñas de menos de 10 trabajadores, que son menos productivas en comparación a firmas de mayor tamaño.
Cabe indicar que el número de trabajadores en empresas de menos de 10 empleados está un 8% por arriba de lo que se tenía en el 2019. En contraste, si se observa a las empresas de más de 50 de trabajadores, el registro está 10% por debajo, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) para el trimestre de julio-setiembre en Lima Metropolitana.
“Si bien el PBI está un poco por encima de niveles prepandemia, el empleo no se ha recuperado como debería. Las empresas más grandes, que suelen ser más productivas y pagar mayores ingresos, no tienen el foco en la recuperación del empleo. Detrás de esto hay un problema de confianza para que puedan invertir y contratar”, apuntó.
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Elmer Cuba, economista y socio de Macroconsult, destacó que si bien el mercado laboral peruano ha tenido un crecimiento tanto por el lado formal como informal respecto al 2019, en ambos casos se ha dado con reducciones en salarios reales.
Por el lado formal, explicó que los menores ingresos reales se explican principalmente por la inflación. “El salario nominal ha ido un poco hacia arriba, pero la inflación, que es más de 8%, lo absorbe”, anotó.
Explicó que detrás de la rigidez en salarios nominales, está la incertidumbre que hoy persiste en el sector empresarial y que evita que se lancen planes de inversión y más contrataciones, en este caso, formales.
Sector informal es aún más nítido
En el sector informal el impacto es mucho más pronunciado respecto a la caída de salarios reales, pero hoy no se tienen los datos adecuados a diferencia de los que provee la planilla formal, dijo Macera.
“Para Lima Metropolitana, que es donde más información hay, medimos que los ingresos (reales) del sector informal son 12% menores a los que se tenían en julio del 2019. Es decir, el trabajador promedio informal compra un 12% menos de bienes respecto hace tres años”, apuntó.
En coincidencia, Cuba señaló que el ajuste hacia abajo en los ingresos reales por el lado informal ha sido más dramático, pues no solo ha tenido el impacto de la inflación, sino que su salario nominal se ha mantenido estable o caído.
“Es un segmento más débil, sin un poder sindical y peor capacidad de negociación. En un contexto de exceso de oferta laboral, no han podido aumentar su salario e, incluso, les están pagando peor”, indicó.
Perspectivas no son alentadoras
El socio de Macroconsult señaló que con un crecimiento económico de alrededor del 2% (proyección que tienen para el 2023) en los siguientes años, los salarios reales se mantendrían “planos”. Es decir, no recuperarían sus niveles de años anteriores, sobre todo en el sector informal.
Explicó que si bien la inflación va a ceder, es complicado que se pueda renegociar salarios al alza para recuperar la caída de los ingresos reales por el avance que se tuvo en el IPC, pues hay exceso de oferta laboral.
“El Perú necesita un crecimiento rápido, con tasas entre 5% y 6% en los siguientes años, para que haya una sensación de exceso de demanda (por trabajadores). Bajo este escenario, los salarios reales formales podrían recuperarse en tres años respecto a los niveles del 2019, mientras que los informales en cinco, dado que estos han caído más rápido”, apuntó.
El representante del IPE explicó que con una inversión privada que se proyecta va a caer en 3% en el 2023 (1% en el 2022), el escenario es más difícil para la creación de puestos de trabajo, y que haya, por lo tanto, más posibilidad de un aumento de los ingresos reales.
“La preocupación es que nos quedemos anclados en una tasa de informalidad bastante más alta que la que teníamos prepandemia. En años anteriores a la pandemia, para el área urbana, la tasa (de informalidad) estaba estancada alrededor de 66%, mientras que desde el año pasado estamos en niveles por encima del 70%. El riesgo es que esta sea la nueva normalidad, y en tanto no haya mejores perspectivas de la inversión, es difícil revertir la informalidad y la capacidad de consumo promedio que se tenía prepandemia”, indicó.
Factores atenuantes
Macera señaló que teniendo en cuenta que la inflación indica el crecimiento promedio de los precios de una canasta de bienes, el efecto sustitución sería un atenuante del escenario inflacionario.
“Si, por ejemplo, la papa está más cara, habrá familias que finalmente compren camotes. No todo sube igual. Es decir, es posible que la medición esté un poco sobrerrepresentada, y sea un poco más alta que la que realmente experimentan algunas personas. Hay problema, sí, pero hay un pequeño sesgo hacia arriba”, indicó.
Por su parte, Elmer Cuba señaló que el mayor volumen de empleo alivia la menor capacidad de compra de las familias vinculadas sobre todo a la actividad informal.
“Es un factor que compensa, pues por un lado la inflación reduce los ingresos, pero es posible que más miembros de la familia puedan tener algún trabajo”, indicó.
Datos
- El salario promedio nominal en el sector formal total y privado fue de S/ 2,706 y S/ 2,587, respectivamente, en agosto, según INEI.
- El empleo formal ha crecido 8.8% entre enero y agosto del 2022, respecto al mismo periodo del 2021. Con respecto al 2019, se ha tenido un incremento de 4.7%, según datos del BCR.