El número de trabajadores bajo la modalidad presencial y el teletrabajo mixto (presencial y home office) ha ido creciendo en los últimos meses en Perú -según recientes cifras del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE)-, producto del avance de la vacunación y el aumento de los aforos que ha permitido la reactivación de las actividades económicas, entre ellas, la confección de las prendas para oficina.
Así, a agosto de este año un 13% de los trabajadores formales ya realiza teletrabajo mixto. En ese mes suman, también, 142,913 trabajadores de dirección y confianza en el sector privado que están en la presencialidad y un sistema mixto, según el Boletín Mensual de Leyendo Números del MTPE publicado a inicios de noviembre.
Este retorno a la presencialidad en el mercado laboral peruano está reavivando la producción de prendas de vestir o para oficina, que sufrió un revés durante todo el 2020 y que, incluso en la campaña del Día del Padre de este año, sufrió una caída de 15% en relación a lo registrado en el 2019.
No obstante, Luis Aspíllaga, presidente del Gremio Indumentaria de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), señaló que la confección de esta línea de prendas ya se encuentra, a noviembre del 2021, en un 70% de las cifras prepandemia y espera alcanzar el mismo nivel con las ventas de fin de año.
“Por obvias razones, la gente no fue a la oficina casi todo el 2020 y la producción de estas prendas (formal) cayó y lo que se incrementó fueron buzos, pijama, ropa más holgada, que es una oferta que se va a mantener. Pero en los últimos dos meses varios fabricantes de ternos, sacos y ropa, que son parte del equipo, nos informan que ha repuntado su producción. Es un momento de oportunidad”, declaró.
Con un mercado internacional que también se abre paso a su nueva normalidad y la vuelta a la presencialidad, los envíos de prendas de vestir también están creciendo. Solo al primer trimestre, la exportación de productos de punto de algodón como los tops, bividís, bodies, poleras y enterizos sumaron 1.3 millones de unidades por un valor de US$ 11.6 millones, y las camisas de punto para hombres o niños de fibras sintéticas o artificiales, totalizaron US$ 11.1 millones.
No obstante, el precio de las prendas habría registrado un incremento de hasta 30% debido a la escasez de algunos materiales importados producto de la crisis de la cadena logística internacional, mencionó el presidente del Comité Textil de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Felipe James.
Indecopi evalúa salvaguardas
Si bien las fábricas textiles tendrán un 2021 bastante auspicioso (ver nota del 16.11.21) hay otros problemas a los que se enfrenta ¿El principal? la alta importación de prendas chinas cuya tasa de crecimiento en el 2020 fue la más alta de los últimos cuatro años.
“Durante el 2020, la importación de las prendas provenientes del Asia creció en más de 50% respecto al 2019, reemplazando a la producción nacional que está conformada principalmente por micro y pequeñas empresas, por lo que muchas de ellas, así como talleres, desaparecieron principalmente en Gamarra”, señaló James.
Reveló que el Comité Textil de la SNI se reunió hace unos días con el presidente del Indecopi, Julián Palacín, quien aseguró que iniciará una nueva investigación para imponer salvaguardas a la producción nacional.
Al respecto, el último viernes, la Autoridad de Competencia aprobó imponer derechos antidumping definitivos de US$ 2.08 por kilogramo sobre las importaciones de tejidos de ligamento tafetán, elaborados exclusivamente con fibras discontinuas de poliéster y algodón (donde el poliéster representa más del 50% en peso), crudos, blancos/blanqueados y teñido de un solo color, con un ancho de hasta 1.80 metros, y peso unitario de entre 80 gr/m2 y 130 gr/m2, originarios de la República Popular China, por un periodo de cinco años.
Según el informe del Indecopi, durante abril del 2019 y marzo del 2020, las importaciones de los tejidos tafetán mezcla originarios de China ingresaron al mercado peruano registrando un margen de dumping de 47.3%.
Y en ese sentido, “según el análisis, se han encontrado elementos que permiten concluir la existencia de una relación de causalidad entre las importaciones del tejido tafetán mezcla objeto de dumping y el deterioro observado en la situación económica de los proveedores nacionales”.