La venta de combustible tuvo una caída del 50% en los últimos meses debido al confinamiento producido por la crisis sanitaria del COVID-19. El gerente general de la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicio del Perú (Agesp), Renato Lazo Bezold, dijo a Gestión.pe que los gasoholes y, sobre todo, el Gas Natural Vehicular (GNV) fueron los más afectados.
“La caída de la venta de gasoholes se debe a que los vehículos livianos ya no recargan con frecuencia porque sus dueños se encuentran en confinamiento, explicó. Sin embargo, alertó que el GNV se encuentra en una situación más crítica.
“El GNV está sumamente afectado no solo porque hubo una reducción de volúmenes en el consumo, también porque menos vehículos han convertido su sistema. Además, hay estaciones que han dejado de venderlo porque ya no es negocio”, sostuvo. Además del problema comercial también están los administrativos dentro de los órganos de control, precisó Lazo.
“El Administrador del Sistema de Control de Carga ha impedido, en Estado de Emergencia, que los talleres y centros de prueba para los tanques de vehículos de GNV funcionen. Sin embargo, el 31 de julio desactivaron todos los vehículos que no habían renovado sus autorizaciones. Ninguno podía cargar, no porque no querían, sino porque los talleres no funcionaban”, expuso.
Añadió que han solicitado al Administrador del Sistema de Control de Carga tomar previsiones y brindar mecanismos para que los vehículos pasen las pruebas con la debida seguridad. “Aún no hay solución, se pidió que sea hasta el 31 de agosto. Estamos preocupados porque el GNV va a seguir cayendo”, enfatizó.
Lazo reconoció que el programa BonoGas vehicular es una buena iniciativa, pero no es suficiente. “El GNV es un combustible que a nivel internacional requiere que haya una política energética, pero ello no ocurre y ha impedido que este recurso pueda desarrollarse”, apuntó.
Situación de grifos
El directo también se refirió a la situación actual de algunas estaciones de servicio. Indicó que algunos se han visto obligados a reorganizarse por la caída en el consumo de los combustibles. “El GNV se está dejando de utilizar, ello generó que los grifos dejen de venderlo”, dijo.
Agregó que estas modificaciones llevan una serie de trámites que no son facilitados por el Estado. “Hay estaciones que están parcial o totalmente cerrados porque Osinergmin y otras entidades públicas no se han reactivado por completo. Ello impide que una estación reinicie sus operaciones. Hay estaciones de GNV perjudicadas porque falta una firma”, detalló.
Advirtió que esta situación ha perjudicado a los trabajadores de los grifos, un giro de negocio que beneficia a 65,000 familias. “Se necesita un poco más sensibilidad de las autoridades para entender que esta situación nos exige ser más solidarios. Las personas necesitan trabajar”, mencionó.
En cuanto a las tiendas de conveniencia, dijo que muchas se han reinventado y añadido y cambiado productos debido a la situación actual. “Hay estaciones que venden mascarillas, distribuyen sus productos vía delivery. Muchas de ellas están siendo percibidas positivamente en su comunidad”, destacó Lazo.
Movilidad del futuro
Con relación al uso de electricidad como mecanismo de propulsión, señaló que es necesario pensar en lo que necesita el Perú y observar lo que sucede en el Mundo. “En Alemania se está dando apertura a la movilidad de hidrógeno, un combustible más amigable que la electricidad. Los vehículos eléctricos necesitan electricidad quemando diésel o captando energía solar, la cual va a una batería de litio la cual es contaminante”, expresó.
“No creo que se deba ir por la energía eléctrica. Creo que vamos a pasar del gas natural brevemente a la electricidad, y después al hidrógeno. Es abundante, gratis, posiblemente sea más barato”, consideró.