El sector agrícola no revierte su caída. En lo que va del año, a mayo, registra una caída de 7.36%. El impacto de anomalías climáticas sobre esta actividad ha sido tal que ya el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) proyecta una caída en la producción de cinco de los siete principales cultivos para este año.
En el 2023, la estimación es que la producción de papa podría caer en 8%; la quinua, en -16%; la de arroz, en -2.5%; la de maíz choclo, en -6%; y la de maíz amiláceo; en -10.5%. Solo el maíz amarillo duro y la yuca crecerían.
Juan Carlos Moreyra, analista del ministerio, explicó a Gestión -en el marco de la presentación que realizó del Marco Orientador de Cultivos (MOC)- que estas proyecciones ya contemplan el golpe de las anomalías climáticas, como el ciclón Yaku, El Niño costero e incluso las sequías del cierre del 2022.
Cabe mencionar que a junio, la producción de arroz, papa, maíz amiláceo, maíz choclo y quinua cayó. Solo el maíz amarillo duro registró un incremento.
Mientras este año se alcanzarían estos resultados negativos, el Midagri prevé que para la campaña agrícola 2023 - 2024, que inició este mes y se extenderá hasta julio del 2024, las siembras tendrían un crecimiento, aunque con excepciones.
LEA TAMBIÉN: Fenómeno El Niño golpea históricamente a zona que genera 12% del PBI peruano.
Superficie agrícola a sembrar crecería
Este mes se inició oficialmente la campaña agrícola 2023-2024, que deberá concluir en julio del año entrante.
Christian Garay, director de estadística del Midagri, indicó que para la actual campaña -y en base a la Encuesta Nacional de Intenciones de Siembra (ENIS)- se proyecta un incremento de la superficie a sembrar en 6.5% o en 131,000 hectáreas adicionales, respecto a las cinco campañas agrícolas pasadas.
En general, refirió que la expectativa es que en esa campaña se siembren 2.1 millones de hectáreas con 23 cultivos transitorios, de las cuales prevén incrementos en áreas a sembrar en un 6.7% en el norte del Perú; en 6% en el centro, en 1% en el sur y 15% en el oriente.
Los factores que explican el mayor crecimiento en la superficie a sembrar, según refirió, son los precios favorables que ahora exhiben diversos productos agrarios, el incremento de la demanda, el menor costo de los fertilizantes (versus la campaña anterior), entre otros.
LEA TAMBIÉN: Por qué las normas de deforestación de la UE generan rechazo entre productores.
Reducción en algunas regiones
No obstante, debido a factores climáticos principalmente, se espera se reduzcan las áreas de siembra en cinco regiones, como Amazonas, Junín, Ica, Loreto y Puno. En esta última región, por ejemplo, se podrían reducir en 10,000 las hectáreas a cultivar.
Garay refirió que, en general, se espera una caída (en las áreas de siembra) en 10% en los principales cultivos como papa, maíz amiláceo, cebada y quinua entre diciembre y los primeros meses del 2024 (por factores climáticos) sobre todo en regiones del sur como Puno, Apurímac, Huancavelica, Ayacucho y Cusco.
Igualmente, observó, podría también haber caída de cultivos de papa en algunas regiones del centro como Junín, que son las que abastecen a mercados en Lima.
LEA TAMBIÉN: Banco de Alimentos: En el Perú se desperdician 9 millones de toneladas de comida al año.
Antecedentes: campaña 2022-2023
Según Juan Carlos Moreyra, en la campaña 2022-2023 a nivel nacional (que se extendió desde agosto 2022 hasta julio 2023), en total, se dejó de sembrar 27,800 hectáreas, lo que significó una merma de 2.2% (respecto al promedio de cinco campañas anteriores).
Solo entre enero y junio de este año, se produjo una caída de la producción agropecuaria de 3.4%, de las cuales la parte agrícola retrocedió en 4.6% en ese lapso, debido a la sequía que golpeo al país entre octubre y noviembre del 2022.
En el rubro agrícola se redujo la producción de arroz en -3.1%, de papa en -14.5%, del maíz amiláceo en -16.3%; mientras que la de maíz amarillo duro creció en 3%. Esa situación, añadió, impidió que se siembre más hectáreas de los principales cultivos afectados.
En el caso del arroz, por ejemplo, indicó que la superficie sembrada se contrajo en 2.1%, la de papa se redujo en 2.9%. Aunque creció en otros cultivos como el maíz amarillo duro (13.6%); choclo (7.8%), entre otros.
A su vez (a consecuencia de esos efectos negativos), el analista refirió que, en el periodo de enero a junio de este año, hubo un incremento en el precio mayorista del arroz en 8.7%, de la papa en 30.4%.
Igualmente, el precio mayorista del maíz amiláceo se elevó en 24.4%, del maíz choclo en 19.4%, y de la quinua en 15.8%.