Si bien el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) proyecta que la economía peruana crezca 3% en el 2024, el comportamiento de los diferentes sectores que la componen no va a ser “parejo”. El impacto del fenómeno de El Niño (FEN) y la disminución gradual de la inflación serán los principales factores que marquen la diferencia en los desempeños de los sectores más importantes de la economía peruana.
El PBI primario está compuesto por los sectores agropecuario, pesca, minería metálica, hidrocarburos y manufactura de productos primarios y representaron el 20.9% del producto total el año pasado.
Por su parte, el PBI no primario, el de mayor valor agregado, agrupa a los sectores manufactura no primaria, electricidad y agua, construcción, comercio y servicios, los cuales representaron el 79.1% de la actividad económica total en el 2022.
Según el Marco Macroeconómico Multianual 2024 - 2027, “los sectores primarios crecerían 2.0% en 2023 y se acelerarían a 4.3% en 2024, impulsados por el incremento de la oferta minera ante la mayor producción de Quellaveco y la normalización de operaciones de grandes minas de cobre”.
Agrega que los sectores agropecuario y pesca, tras ser afectados por choques climatológicos (ciclón Yaku y FEN costero vigente) en el primer semestre de este año, registrarían una recuperación progresiva a partir del actual semestre y a lo largo de 2024, en línea con la disipación de los choques de oferta.
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La parte primaria
El consenso del mercado apunta a que estas proyecciones son muy optimistas. Para Teodoro Crisólogo, economista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE), “se espera que el PBI primario modere ligeramente su crecimiento a un ritmo de 2.0% entre julio y diciembre, luego de un avance de 3.0% durante el primer semestre”.
De cara al 2024, las proyecciones podrían ser recortadas de acuerdo a la intensidad del FEN, el cual ya está afectando desproporcionadamente a los sectores agropecuario y pesca.
“Según la comisión del ENFEN, el FEN costero fuerte continuaría entre agosto y noviembre de 2023, para luego moderarse gradualmente durante el verano de 2024″, se menciona en el MMM.
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“En episodios previos, el FEN ha restado a los sectores primarios hasta ocho puntos porcentuales de crecimiento frente al desempeño del año previo”, alerta Crisólogo.
Guillermo Dulanto, profesor de economía de la Universidad de Piura, coincide: “Los que más caen con el FEN son los sectores primarios, pero también son los que se recuperan más rápido”.
Así, la mayor parte del crecimiento del sector primario de la economía dependerá del buen desempeño de la minería. De acuerdo con el MEF, este sector crecería alrededor de 7% en 2023 y 3.8% en 2024, a pesar de una caída sostenida en la inversión minera durante el 2023.
El crecimiento estaría explicado por el aporte de la producción de cobre y molibdeno de Quellaveco, así como por la normalización operativa de grandes minas que fueron afectadas por los conflictos sociales (Las Bambas y Southern-Cuajone) en 2022 e inicios de 2023, reporta el MMM.
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En cuanto a la manufactura primaria, sería indirectamente impactada por la afectación en la pesca y agricultura, pero “el inicio de operaciones de la refinería de Talara debería compensar parcialmente estos efectos”, agrega Crisólogo.
El PBI no primario
El comportamiento de los sectores no primarios de la economía dependerá principalmente de que la inflación continúe con su tendencia decreciente y la esperada reducción en la tasa de interés de referencia.
“El mayor riesgo que enfrentan los sectores no primarios es que el FEN costero provoque mayores presiones inflacionarias en el caso de algunos alimentos durante el verano del 2024, lo cual podría debilitar el crecimiento del gasto privado vinculado a consumo e inversión”, explica Crisólogo.
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El efecto de las políticas de reactivación económica aplicadas por el MEF se empezaría a sentir a partir de la segunda mitad del 2024, sostiene Dulanto. “Los resultados concretos de la política económica llegarán en el 2025, sobre todo por los temas estructurales. Tenemos una baja tasa de ahorro e inversión, esperemos que esto se recupere en el 2024 para ver resultados al 2025″, explica.
La reducción esperada en la tasa de interés de referencia mejorará las condiciones financieras para personas naturales y empresas, lo cual tiene un impacto directo en el consumo y la inversión. Esto solo será posible en la medida que el impacto del FEN no se traslade en un aumento significativo en los precios.
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Bachiller en Economía y Negocios Internacionales de la Universidad ESAN y especialista en Sostenibilidad por la Pacífico Business School. Fue analista de Sectores y Empresas y del Content Lab de Semana Económica. Actualmente es redactora senior de economía en Gestión.