
La Cuenca Amazónica, cuya jurisdicción abarca varios países de América Latina, presenta grandes oportunidades de inversión privada, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En un reciente informe, la entidad destaca al Perú como uno de los que más oportunidades de desarrollo tiene en esta área.
En su reporte “Perfil de Sinergias Público-Privadas de Activos Ambientales: el caso de la Cuenca Amazónica”, el BID señala que Perú, en comparación a otros cinco países de la región, es el segundo con más proyectos potenciales identificados, solo superado por Brasil.
El desarrollo de dichas obras sería, principalmente, bajo Asociaciones Público-Privadas (APP), atendiendo una zona que necesita con urgencia más inversión para garantizar su sostenibilidad futura.
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Los proyectos “potenciales” de Perú en la Cuenca Amazónica
El BID recuerda en su reporte que el área que estudia es la cuenca hidrográfica más grande de la tierra, comprende aproximadamente 2% de la superficie total del planeta y 40% de la superficie de América del Sur.
Su población es de, aproximadamente, 48.5 millones de personas, cuyas principales actividades económicas son la extracción de recursos naturales, minerales o forestales, la pesca, la agricultura y el turismo a pequeña escala.
Con esa dimensión, el BID identifica en su informe la capacidad de Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam, países que tienen injerencia para manejar activos ambientales en la Cuenca Amazónica.

De acuerdo con el reporte, Perú es el segundo país con más proyectos, entre existentes y potenciales, en esta área de la región (40), solo superado por Brasil (73). De ese total de proyectos, hay 13 que son considerados potenciales para nuestro país.
Todas están incluidas en la categoría de “ecoturismo o turismo de naturaleza” por el BID. La más importante, sin duda, es el Teleférico de Choquequirao.
Pero no es la única APP de este tipo identificada por el BID. Hay otros dos teleféricos reconocidos: Ahuashiyacu y Lago Sauce.
Aparte hay otros similares como el “servicio de transporte por cable y otros servicios en el Complejo Arqueológico Gran Pajatén” y el “Sistema de telecabinas en el bosque de piedras de Huayllay”, este último bajo la modalidad de Proyectos en Activos (PA).
En el caso de los proyectos existentes para Perú, la gran mayoría de ellos son contratos de administración de Áreas Naturales Protegidas (ANP). En la región, el BID identificó 154 proyectos vinculados a la Cuenca Amazónica.
Para su identificación, señala la entidad en su informe, se analizó información secundaria y se hicieron entrevistas con stakeholders claves en cada uno de los países considerados.
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Las principales amenazas al impulso APP en esta zona
El BID resalta de Perú que tiene uno de los esquemas legales para promover esta clase de proyectos en la Cuenca Amazónica más robustos. Pero los riesgos principales giran en torno a la inestabilidad política, así como deficiencias en la gestión de riesgos y monitoreo de contratos.
Ambas problemáticas son las mismas que el mismo BID ha remarcado para el caso peruano en otro informe anual que realizan: el Infrascopio, que mide la capacidad de los países de la región para promover las APP en sus jurisdicciones. En su versión más reciente, Perú quedó quinto, como informó Gestión en noviembre pasado.
Otros problemas que claramente “espantan” la inversión en la Cuenca Amazónica es la incapacidad estatal para hacer frente a las economías ilegales y otros conflictos sociales.
Al respecto, Camilo Carrillo, Associate Partner de Infraestructura de EY Perú, organización que aportó al informe del BID con la parte nacional, recalcó que hace falta decisión política para hacer frente a esas amenazas.
“Tenemos las leyes, están ya hechas, pero si se quiere que se impulsen las zonas de la Cuenca, el Estado debe garantizar que la inversión en un parque natural no será invadida por mineros ilegales. Aparte, pueden ser zonas alejadas. Ese es el riesgo”, apuntó.

Por su parte, Juan José Cárdenas, socio de Damma Legal Advisors experto en infraestructura, indicó que proyectos privados en áreas como la Cuenca Amazónica, lamentablemente, generan desconfianza en su zona de influencia.
“Aquí falta que el Estado canalice la inversión privada que puede ser útil en estos espacios. Hay alternativas para reforestar, por ejemplo. Las APP pueden encajar en ello perfectamente”, aseguró.
Cárdenas sumó a su planteamiento que la reforma a la ley APP, que de momento aguarda una nueva aprobación en el Pleno del Congreso, podría contribuir a que el Estado tenga en ProInversión una entidad que centralice las respuestas ante dichas amenazas en la promoción.
En ello, Carrillo coincidió. El experto de EY agregó que el Estado debería comprometerse a desarrollar más APP en la Cuenca Amazónica, tal como hizo hace 10 años en los sectores Salud y Educación.
“Era un tema sensible entonces y este también lo es. El informe lo remarca: falta comunicar y convencer de que no serían proyectos de privatización. Así como el Estado tiene como activos carreteras, podría tener parques naturales bien mantenidos”, refirió.
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Diferencias entre Perú y el resto de la región
Según Carrillo, Perú tiene ventajas comparativas con el resto de países analizados por el BID en su informe para volver realidad sus proyectos potenciales en la Cuenca Amazónica.
La principal es, sin duda, que cuenta con todas las habilitaciones legales para promover inversiones con apoyo privado en esta zona tan importante para el ecosistema mundial. Sin embargo, Brasil nos “gana” porque no ha dudado en utilizar sus herramientas disponibles.

Por ejemplo, ha promovido eficazmente APP en áreas verdes en zonas urbanas, similares a Central Park. Ello es posible porque existe el Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), que se encarga también de promover concesiones en ANP.
“En temas de legislación, Perú está por encima o al mismo nivel, pero Brasil con el ICMBio cuenta con una especie de ProInversión en la selva. Es impresionante”, destacó Carrillo.
Cárdenas remarcó que el Estado peruano tiene una deuda pendiente con la Amazonía en general, una responsabilidad que Brasil sí ha asumido.
“Desde la costa, la Amazonía se percibe demasiado lejos. En un país que quiere ser integrado eso no puede ser. Brasil está más avanzado porque, más allá de darle relevancia, ha tenido más ideas para desarrollar su Amazonía”, sostuvo.

Licenciado en Comunicaciones con especialidad en Periodismo por la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde escribió en el portal Somos Periodismo y la revista Impresión. Parte del equipo fundador del medio digital Sudaca. Desde 2020 cubre temas económicos, políticos y sociales.