Todos los estimados de crecimiento para el Perú apuntaban a que en el segundo semestre la economía peruana crecería a un menor ritmo que en el primera mitad del año. Y los resultados oficiales muestran que efectivamente, en el tercer trimestre del 2022, el producto bruto interno (PBI) tuvo una tasa de crecimiento menor a la lo de los trimestres previos.
Concretamente la economía redujo su ritmo de crecimiento a la mitad en el periodo julio-setiembre. La tasa de crecimiento del PBI fue de solo 1.7% en el tercer trimestre, a diferencia del 3.8% del primero y el 3.3% alcanzado en el segundo, de acuerdo con los cálculos del BCP y Credicorp. (ver gráfico)
Estos resultados se dan luego de que el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) informara que la economía tuvo un crecimiento de solo 1.66% en el mes de setiembre, manteniendo los bajos niveles registrados en julio y agosto con tasas de 1.6% y 1.74%, respectivamente.
Para el BBVA Research, que estima un avance de solo 1.6% en el tercer trimestre, dicha tasa de crecimiento trimestral será la más baja del año.
El economista principal de esta entidad, Francisco Grippa, afirmó que a diferencia de los trimestres previos, en el tercer trimestre hubo un menor avance tanto en las actividades primarias como en las no primarias.
En el caso del sector primario la producción de hidrocarburos fue uno de los que más influyó negativamente, pues pasó de tener un crecimiento de 20% en el segundo trimestre a una caída de 10% en el tercero. (ver tabla con los resultados sectoriales)
“Han habido problemas climatológicos que evitaron el embarque de combustibles, sobre todo de gas natural. Lo segundo son temas técnicos de cierre de unidades de producción también vinculados al gas natural”, refirió.
Problemas de consumo e inversión
Grippa señala que en el caso del sector no primario, el bajo resultado está vinculado a tendencias coyunturales que no se dieron en la primera mitad del año, algunas de ellas vinculadas al consumo.
En el primer semestre las tasas de interés no eran tan altas y el consumo privado crecía a tasas muy altas y lo más probable es que no continúe así en el resto del año.
A ello se suma una inversión privada que se encontraba en positivo, a pesar del pesimismo que muestran los empresarios en las encuestas del Banco Central de Reserva. “Esto se daba porque crecía mucho la autoconstrucción debido al cambio de los hábitos de consumo, como quedarse en casa a trabajar y se tenía que arreglar. Además hubo dinero para hacerlo con los retiros de AFP y CTS y si no tenía, pedía un crédito porque las tasas eran bajas. Pero ya esa situación cambió y ya no va a estar”, precisó.
Mejora hacia adelante
Con este resultado, el BCP y Credicorp estiman que la economía crecería alrededor de 2.8% al cierre del 2022. Esto porque esperan una mejora de la actividad económica en el cuarto trimestre del año, en que se crecería a una tasa de 2.4%.
En ese misma línea, según el BBVA Research, el desempeño de la actividad será algo más positivo pues refleja el ingreso en etapa operativa de Quellaveco, la continua normalización del turismo, aunque aún lejos de sus niveles prepandemia pero con tendencia a mejorar, y, en el corto plazo, un buen desempeño de la inversión pública.
En corto
Proyección. El BCP y Credicorp mantienen su proyección de que el PBI crecería entre 2% y 2.5% en el 2023, debido a un menor crecimiento del mundo, un menor precio del cobre, el agotamiento del efecto rebote poscovid-19, una inflación acumulada 2021-2023 cercana al 20% que erosiona la billetera del consumidor, la política monetaria restrictiva y la caída de inversión pública en primer año de nuevas autoridades subnacionales.