En el actual contexto, se podría hablar de una corrección a la baja en los estimados de crecimiento, aunque también hay factores como los altos precios del cobre y una pandemia más controlada, que van en favor del Producto Bruto Interno (PBI), señaló Elmer Cuba, economista y socio de Macroconsult.
Cabe resaltar que, según la última proyección del Banco Central de Reserva (BCR), se espera una desaceleración de la economía peruana, pues su crecimiento lo estima en 3.4% en el 2022.
Según Cuba, el encarecimiento en el financiamiento de corto y largo plazo, y la inflación más persistente son “fuerzas” que hacen que el crecimiento esperado para este año tenga un sesgo a la baja.
“No solo se tiene en cuenta las tasas del BCR , sino también a la Reserva Federal (Fed), pues es toda la curva de tasas de interés la que se ha movido. No solo se ha encarecido el corto plazo, sino también el mediano y largo, siendo este un efecto negativo. Por el lado de la inflación, el petróleo y granos presionados en precios son elementos adversos también. Contemplado factores negativos y positivos, se podría decir que el sesgo debería ser a la baja con un crecimiento base de 3%”, indicó.
Carlos Casas, ex viceministro de Economía, señaló que los estimados de crecimiento económico para Perú tienen un riesgo de sesgo a la baja, el cual se tendría que verificar con los resultados del primer trimestre del 2022.
“Aún es pronto para decir si efectivamente deberían reducirse los estimados, pero la perspectiva de inversión privada y economía es negativa. Esto por la inflación persistente que hace subir más las tasas de interés. Ante ello, habrían revisiones de los planes de consumo duradero e inversión de largo plazo de los agentes económicos”, afirmó.
Juan Carlos Odar, economista y director de Phase Consultores, indicó que si antes se estimaba que la economía iba a crecer entre 2% y 3%, ahora se podría tomar sobre todo la parte baja del rango.
“Lo más probable es que el crecimiento sea de 2.5% o menos. En estos días han estado revisando la perspectiva de crecimiento mundial (y de Estados Unidos) por el tema de la guerra de Rusia con Ucrania, en donde se habla de una reducción de un punto porcentual. Esto debería hacer que se revise a la baja las proyecciones de Perú en alrededor de un punto. Es posible que el crecimiento de la inversión privada del 2022, hoy en 0% según el BCR, ya se proyecte en terreno negativo”, señaló.
Impacto de la posible vacancia
Cuba mencionó que, de efectuarse la vacancia presidencial el impacto sería mínimo en la economía peruana, pues el mercado ya habría internalizado un efecto de ese tipo.
“Las expectativas empresariales están tan bajas que se espera muy poco del actual gobierno, por lo que se podría intuir que la vacancia ya está incorporada en la inversión privada y consumo. Si bien una vacancia abre un escenario de incertidumbre, se observa que los agentes están dispuestos a barajar las cartas. Además, esperan que se disipe un escenario de cambio constitucional, lo que reduce el riesgo. Un cambio de gobierno, por otro lado, podría afectar en parte a la inversión pública”, indicó.
En el mismo sentido, Odar indicó que la vacancia podría incluso tener un impacto positivo en la economía. “El mercado ha estado más calmado pues parecía haber internalizado que la propuesta extrema del cambio de constitución está descartada. No obstante, si hubiera alguna posibilidad de que Pedro Castillo salga antes del 2026, sería tomado como positivo o modestamente favorable”, manifestó.
Casas señaló que los agentes económicos lo han tomado como un escenario posible. “Es un escenario que sí generaría más ruido alrededor de quienes serían las nuevas autoridades. Si bien el impacto podría ser mínimo, igual se pueden retrasar decisiones de inversión. Además, cuando hay cambios de autoridades la inversión pública tiende a ser más lenta, pero esto sobre todo recae en los gobiernos subnacionales”, precisó.