Una “deformación” del sistema comercial en el mundo será uno de los ejes principales de este nuevo gobierno de Estados Unidos, anunció Donald Trump, quien la mañana de este lunes 20 asumió como presidente, por segunda vez y convirtiéndose en el número 47 de su historia.
“Empezaré a deformar el sistema comercial para proteger a los trabajadores y familias de Estados Unidos. Vamos a establecer aranceles e impuestos a otros países para enriquecer a nuestros ciudadanos”, expresó Trump brevemente desde el Capitolio.
Esto fue acompañado del anuncio de que se establecerá un servicio de ingresos externos “para recabar todos los impuestos y aranceles, que serán cantidades masivas y que provendrán de cuentas extranjeras”.
Como punto de partida, Carlos Casas, investigador del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico (CIUP), anotó que toda práctica comercial proteccionista termina generando problemas a la economía mundial porque la ralentiza y puede significar el inicio de una guerra comercial.
“Con el incremento de aranceles, los precios terminan aumentando. Así, los consumidores, las personas son los que se ven más afectados. Hay una disminución de crecimiento a nivel mundial”, observó.
Impacto principal en la región
Durante la campaña electoral, Trump adelantó su clara intención de elevar los aranceles a los productos/bienes que ingresen a Estados Unidos, a bien de que dicha economía se recupere ante el significativo avance de China.
“Se hablaba de un incremento de 10% de las tarifas de aranceles globales, de un 65% a las tarifas de China y más de 20% con México y Canadá”, comentó Claudia Sícoli, directora de la Carrera de Economía y Negocios Internacionales de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
Aunque en su primer mensaje como presidente, Trump no brindó mayores detalles de cómo y desde cuándo se aplicarán estos cambios, Sícoli resaltó que, de momento, las agencias norteamericanas vienen analizando la situación puntual de comercio de exterior de Estados Unidos con los diferentes países.
Dado los anuncios anteriores, Sícoli mencionó que, a nivel de América Latina, donde se observará un “roce adicional”, condiciones más severas de comercio exterior e, incluso, se prevé una “guerra comercial un poco más fuerte” es con México y Canadá.
Precisamente, durante su breve mensaje en su investidura, Trump señaló que se renovará el mandato de vehículos electrónicos para impulsar dicho sector, junto a los empleos relacionados.
“Renovaremos el mandato de vehículos eléctricos. En otras palabras, ustedes podrán comprar el auto que deseen. Fabricaremos los automóviles en Estados Unidos otra vez y a un costo que nadie, incluso, pensó que sería posible hace unos años”, señaló Trump. Al respecto, Casas indicó que este anuncio, sumado al del incremento de aranceles, golpeará de manera significativa a México, pues muchos autos se ensamblan allí.
Otro lado de los anuncios de Trump estuvo relacionado a declarar al país en una emergencia energética, en el marco del cual se intensificará la producción de petróleo.
“Voy a declarar una emergencia nacional energética. ¡Vamos a perforar, vamos a perforar! Estados Unidos será una nación de manufactura nuevamente y tendrá la mayor demanda de gas y petróleo y nosotros vamos a utilizarla. Vamos a llenar nuestras reservas estrategias y exportaremos toda nuestra energía a lo largo del mundo. Seremos una nación y este ‘oro líquido’ debajo de nuestro pies nos ayudará a serlo”, pronunció el presidente.
Precisamente, los combustibles como el petróleo y el gas están entre las principales exportaciones Canadá hacia Estados Unidos. “En la región, Canadá y México, probablemente, sean los países que se vean más afectados”, analizó Casas.
El investigador del CIUP también apuntó que, por el volumen de su economía, Brasil sería otra que podría afectarse con una revisión de los aranceles.
Foco Perú y Chancay
Casas indicó que las exportaciones de Perú a Estados Unidos representan una “pequeña porción de su consumo”. A esto se suma que, a su perspectiva, Estados Unidos siempre tiene intereses de mantener buenas relaciones con América Latina. Además, el vínculo con Perú estaría protegido por el Tratado de Libre Comercio (TLC) que se tiene.
En este último punto, Sícoli comentó que este tratado tiene 15 años de vigencia y que cualquier cambio o modificación en las tarifas debería efectuarse sobre este convenio, es decir, no serán inmediatas.
Sícoli también observó que, actualmente, la balanza comercial con Estados Unidos es deficitaria. “Consumimos más de ellos que ellos de nosotros”, apuntó. “Pero se hace cada vez más pequeño. Su tendencia dependerá, y en general con el comercio exterior, de los sectores que priorice Trump para potenciar su producción de bienes” puntualizó.
Si bien ambos especialistas coincidieron en que falta que se clarifiquen las prioridades de este gobierno norteamericano para tener un escenario completo de las principales afectaciones, anotaron que hay algunas matices.
“Uno de los principales productos que Perú exporta son agrícolas y, generalmente, la visión de Trump es de subsidiar productos. Sin un cambio de aranceles, se podría tener un aumento en la competencia en precios respecto a bienes producido en Estados Unidos”, señaló Sícoli.
En la misma línea, Casas señaló que la agroindustria podría afectarse con este nuevo gobierno de Trump. Pero esto no se replicaría con los minerales, como el oro y el cobre. “Las agroexportaciones podría impactarse porque van a defender su lado agrícola, pues genera empleo. Los metales sí se necesitan como materia prima”, agregó.
Ahora bien, sobre el puerto de Chancay, de capitales chinos, Sícoli observó que la atención que le pondrá esta administración de Trump dependerá de su dinamismo en el comercio y el traslado transpacífico.
“Chancay sí podría ser uno de los factores para que la gestión de Trump mire con mayor atención al Perú. Pero también da una posibilidad de intercambio comercial. Podría ser una situación en la que se incentive la sustitución de comercio desde china para hacerlo con Estados Unidos”, refirió la académica. “Sin embargo, habrá que ver cuál es el eje de Estados Unidos, qué va a potenciar y cómo se dará esta guerra comercial que hubo en su primer gobierno para ver si se mantienen las condiciones”, complementó.
Por último, Casas indicó que un plan más agresivo de deportación de personas podría afectar al Perú por el nivel de remesas que se registra. Alrededor del 50% de envíos de dinero que se recibe en el país provienen de Estados Unidos. Sin embargo, Trump señaló que, inicialmente, el plan contra el ingreso ilegal estará enfocado en los delincuentes.
Bachiller en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), especializado en economía, negocios, mercado laboral, políticas públicas, tributario, procesos concursales.
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