Perú fue un país acostumbrado a ver su deuda pública por debajo del 30% del producto bruno interno (PBI) por al menos 12 años, hasta que impactó la pandemia del covid-19.
Pese a que no ha logrado volver a los niveles prepandemia, en los últimos trimestres empezó a retroceder de manera continua. Sin embargo, al tercer trimestre de este año ha vuelto a subir ligeramente. Ahora, se espera que este cambio de tendencia se mantenga.
La regla fiscal vigente establece que “a partir del año 2023, la deuda bruta total del Sector Público No Financiero (SPNF) no excederá al 38% del PBI, y debe ser menor o igual a 30% del PBI en un plazo no mayor a 10 años”.
La deuda pública como porcentaje del PBI cerró el 2022 en 33.8%. Luego, disminuyó a 32.9% en el primer trimestre del 2023; y 32.2% en el segundo trimestre. En el tercer trimestre del año se incrementó a 32.7%.
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El consenso de analistas económicos apunta a un incremento de la deuda pública en el mediano plazo, antes de entrar a una trayectoria descendiente.
Por ejemplo, las estimaciones de Macroconsult apuntan a que el ratio de deuda sobre el PBI crezca hasta 34.5% al cierre del año y siga al alza en el 2024 hasta alcanzar el nivel de 35.2%. En el 2025 se situaría en 35.5% y mantendría este nivel en el 2026.
Por su parte, Thorne & Associates esperan que cierre el 2023 en 34.8% y crezca hasta 35.1% en el 2024 para luego descender a 34.7% en el 2025 y a 33.7% en el 2026.
BBVA Research más bien opina que el ratio de deuda se incrementará a 33.7% este año; 34.7%, el próximo; y continuará en una trayectoria ascendente hasta alcanzar un nivel de 36% hacia el 2028.
Hugo Perea, economista jefe de BBVA Research, comentó a Gestión que “si bien esperamos que suba en los próximos años, en un contexto de menor crecimiento y recaudación, no vemos un nivel de endeudamiento que implica una debilidad de las finanzas públicas. Pero tampoco está en línea de seguir reduciéndose hacia debajo del 30% en los próximos años”.
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Las razones
La deuda pública se incrementa como reflejo del déficit fiscal. “El déficit fiscal acumulado en los últimos 12 meses a septiembre de 2023 fue de 2.8% del PBI, superior en 0.2 puntos porcentuales al del mes anterior y mayor en 1.1 puntos porcentuales al de diciembre de 2022″, señaló el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
La regla fiscal de resultado económico establece que el déficit fiscal no debe exceder el 2.4% en el 2023 y reducirse a 2% en el 2024. Al respecto, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) indicó que la tasa de 2.8% “se moderaría y convergería a 2.4% del PBI a cierre de año ante la recuperación gradual de los ingresos fiscales y la disipación de gastos extraordinarios”.
Esta proyección es muy optimista de acuerdo con los analistas económicos. “Tenemos un escenario de déficit de 2.9% para ambos años [2023 y 2023]. Buena parte de este déficit mayor proviene de una menor proyección de los ingresos fiscales que acumula una caída importante. El ratio de ingresos como porcentaje del PBI se estabilizaría alrededor del 20% por una caída de los precios de exportación y menores valores de importación”, señala el Instituto Peruano de Economía (IPE).
Eduardo Jiménez, jefe de sistemas de información de Macroconsult, añade: “Lo que preocupa son los ingresos fiscales dado el bajo crecimiento de la economía. Hemos hecho ejercicios de crecimiento de largo plazo y nos sale 2.6%. Hacía el 2030 el crecimiento puede estar alrededor de 3% por entrada de nuevos proyectos, pero no mucho más que eso”.
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¿Por debajo de 30%?
Mientras que los gastos fiscales sigan excediendo los ingresos, la diferencia ha de ser cubierta con deuda o con activos del Gobierno. Esta situación se percibe sostenible en la medida que el mercado la encuentre justificada, como por ejemplo un incremento en el gasto para financiar las obras de reconstrucción posteriores al probable impacto del fenómeno de El Niño.
“Dado el tamaño de nuestra economía y capitales, hay espacio para tener niveles de endeudamiento similares o incluso mayores sin generar mucha presión sobre las finanzas públicas”, opina Perea.
Además, en setiembre el ministro de Economía y Finanzas, Álex Contreras, solicitó al Congreso de la República la aprobación de operaciones de administración de deuda hasta por el equivalente de US$ 10,000 millones con el objetivo de “suavizar el perfil de deuda”.
En el mediano plazo, argumenta el MEF, se continuará la trayectoria de consolidación fiscal establecida en la Ley N° 31541, según la cual el déficit fiscal alcanzará su regla de mediano plazo de 1.0% del PBI en 2026 y la deuda pública se mantendrá con una trayectoria decreciente, el cual tiene como objetivo preservar la sostenibilidad fiscal y recomponer el espacio fiscal para futuros eventos adversos.
“Tal proceso no comprometerá la recuperación y el dinamismo de la economía pues seguirá a una reducción gradual del déficit fiscal que, en concordancia con la Ley, se ubicará en 1.5% del PBI en 2025 y 1.0% del PBI en 2026 y en adelante. Asimismo, la deuda pública del país se ubicará en 31.9% del PBI en 2027, continuando por debajo del promedio de economías emergentes (76.3% del PBI) y de América Latina (69.9% del PBI)”, resalta.
Bachiller en Economía y Negocios Internacionales de la Universidad ESAN y especialista en Sostenibilidad por la Pacífico Business School. Fue analista de Sectores y Empresas y del Content Lab de Semana Económica. Actualmente es redactora senior de economía en Gestión.
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