Es común escuchar sobre el portafolio tradicional “60-40″, compuesto por 60% en acciones y 40% en renta fija, el cual es una de las soluciones más eficientes y de equilibrio riesgo-retorno para los inversionistas individuales. Este portafolio está 100% compuesto por inversiones tradicionales (Tradicionales). Por otro lado, los inversionistas institucionales, como fondos de pensiones, compañías aseguradoras, fondos soberanos, family offices, etcétera, tienen una mayor gama de clases de activos para elegir al momento de construir sus portafolios, y que son conocidas como inversiones alternativas (Alternativos).
Es importante destacar que los inversionistas individuales usualmente no tienen acceso a los Alternativos por múltiples razones entre las que se destacan el alto monto mínimo de ingreso, la poca liquidez, barreras regulatorias, complejidad, altas comisiones, y la mayor percepción de riesgo relacionada a inversiones privadas.
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El menú completo
Vale la pena aterrizar los conceptos. Los Tradicionales representan las clases de activos más convencionales como acciones que cotizan en mercados públicos (NYSE, Nasdaq, FTSE, BVL, etcétera), las cuales ofrecen potencial de crecimiento a través de la apreciación de capital y dividendos.
Además, instrumentos de deuda (Renta fija) emitidos por gobiernos o empresas en mercados públicos, generando ingresos regulares mediante intereses y amortizaciones; y efectivo y equivalentes, lo que incluye caja en bancos o activos líquidos como bonos del tesoro americano a corto plazo.
Los Alternativos son los activos no tradicionales, y a menudo ilíquidos y menos correlacionados con los mercados públicos. Aunque suelen llamarse también “mercados privados”, este término es una sobre simplificación.
Algunas de sus subclases son: Private Equity, que son inversiones en empresas privadas o compra de empresas públicas para convertirlas en privadas; Deuda Privada, con préstamos en mercados no públicos otorgados a empresas públicas o privadas; e Infraestructura, es decir, inversiones en activos y empresa que controlan activos esenciales para la sociedad.
Aunque esto no son los únicos, también entran: Hedge funds, commodities, recursos naturales, venture capital e inmobiliario.
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El cambio estructural
Las cifras muestran que hay una evolución de la asignación de clases de activos en los últimos 20 años de los siete países con mercados más grandes de fondos de pensiones (ver gráfico), en el cual se ve un cambio estructural en los portafolios de inversión con un aumento constante de las inversiones en Alternativos desde un 12.0% en 2003 al 21.0% en 2023 y una consecuente reducción de sus asignaciones a acciones.
Dado el tamaño de los portafolios de inversiones, movimientos porcentuales de tal magnitud son muy pensados en su estrategia y paulatinos en su ejecución.
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¿Por qué Alternativos?
Las principales características de los Alternativos es que son inversiones ilíquidas, con horizontes de inversión más largos, tienen retornos esperados más altos debido a las primas de iliquidez y tamaño, menor regulación, tienen una baja correlación con los Tradicionales, requieren más especialización de los gestores y suelen tener costos más altos, y operan en mercados menos competitivos dada la menor participación y elevadas barreras de entrada.
Los beneficios que da añadir Alternativos en los portafolios de inversión son: mayor diversificación debido a su baja correlación con los Tradicionales; potencial de mayores retornos; cobertura contra la inflación sobre todo en activos reales (infraestructura e inmobiliario); acceso a oportunidades únicas en mercados nicho con pocos competidores; flujos de caja estables y predecibles en activos reales con bajo riesgo de obsolescencia.
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Deuda Privada
En los últimos años, la Deuda Privada ganó popularidad, impulsada por la subida de las tasas de interés, pero esencialmente por ofrecer un perfil de riesgo-retorno distinto a otros Alternativos.
Por ejemplo, flujos de caja similares a la renta fija, pero con rendimientos más altos debido a la iliquidez y mayor riesgo; y enfoque en financiar empresas medianas que no tienen acceso a créditos bancarios y/o a la renta fija tradicional.
Hace más de 50 años, cuando surgió la industria de Alternativos, se instaló como verdad absoluta que el mercado privado era arriesgado y el mercado público era seguro. En ese momento esto era algo irrebatible, debido al número incipiente de gestores de activos, iliquidez, baja transparencia, poca historia de retornos, asimetría de información, y mayor volatilidad esperada en los retornos. Sin embargo, ¿sigue siendo cierto hoy?
La data (ver gráfico) muestra el crecimiento de los Alternativos: no es solo un cambio estructural de mayor inversión en Alternativos versus Tradicionales, sino también en como las subclases de Alternativos han evolucionado.
Si bien Private Equity es aún la subclase dominante, en los últimos años vemos la aceleración en la inversión en Deuda Privada, la cual incluso en algunos mercados se toma como una clase de activo fuera de los Alternativos.
Parece ser que los inversionistas están interiorizando que el mercado público es seguro y arriesgado, y el mercado de Alternativos también es seguro y arriesgado.
Esta reevaluación no será solo para aquellos involucrados en la gestión de Alternativos e inversionistas institucionales sino para todos, dado que todos crecimos con ideas que creímos ciertas y válidas, pero que quizá ya no lo sean.
Los Alternativos y sus subclases representan una oportunidad clave de financiamiento para empresas que buscan optimizar su estructura de capital y/o impulsar proyectos.
Un paso nuevo para Infraestructura
Por: Aaron Zambrano Cribillero, vicepresidente senior de AC Capitales
Las tasas de referencia altas hicieron que los inversionistas institucionales pongan sus ojos en la Deuda Privada y se den cuenta de los beneficios únicos que esta ofrece. Esto ayudó a su disociación como subclase de Alternativos, impulsándola a ser tomada como una Clase de Activo independiente y separándola del estigma de mayor riesgo de los Alternativos.
En AC Capitales creemos que la siguiente subclase a disociarse de los Alternativos es Infraestructura dadas sus ventajas únicas como flujos de caja estables y predecibles, capacidad de traspasar costos inflacionarios, baja correlación con mercados públicos, oportunidad de reducir brechas de servicios básicos y necesidad de infraestructura para la digitalización, descarbonización y desglobalización.
Tradicionalmente asociada con aeropuertos, puertos y carreteras, estos ejemplos representan menos del 10% de las oportunidades. Una definición más acertada de Infraestructura es todo lo que necesitamos para desenvolvernos en la vida moderna, como las necesidades tradicionales.
Pero, no toda Infraestructura es igual y tienen riesgos únicos. Este tema merece un análisis más profundo, que exploraremos en futuros artículos.
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