Los resultados de la reciente Encuesta Permanente de Empleo Nacional (EPEN), del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), correspondiente a este segundo trimestre, mostraron una lenta recuperación del mercado laboral, pero con un foco especial en la cantidad de personas en situación de desempleo.
Más de 1 millón de personas en el Perú está desempleada, es decir, que no tiene un puesto de trabajo, pero lo busca activamente, revelaron las recientes cifras. Exactamente 1 millón 31 mil personas estuvieron en condición de desocupadas entre julio 2023 - junio 2024, lo que significó un aumento de 16.7% respecto a similar periodo anterior.
Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores, explicó que este panorama puede entenderse de dos maneras distintas, a partir de un mayor ánimo de las personas por buscar trabajo o el reflejo de un mercado laboral contraído.
“Se puede ver como que hay un grupo grande de personas que, en su momento, ante un difícil panorama laboral salieron y ahora están volviendo a buscar trabajo. A esto se suma que, en este retorno, se enfrentan a una situación que no es tan positiva para insertarse al mercado laboral”, comentó Odar.
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Luis Fernando Alegría, profesor de Pacífico Business School, detalló que la oferta laboral en el país no está creciendo al mismo ritmo que las empresas demandan trabajadores, explicado en los efectos de una reciente recesión económica.
“Antes de la pandemia, la tasa de desempleo era de 3.6%. Hoy estamos en un 5.9%. Hay un cambio estructural por el impacto de la crisis sanitaria, que todavía no se ha revertido. También se observa que el empleo ha caído ligeramente (en julio 2023 - junio 2024). Entonces, el nivel de desempleo se explica, además, por las consecuencias de la recesión del 2023. La ‘recuperación’ de la economía que hemos visto en estos últimos meses demorará en contagiar al mercado laboral”, precisó.
En detalle, el reporte mostró que, a nivel urbano, el desempleo creció en más de 15.2% (127,500 más) hasta alcanzar un total de 968,500 personas. En tanto, en el ámbito rural, creció en más de 45% (19,600 más), hasta un total de 62,400 en esta condición laboral.
Sin embargo, también se observó que la tasa de desempleo urbano se encuentra en un 6.8%, mientras que en la zona rural es de 1.8%. La zona urbana agrupa en mucho mayor medida a la masa salarial.
“El nivel de desempleo en la zona urbana es de observar. Es bien alto y se condice con el hecho de que la pobreza está subiendo, justamente, por lo sensible que es el área urbana, donde se concentra el grueso de la fuerza laboral, a la recesión. Esto es consistente con que hoy la pobreza sea más urbana”, indicó Alegría.
El profesor de Pacífico Business School también destacó el hecho de que no se han recuperado los empleos adecuados registrados en la prepandemia. “Antes de la pandemia, teníamos 9.6 millones de empleos adecuados. Al segundo trimestre del 2024, se ha reducido a 8.98 millones. Es decir, el empleo adecuado está 6.1% por debajo del nivel prepandemia”, agregó Alegría.
Sectores y regiones
Paola Herrera, analista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE), indicó que esta situación de incremento del desempleo contrasta con lo que viene ocurriendo en Lima y explicó las razones.
“En Lima se está dando una recuperación del mercado laboral, pero en el resto de las regiones no se observa esto. Se explicaría, principalmente, por los efectos del año pasado, como fenómenos climáticos y conflictividad social, sobre la actividad productiva y su vínculo en el empleo. Además, una parte, porque el empleo juvenil viene cayendo de manera consecutiva en mayor medida en regiones”, comentó.
En detalle, Herrera mencionó que los empleos en el agro fueron de los que más se afectaron y están en su proceso de recuperación. Se espera que, en el tercer trimestre, se concrete la del empleo formal, considerando la agroexportación, aunque todavía con un rezago.
En esta línea, apuntó que el crecimiento del desempleo en las regiones de la zona norte se explicaría por este escenario, al igual que los incrementos en algunas de la zona sur.
Odar complementó esta idea señalando que un caso particular ocurre en Piura, por su alto nivel de informalidad.
“Ahora, en Puno, se observa que hay una dinámica de recuperación luego de un año de los conflictos sociales. De otro lado, una ciudad del norte que muestra cierta dinámica preocupante es Piura. Se observa el empleo estancado. El empleo informal alcanza a cada dos de tres personas. Hay dinámicas regionales bien diferenciadas, pero en general se refleja un mercado laboral que no se consolida”, precisó.
Bachiller en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), especializado en economía, negocios, mercado laboral, políticas públicas, tributario, procesos concursales.
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