En la víspera (miércoles 20) los grifos de Lima amanecieron con largas colas de vehículos que esperaban cargar gas licuado de petróleo (GLP). Carteles de “no hay atención” se vieron en varias estaciones de servicio, sobre todo en las más pequeñas que se abastecen de terceros. ¿La razón? El oleaje anómalo que se ha registrado en los últimos días complicó el desembarque del hidrocarburo en las plantas de almacenamiento.
De acuerdo a la Asociación de Plantas Envasadoras de Gas del Perú (Aseeg), al menos cuatro veces al año los consumidores están expuestos a un posible desabastecimiento de GLP por un efecto climático. “Suele ocurrir sobre todo en la etapa de invierno y en diciembre”, mencionó. Este año, en mayo se registró un primer desabastecimiento, en junio también hubo una alerta aunque no se concretó. Lo registrado en julio sería el tercero en lo que va del 2022.
El GLP es el segundo hidrocarburo con mayor demanda en el país, tanto a nivel vehicular como doméstico. Según Abel Camasca, gerente de Aseeg, actualmente hay ocho millones de hogares en el país que demandan un balón de GLP al mes. Antes eran diez millones pero tras la masificación del gas natural en ciudades como Lima y Callao el número se redujo.
En ese sentido, apuntó que “hacen falta cambios estructurales” para reducir las amenazas de desabastecimiento.
Asimismo, afirmó que, tras el ingreso de dos busques de 20,000 toneladas de GLP, uno en Zeta Gas y otro en Solgas, a partir de hoy jueves 21, se debería regularizar el abastecimiento en los grifos.
Gestión.pe trató de comunicarse con la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicio del Perú - Agesp para confirmar esta información pero no obtuvimos respuesta al cierre de la nota.
Capacidad de almacenamiento
En diálogo con Gestión.pe, Erick García, ex jefe de la Dirección General de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas (Minem), señaló que los oleajes anómalos no deberían ser motivo de un desabastecimiento de GLP.
Explicó que en 1994, cuando se publicó el Reglamento de la comercialización de Gas Licuado de Petróleo (Decreto Supremo 01-94-EM), se estableció que las empresas importadoras y productoras del hidrocarburo cuenten con la capacidad de almacenamiento para garantizar un stock mínimo para 15 días ante situaciones de emergencia, bajo un concepto de seguridad energética.
“Se dio un plazo para que se adapten pero las empresas privadas no lograron elevar su capacidad de inventario y el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) tampoco impuso alguna sanción por incumplimiento”, anotó. Lo que vino después fue una presión del regulador por aplazar la vigencia de la norma.
Así, desde el 2005 solo hay capacidad para cubrir hasta tres días en promedio de ventas del GLP en el país. “Restablecer los 15 días mínimos de abastecimiento es imposible hoy porque no hay más tanques de almacenamiento, no se han hecho nuevas inversiones”, salvo Petroperú que incorporó un tanque flotante pero aun así no le alcanzaría para cumplir con la normativa.
Para García, hoy ya no solo depende de la empresa privada sino del mismo gobierno por una política estatal de seguridad energética. Así, señaló que deberían destinarse recursos del Sistema de Seguridad Energética en Hidrocarburos (SISE) para adquirir e instalar nuevos tanques. Adicionalmente, continuar con la masificación del gas natural considerando que es el combustible más barato y hay reservas locales.
Camasca agregó que es necesario tener tanques de GLP en Lima, Ica y en el norte del país. Anotó que también ha quedado en stand by un proyecto de gasoducto Pisco-Lima que permita el abastecimiento oportuno de GLP. No obstante, García señaló que un ducto podría demorar tres años y una inversión alta. “Hacerlo sería matar el avance de la masificación del gas natural”, subrayó.