El derrame de petróleo originado en un terminal de la Refinería La Pampilla, operado por Repsol, ha ocasionado que más de 20 playas entre Ventanilla y Chancay- se contaminen lo que podría perjudicar, además, el desarrollo de nuevas inversiones en acuicultura, dijo el presidente del Comité para el Manejo Sustentable del Calamar Gigante del Pacífico Sur (Calamasur), Alfonso Miranda Eyzaguirre.
“En esta coyuntura quién puede invitar a un inversionista para que invierta en el turismo marino, en acuicultura o pesca, si se tiene la posibilidad de una agresión de esta naturaleza y que no se atienda de inmediato”, declaró a la Agencia Andina.
Asimismo, indicó que se estaría generando un mal precedente y una terrible imagen sobre la seguridad ambiental del Perú a los inversionistas, por la falta de respuesta eficaz por parte de los causantes (Repsol) para afrontar la situación, que incluya un plan de contingencia que se ejecute al milímetro.
En ese sentido, sugirió que el Estado tome completa rienda de la atención ambiental “y que no espere que Repsol resuelva las cosas”. “[El Estado] debe traer a los mejores especialistas del mundo y tomar esto como parte de la indemnización que debe pagar la empresa”, añadió.
Ha pasado más de una semana desde que se registró el derrame de por lo menos 6,000 barriles de crudo en las playas de Ventanilla, que luego fueron extendiéndose por la corriente hacia el norte.
Incluso, un segundo derrame fue reportado el último martes por la autoridades, aunque fue controlado al poco tiempo.
“Ello evidencia que la empresa no está preparada para este tipo de contingencias”, advirtió Miranda.