Los demócratas del Congreso de Estados Unidos no lograron acuerdo el viernes para votar sobre al ambicioso plan de US$ 3 billones con el que el presidente Joe Biden apuesta a transformar el país.
El liderazgo demócrata en la Cámara de Representantes comenzó la jornada con el objetivo de aprobar el proyecto de ley de infraestructura de US$ 1.2 billones ya adoptado por el Senado, y después enviar a la Cámara Alta otra iniciativa de gastos sociales y ambientales aún mayor, por un monto de hasta US$ 1.85 billones.
Pero al menos seis demócratas moderados se negaron a comprometerse con el paquete de asistencia social “Build Back Better” (BBB, Reconstruir mejor), argumentando que primero necesitaban ver una evaluación completa de su impacto económico por parte de la oficina de presupuesto del Congreso (CBO), que no estará disponible en al menos una semana.
Con una mayoría demócrata de solo tres votos en la Cámara de Representantes, la presidenta del cuerpo, Nancy Pelosi, se vio obligada a posponer la votación del plan BBB, la cual prometió para “antes del feriado de Acción de Gracias”, previsto para el 25 de noviembre.
“Esperábamos poder presentar ambos proyectos de ley hoy. Algunos miembros quieren más aclaraciones... de que (el proyecto de ley de gastos sociales y ambientales) está totalmente pagado y cumplimos con esa solicitud”, dijo Pelosi.
El ala izquierdista del Partido Demócrata ha advertido repetidamente que no apoyará el texto de infraestructura sin una garantía de la aprobación del plan social y ambiental.
Pelosi dijo sin embargo “esperar” que la Cámara Baja vote esta noche el plan para renovar la infraestructura del país.
“No lo sé”
Pero la bancada progresista del Congreso, de 96 miembros, ya había descartado esa posibilidad.
“Si nuestros seis colegas quieren esperar una evaluación de la CBO, estaríamos de acuerdo en darles ese tiempo, después de lo cual podemos votar ambos proyectos de ley juntos”, dijo la líder del grupo, Pramila Jayapal, en un comunicado confirmando que una votación el viernes sobre infraestructura estaba fuera de discusión.
Pelosi dedicó días a atender los múltiples puntos conflictivos, desde los precios de los medicamentos recetados hasta las disposiciones sobre inmigración.
La mañana del viernes, Biden pidió públicamente su apoyo “ahora” en un discurso televisado desde la Casa Blanca.
“Demostremos al mundo que la democracia de Estados Unidos puede impulsar a nuestro país hacia adelante”, afirmó.
Pero su llamado cayó en oídos sordos, ya que la Cámara no logró ni siquiera realizar la votación de procedimiento necesaria para que comenzara el debate.
Consultado si iba a haber una votación sobre cualquiera de los proyectos de ley el viernes, el líder de la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, adjunto de Pelosi, contestó: “No lo sé”.
Caída de popularidad
El éxito en ambos frentes sería un envión para Biden, quien hace 10 meses prometió grandes cambios a una nación devastada por la pandemia, pero ha visto caer su popularidad y esta semana quedó además debilitado por una rotunda derrota de su partido en las elecciones locales en Virginia.
Si Pelosi puede persuadir a los demócratas progresistas para que cambien de opinión y voten por el plan de infraestructura, marcaría una gran victoria para Biden, un exsenador de 78 años que suele jactarse de su capacidad de lograr acuerdos bipartidistas.
Al financiar un vasto plan de obras, la Casa Blanca dice que crearía millones de empleos bien remunerados para personas sin títulos universitarios.
El texto de infraestructura fue aprobado por el Senado por 69 votos contra 30, con el respaldo de un tercio de los senadores republicanos.
Pero se espera que la mayoría de los republicanos de la Cámara de Representantes niegue su apoyo después de que el expresidente Donald Trump amenazara con tomar represalias por ayudar a Biden a obtener una victoria política.
El “Build Back Better”, por otro lado, no tiene la aprobación del Senado y es probable que su monto se reduzca significativamente y se someta a más arduas votaciones en la Cámara Alta, incluso si avanza desde la Cámara Baja.
“No se promulgará como está. Todos deben aceptar eso”, dijo a Politico el senador demócrata de Montana, Jon Tester.