El prolongado impacto de la inflación, la lenta recuperación del empleo y la débil actividad económica continúa precarizando la calidad de vida del peruano promedio. Esta situación, en parte, ha ocasionado que el 63% de peruanos mencione que sus ingresos no le alcanzan para cubrir sus necesidades y las de su familia, de acuerdo con la última encuesta de Datum Internacional. Es decir, tres de cada cinco están en esta situación.
Si bien en marzo -tras los conflictos sociales y el impacto del ciclón Yaku y el fenómeno de El Niño costero- este porcentaje ascendía al 66% de la población, no se puede hablar de una verdadera “mejora” en el resultado puesto que el margen de error de la encuesta asciende al +/-2.8%.
Esta situación es trasversal en la mayoría de niveles socioeconómicos (NSE). Salvo en el segmento A/B (47%), en los NSE C (61%), NSE D (65%) y NSE E (63%) al menos seis de cada 10 encuestados respondió que sus ingresos no le alcanzan para cubrir necesidades.
“La gente esta viviendo endeudada, con las tarjetas “a tope”, sin ahorros porque ya se ha gastado los retiros de las AFP y la CTS. Hay una población más empobrecida a nivel general”, señala Urpi Torrado, CEO de Datum Internacional.
La data muestra también que existen marcadas diferencias entre hombres y mujeres. Solo el 28% de las mujeres reporta que sus ingresos son suficientes para cubrir las necesidades y las de su familia, frente al 45% de hombres encuestados.
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Cuando se evalúa por rango de edad, los mayores son los principalmente más afectados. El 50% de los encuestados de entre 18 y 24 años reporta que sus ingresos son insuficientes, frente al 56% de los del rango entre 25 y 34 años; 64% entre los que tienen entre 35 y 44; 77% en el grupo etario de entre 45 y 54 años; y 70% entre los mayores de 55 años.
Para Enrique Castellanos, profesor de economía de la Universidad del Pacífico (UP), estos resultados “calzan con que en el Perú el 28% de personas están en condición de pobreza, es decir no tienen para una canasta básica mínima y un 30% más que está al borde de la pobreza (vulnerables)”.
El impacto de la inflación ha sido desproporcionado entre las personas de menores recursos, particularmente la referente a alimentos y energía, puesto que representan más del 60% de la canasta básica de un hogar de pocos recursos, mientras que en un hogar más afluente, este porcentaje se reduce al 40%.
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Sin embargo, para Teodoro Crisólogo, economista senior el Instituto Peruano de Economía (IPE), ya se puede ver una reducción en la tasa de inflación. El tema es que no necesariamente las personas lo perciben de esa manera.
“En el último mes han bajado los precios de varios productos como papa, pollo, huevos limón, cebolla. Varios de esos productos se han normalizado o se están corrigiendo. El limón cayó 40% el mes pasado, similar a la cebolla. El pollo también lleva varios meses de caídas consecutivas niveles más bajos de lo registrado en el segundo trimestre del año pasado”, apunta.
Datum revela que el 77% de encuestados cree que los precios de alimentos y productos de primera necesidad siguen al alza, situación que es trasversal en todas las regiones, sobre todo en aquellas del centro (82%) y sur del país (79%).
Aún así, como reflejo de que la inflación concretamente está en su menor nivel de los últimos años (aunque aún no ingresa al rango meta del Banco Central de Reserva del Perú, entre 1% y 3%), el porcentaje de personas que contestó que los precios aún aumentan se redujo de 88% en noviembre del año pasado a 77% este mes.
Cabe recordar que en noviembre del 2022 la inflación anual era de 8.45%, mientras que en octubre cerró en 4.34%, según información del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
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Bachiller en Economía y Negocios Internacionales de la Universidad ESAN y especialista en Sostenibilidad por la Pacífico Business School. Fue analista de Sectores y Empresas y del Content Lab de Semana Económica. Actualmente es redactora senior de economía en Gestión.