Adiós relojes de oro. En tiempos de austeridad, la estatal chilena Codelco, la minera de cobre más grande del mundo, pone fin a una vieja práctica que premia con un reloj de lujo a sus empleados que cumplen tres décadas de servicio en la empresa.
La actual directiva cortó en seco recientemente una licitación para la adquisición de 451 relojes de oro, con un costo de US$ 1,500 y US$ 2,200 por pieza, para sus trabajadores más antiguos, confirmó una fuente de la empresa.
"Las cosas cambian", señaló la fuente que apuntó a la sensibilidad de la opinión pública como una de las causas que llevó a poner fin a esta tradición, instaurada décadas atrás cuando la empresa era privada y estaba dominada por capitales extranjeros.
En total, la licitación realizada por las minas de Chuquicamata y El Teniente, buscaba adquirir 371 relojes de oro de la marca Longines para hombre y 12 para mujer, así como otros 68 de una categoría un poco superior.
Sin embargo, los trabajadores afiliados a sindicatos en cuyos contratos colectivos se estipula este regalo seguirán recibiendo los rutilantes relojes de oro a los que tienen derecho, la mayoría en la casa matriz, según esta fuente.
En el 2013 hizo la última licitación de relojes de lujo, que se fueron entregando a lo largo de los cinco años siguientes.
Además de la opinión pública, la medida también busca reafirmar la política de austeridad y reducción de costos emprendida por Codelco, embarcada en un ambicioso programa de inversiones que permita reconvertir y mantener productivos sus yacimientos, que son una de las principales fuentes de ingresos del Estado chileno.
En el 2018, la estatal chilena, responsable de casi el 11% de la producción de cobre global, anunció ganancias por US$ 2,002 millones, 30.6% menos que en el 2017.