En un segundo año de pandemia del COVID-19 y camino a un tercero, la minería ha estado marcada por una serie de conflictos mineros en las regiones donde se ubican las unidades mineras.
En ese sentido, el presidente del Instituto de Ingeniero de Minas del Perú (IIMP), Víctor Gobitz, y tres exministros analizaron el desarrollo de esta industria y su horizonte hacia los próximos años.
El presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Víctor Gobitz, consideró que el sector minero no solo debe quedarse en el rol de decir que es un buen empleador, con una buena remuneración a los trabajadores, mejores condiciones de salud y de seguridad, mejores prestaciones, o que es un buen contribuyente, tiene buena relación con las comunidades y tiene un buen estándar ambiental. Según precisa, todo ello termina siendo necesario, pero no suficiente, por lo que es importante ser parte de la solución.
En ese sentido, Gobitz señaló que entre las propuestas que presenta el IIMP para este sector se encuentra la activa participación de la minería en la formulación de los planes para un desarrollo territorial concertado. También consideró la participación del sector minero en la ejecución de los proyectos de infraestructura -como las Obras por Impuestos (OxI) y en la formulación de presupuestos multianuales.
“Debemos pasar a un rol mucho más activo en el desarrollo de los planes concertados que hemos visto. Tenemos la experiencia bajo ese modelo multiactor. Y tenemos la experiencia, hace más de quince años se creó ese concepto por un periodo corto bajo un “aporte voluntario” y esa relación entre empresa minera y gobierno regional y gobierno local se dio y fue muy positiva”, dijo Gobitz en el foro “El Futuro de la Minería en el Perú Analizando la Propuesta del IIMP”.
Precio de los minerales
Por su parte, el exministro de Economía, Waldo Mendoza, señaló que el crecimiento económico, además de generar empleo, genera recaudación, y esa mayor recaudación permite el desarrollo de los programas sociales, como el programa Juntos y Pensión 65. Así mismo, dijo que no se debe subestimar a la industria minera, pues con sus US$ 60,000 millones representa el 26% PBI, contribuyendo al crecimiento económico, a la recaudación y, precisamente, puede contribuir a resolver desigualdades en el país.
Así, el también profesor de investigador de la PUCP dijo cuando sube el precio de los minerales -como viene sucediendo en los últimos meses- pasan varias cosas, siendo la primera de ellas, que la minería se hace más rentable.
“Si la rentabilidad de la minería crece en tiempos normales, la industria minera incluso pondrá en marcha las minas que no estaba produciendo porque los precios no estaban altos, por lo tanto el volumen de producción minera aumentará”, dijo.
Agregó que si el volumen de la producción minera aumenta y los precios están aumentando, las utilidades de la industria minera harán lo propio, y si es así, pagarán más Impuesto a la Renta (IR) a la Sunat, y esta recaudará más dinero, donde un 50% se orienta al Estado y la otra mitad a gobiernos regionales, municipios y universidades públicas como canon minero.
El otro efecto de los buenos precios de los minerales -señala Mendoza- es que suben los precios internacionales, con lo cual aumenta el valor de las exportaciones e ingresan más dólares al país.
“Los efectos que puede tener la minería pueden ser sumamente importante en los buenos tiempos y en los malos pasará lo contrario, pero en cualquier caso la minería es una industria que se debe preservar con todos los cuidados medioambientales. Sería un desatino no darle a este sector la importancia macroeconómica que tiene”, dijo.
Políticas nacionales
A su turno, Paola Bustamante, exministra de Desarrollo e Inclusión Social, señaló que si bien se sabe que la minería es un motor de desarrollo en el país, se ha dejado de lado las condiciones sociales y ambientales.
Indicó que el Estado ha dejado estas otras consideraciones -sobre todo la social-, en tanto las empresas están buscando generar opciones de desarrollo en el territorio a través de algunas experiencias o intervenciones para ver cuál puede traer mejores resultados.
“Pero hay un tema al que debemos de apuntar y es que el Estado debería tener una estrategia país para el desarrollo minero sostenible y sostenido, y se llegue a avanzar con la Política Nacional de Minería, que se dieron algunos pasos durante el gobierno de transición y emergencia, pero que quedó detenido y no se avanzó”, sostuvo.
Precisó que cuando uno revisa cuánto forma parte el tema minero en las políticas de Estado, no se observa una línea importante. Así, dijo que se están emitiendo las políticas nacionales en otros temas, pero no se publica la Política Nacional de Minería, “por lo tanto ahí hay un tema central que no podemos perder de vista y es rol del Estado”.
Proyectos especiales
Para Milton von Hesse, exministro de Agricultura y de Vivienda, Construcción y Saneamiento, aún existe un problema en la gestión pública, peses a los recursos generados por la minería como el canon.
Precisó que este problema se refleja en la baja ejecución y calidad de recursos, pues se gasta mucho en infraestructura y no se le pone atención a la gestión. Así, dijo que debe haber una visión de desarrollo del territorio, pero a partir de esa visión se debe construir el portafolio de proyectos que ejecutará en los próximos 4 o 6 años que justamente permita cerrar brechas.
“Pero además, debemos tener profesionales competentes para todo el ciclo de inversión, para hacer el estudio de pre-inversión, el expediente técnico, para conducir la licitación, para que no la gane una empresa pirata y que para que una vez que se construya (la obra), esa infraestructura pueda dar servicio al ciudadano”, dijo el también Director de Videnza.
De este modo, propuso realizar Proyectos Especiales de Inversión Pública (PEIP), en la que -entre otro puntos - se permite utilizar modelos contractuales modernos como la Oficina de Dirección de Proyectos (PMO, por sus siglas en inglés).