La decisión del Congreso de la República, para mitigar el impacto económico ocasionado por la inestabilidad política, el cambio climático y el contexto internacional adverso, ha propuesto un nuevo retiro de la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS). Sin embargo, hay factores que debe ser analizados para reflexionar en cuánto afecta esta medida a los trabajadores.
En 2021, el Gobierno promulgó una ley que autorizó a los trabajadores a retirar la CTS hasta el 31 de diciembre de ese año para cubrir las necesidades económicas causadas por la pandemia del COVID-19. Esta medida fue aprobada nuevamente en años posteriores, hasta el 2024. Ahora se busca extenderla hasta 2026.
Bajo esa línea, la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc) señaló a Gestión que un nuevo retiro de la CTS impactaría en la seguridad financiera del sector laboral dependiente.
“El sector bancario peruano es sólido y está preparado para manejar variaciones. Esta iniciativa impactaría sobre la seguridad financiera de los trabajadores. La CTS cumple un rol esencial como protección frente al desempleo y su libre disposición podría dejar a muchas personas desprotegidas en situaciones críticas, afectando su estabilidad financiera y la de sus familias”, expresó la entidad.
Retiro de CTS hasta 2026
El autor de esta propuesta fue el congresista Segundo Quiroz, del Bloque Magisterial, quien argumentó que se busca generar que los hogares peruanos obtengan liquidez, en medio de un escenario económico desfavorable. Por ello, se busca extender la medida hasta fines de 2026.
Sobre ello, Asbanc considera que se debería indagar en la naturaleza de la cuenta CTS, que está prevista para situaciones en la que los trabajadores dejen de percibir un ingreso fijo por desempleo.
“La CTS fue diseñada como un fondo de contingencia para proteger a los trabajadores en caso de desempleo. Contar con este respaldo permite a las personas financiar sus gastos básicos mientras buscan un nuevo empleo, reduciendo la presión de aceptar ofertas laborales inmediatas que no se alineen con sus aspiraciones o capacidades”, consideró.
La aprobación de esta medida, estará sujeta a debate en las comisiones respectivas (Economía y Trabajo), y de tener consenso ser puesta a debate en el Pleno. Finalmente, será el Ejecutivo o el Congreso por insistencia, quienes tomarán la decisión final.
“Es una propuesta inconveniente para la salud económica del país y la salud económica de las personas que están en el régimen privado. Si bien se tuvo razón en los años de la pandemia, hoy ya no. La economía está creciendo. Con este proyecto se está desnaturalizando a la CTS”, opinó Jorge González Izquierdo, profesor de economía de la Universidad del Pacífico.
¿El último retiro?
“De aprobarse en el Congreso, le pediría al gobierno que observe esa propuesta y no se promulgue. Veremos si la gestión de Dina Boluarte tiene la valentía de ponerle un alto a una medida claramente populista. Además, si es que esto sale de todas maneras, debiera ser el último retiro que se permita en el futuro. No tiene ningún sentido y debería tener un candado, para evitar que en el futuro se vuelva a aprobar una norma similar”, señala González Izquierdo.
Hasta el último día del año anterior, en base a la Ley N° 31480, los trabajadores podían retirar el 100% de su CTS. A partir del 1 de enero del 2025, la medida expiró y las cuentas volvieron a ser congeladas hasta una nueva desvinculación laboral del usuario.
“Desde su aprobación, el retiro de los fondos de la CTS ha generado una disminución en los ahorros destinados a respaldar a los trabajadores formales en caso de desempleo. Esto invita a reflexionar sobre la importancia de equilibrar el acceso a estos recursos con la necesidad de mantenerlos como un mecanismo de protección financiera”, consideró Asbanc.
Escribo sobre política, economía y afines. Periodista con nueve años de experiencia en prensa escrita, radio y televisión.
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