La cartera de las instituciones financieras especializadas (incluyendo Mibanco) en créditos a pequeñas y micro empresas viene mostrando un crecimiento sostenido. Sin embargo, hay riesgo en la calidad de la misma, según Moody’s.
“Podría haber un riesgo en el corto y mediano plazo en la calidad de cartera de las microfinancieras porque probablemente aún falte reflejar el impacto de variables macroeconómicas (en referencia a la inflación e impacto de mayores tasas), y de la mayor competencia en el segmento. Este no tiene las garantías reales y podría tender al sobreendeudamiento”, dijo Mariena Pizarro, vp senior analyst Moody´s Local.
Pizarro destacó que la pandemia ha tenido un impacto importante en la capacidad crediticia de los clientes y en los niveles de morosidad de las microfinancieras, que han aumentado ligeramente, y que en junio llegaron a 6.85% (ver gráfico).
“Si se incluye la cartera refinanciada y los pasivos realizados en los últimos doce meses, la cifra es superior al 13%, lo que refleja el deterioro que se viene mostrando en los últimos dos años”, precisó.
Asimismo, señaló que las provisiones (fondos para cubrir riesgo de crédito) en las instituciones microfinancieras aún está en niveles adecuados, por encima del 100%, si se considera la cartera atrasada y refinanciada. Sin embargo, si se tiene en cuenta la cartera crítica, que contempla a los clientes calificados como deficientes, dudosos y pérdida, el nivel de cobertura es de 94%,
“Esto refleja la poca capacidad que tienen algunas entidades para constituir provisiones voluntarias”, agregó.
La ejecutiva de Moody’s mencionó, además, que se ve una ligera tendencia creciente en el ticket o crédito promedio otorgado, lo que podría sumar también al escenario de deterioro de calidad de cartera.
“Si bien esto podría estar reflejando el debilitamiento de la moneda local y la inflación, también habría que tener cierto foco en este punto, pues podría generar un riesgo crediticio a mediano plazo”, apuntó.
Al respecto, el presidente de la Asociación de Instituciones de Microfinanzas del Perú (Asomif), Jorge Gonzales, señaló que la crisis de confianza que impacta en la inversión, y el acotado crecimiento que se espera de la economía peruana, podrían reflejarse en los ratios morosidad del segmento microfinanciero hacia adelante.
“Bajo el escenario base para Perú, cualquier negocio va a tener problemas (en el pago de sus créditos), y los indicadores (de morosidad) solo mejorarán si se puede atender el problema de confianza empresarial que tiene la economía, que influye en el empleo, salarios y, por lo tanto, en el consumo en favor del sector (microempresarial)”, indicó.
Resaltó también que la pérdida de poder adquisitivo, debido a la inflación, resta demanda a una parte de los microempresarios, pues se prioriza sobre todo el consumo básico.
“Esta suma de factores posiblemente se reflejen en complicaciones de los clientes (microempresarios) respecto a sus flujos de ingresos. Por ahora, el ratio de mora no es complicado por la solidez de las instituciones microfinancieras, pero se debe evitar un mayor deterioro”, indicó.
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Joel Siancas, presidente de la Caja Sullana, explicó que, hacia fines de año, la calidad de cartera del sector de microfinanzas sí se vería deteriorada, pero no en niveles que signifiquen una situación alarmante. “Se esperaría que el ratio aumente en 1 o 2 puntos porcentuales más”, precisó.
Mencionó, además, que se espera que la campaña de Navidad dé soporte a las actividades del sector, pues ahora las restricciones son mínimas para el control de covid-19, y también se contaría aún con la liquidez de los retiros de CTS y AFP.
Para el 2023, sin embargo, señaló que el riesgo (para la cartera de créditos) vendría por el lado del impacto de la inflación, si no está efectivamente controlada y convergiendo a su meta (1% y 3%).
“Algo que también preocupa para el próximo año es la dinámica de inversión, que influye en el consumo. Esperamos un comienzo débil tanto para la colocación de créditos como las ventas de los microempresarios en el 2023”
Tasas activas no subirían más
Mariena Pizarro, de Moody’s, señaló que las tasas activas o de préstamos de las instituciones microfinancieras no subirían más y que más bien se contraerían debido a la competencia que hay por los “buenos clientes”.
“Las instituciones están buscando a los clientes de mejor calidad crediticia para no afectar su calidad de cartera y provisiones. Esto significa que el ligero aumento en los spreads financieros (diferencia entre tasas activas y pasivas) que ha visto el sector en el primer semestre no será sostenible, sino más bien temporal, pues aún no refleja la mayor competencia en tasas”, indicó.
Datos
- La cajas municipales representan el 57% de la cartera de crédito del segmento de microfinanzas, según Moody’s.
- Las empresas de microfinanzas colocan solo el 25% de sus créditos en Lima, mientras que la banca un 80%, según Moody’s.
- Moody’s espera una contracción de la inversión privada en el 2023.