Durante la presentación del informe Situación Perú, a cargo del BBVA Research, los “reflectores” se posicionaron sobre el impacto de la criminalidad en la economía del país. Si bien la proyección de crecimiento para este 2025 pasó del 2.7% al 3.1%, la situación de inseguridad hace temblar -en el ámbito económico- a las cifras.
La entidad identificó este flagelo como uno de los tres riesgos locales en la búsqueda del desarrollo. Las otras contingencias están relacionadas con la recuperación de Petroperú y con el resultado electoral (y la campaña preelectoral).
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Hugo Perea, quien encabeza el BBVA Research, precisó que el costo de la criminalidad equivale al 3.1% del Producto Bruto Interno. Adelantó que el grupo financiero aún se encuentra elaborando un estudio con datos puntuales sobre esta problemática.
Fue enfático al mencionar que el porcentaje identificado “lo pagan” el Gobierno peruano, las empresas y las familias.
El Poder Ejecutivo declaró el estado de emergencia por 60 días calendario en el distrito de La Victoria y en algunos distritos de el Callao. (Foto: Andina)
Perú de cara a las elecciones 2026
Hugo Perea también habló sobre la parte política del país. “Por el lado político, las preguntas que siempre nos hace es qué tan probable es el aumento de la conflictividad social. [...] Vemos que esto es poco probable, aunque no es descartable porque no hay liderazgo, hay agendas dispersas”, sostuvo.
Se refirió también al fin del mandato de Dina Boluarte y consideró que sí culminaría en el 2026, año en el que la estimación del crecimiento se ubica en 2.7%. “Saber quién podría ganar las elecciones es algo prematuro. Según lo que muestran las encuestas, 40% de los encuestados señala estar indeciso, voto en blanco, no saben, no opinan. Es una proporción muy alta”, manifestó.
Ante ese escenario, recordó que el electorado se inclinará hacia algún candidato que represente mano dura y que enfrente la criminalidad.
Observó, no obstante, que la representación será difícil ante más de 40 partidos políticos inscritos con más de 40 posibles candidatos. “Permite anticipar que el Congreso de la República del 2026 será muy fragmentado y eso va a implicar un Ejecutivo con poca plataforma política para eventualmente implementar, por ejemplo, reformas económicas”, opinó.
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La inversión y la criminalidad
Pese a que en el 2026 —y ya desde el 2025— habrá una mayor incertidumbre debido al proceso electoral, hay expectativas de que algunos proyectos de inversión salgan adelante. En detalle, se incrementarán montos y se adelantarán flujos en algunas obras mineras y de infraestructura (sobre todo vinculada con educación y transporte).
En este año, son tres las principales megaobras identificadas. La primera es el proyecto minero Tía María, cuyo monto a invertir se actualizó a US$ 1,800 millones; la segunda es el proyecto Escuelas del Bicentenario, cuya inversión prevista se elevó recientemente a US$ 1,550 millones.
Por último, conforma la lista la Línea 2 del Metro de Lima. A propósito de esta construcción, se ha aprobado el Estudio Definitivo de Ingeniería para la Estación Central, lo que representa “un destrabe importante”.
No obstante, hay dudas cuando se habla de la inversión residencial. “Por supuesto que la mayor incidencia de la criminalidad puede detener este tipo de iniciativa, sea en Lima o en provincia. Tanto desde el punto de vista del desarrollador inmobiliario, quien puede sufrir el tema de extorsión, como desde el punto de vista de la familia, que encontrará inseguras ciertas zonas”, recalcó Perea.
La construcción dinamizaría la economía en el 2025 y el 2026. (Foto: Andina)
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