El primer día de #CADEejecutivos, evento organizado por IPAE Asociación Empresarial, presentó la sesión “¿Cómo llegamos a esta encrucijada nacional?”, que tuvo como expositores a Rolando Arellano, presidente del Directorio de Arellano consultoría para crecer; y Carlos Contreras, profesor del departamento de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
La sesión, que tuvo la conducción a cargo de Norma Correa, antropóloga, profesora e investigadora de la Pontificia Universidad Católica del Perú, propicio que los panelistas compartieran sus apreciaciones sobre la situación del Perú actualmente.
La sesión comenzó con la presentación de Carlos Contreras, quien compartió una lectura completa sobre la economía a lo largo de la historia peruana. Para el profesor, uno de los mejores momentos es el que Jorge Basadre denominó la “República Aristocrática”, época en donde se logró diversificar exportaciones, se consolidaron las regiones, el Estado mejoró sus ingresos y se pudo resolver la exclusión de la población rural e indígena de la vida política.
Sin embargo, a partir de la década de 1930 surgieron graves crisis nacionales que se mantuvieron incluso hasta 1980. Es a partir de la década de 1990 que surge un giro hacia una economía liberal basada en las exportaciones y en la libertad de precios, inversión y tasas financieras.
Carlos Contreras afirmó que desde entonces “hemos tenido 25 años de crecimiento económico que han permitido mejorar la situación de los peruanos y es una mejora que debemos cuidar. Creo que la crisis política, económica que vivimos sin duda se debe a la pandemia, pero en una perspectiva de largo plazo, tiene que ver con la frustración, sobre todo de la nueva generación, de sus proyectos personales y sociales”.
Asimismo, tal cual señaló el expositor, en la #RUTAPERÚ Impacto del Intervencionismo: Pérdida de Productividad, Capital e Ingresos se puede conocer como el modelo económico debe buscar el bienestar de los peruanos. La historia del Perú muestra lo nefastas que fueron en el bienestar de los peruanos la intervención del Estado en la actividad empresarial, así como la falta de autonomía del BCR. Informémonos sobre los resultados del intervencionismo en el Perú, y evitemos que la historia se repita, en perjuicio del bienestar de los peruanos.
Por su lado, Rolando Arellano compartió también una breve reflexión sobre la historia económica del país. “Durante los primeros 150 años de la independencia los cambios han sido relativamente pequeños en cuanto a estructura económica y social. Esto cambia en 1970 cuando se juntan problemas como la Reforma Agraria, la hiperinflación y el terrorismo que empobrecieron a los peruanos”, señaló.
Como señaló en su ponencia, esto generó una inmensa migración que configura al país como uno fundamentalmente urbano, lo que implicó muchos riesgos para el Estado. Sin embargo, a partir de la década del 90, surge un “milagro social” donde comenzó un crecimiento sólido, así como disminuyó la pobreza y desigualdad.
Para el experto, el desarrollo en las últimas décadas se explica con el aumento de las empresas registradas en el país. “El Perú tiene una empresa por cada 12 habitantes, la tasa más alta del mundo. Si se incluye el sector informal sería una empresa por cada 5 habitantes. Debemos reconocer que somos el país más empresario del mundo y con mayor sentimiento empresarial”, declaró.
Finalmente, la sesión concluyó con la participación de Norma Correa quien invitó a los panelistas a dar sus reflexiones finales sobre los elementos que debe priorizar el empresariado para el debate nacional. Al respecto, Carlos Contreras consideró que se debe tomar en cuenta las expectativas de las personas.
“La economía debe servir para el bienestar y para ello debe entenderse la aspiración de las personas. El empresariado debe entenderlas para ver el tipo de inversión que se necesita”. Por su lado, Rolando Arellano señaló que el primer paso es el reconocimiento. “Debemos reconocernos como empresarios para luego empezar a colaborar entre todos y hablar de cadenas productivas y progreso”, concluyó.
Salir de esta encrucijada no tomará ni uno ni dos ni cinco años. Se trata de un problema histórico que debe enfrentarse a lo largo de los próximos gobiernos. Lo que se necesita es una Política Social Efectiva de cierre de brechas, tal como la define IPAE Asociación Empresarial, en sus Principios de Política Social Efectiva, que tenga una visión a largo plazo, trascienda a las autoridades actuales y se convierta en una política de Estado.
Servicios públicos como la educación y salud -indispensables para que todos los peruanos puedan llevar a cabo su proyecto de vida- deben llegar de manera eficaz a todo el territorio nacional. Solo así podremos contar con un país equitativo, competitivo y próspero para todos los peruanos.