El aumento del consumo depende del precio, los incentivos para comprar, y una variable que escapa del análisis macroeconómico: las preferencias. De las tres condiciones para incentivar el consumo, existen dos que ya están encaminadas. La elevada inflación registrada el año pasado ya prácticamente retornó al rango meta del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) (entre 1% y 3%). Además, el menor costo de los créditos (por algunos ajustes a la baja de la tasa de referencia) es un incentivo.
Por ello, el segundo trimestre del año, los hogares podrían tener una mejor disposición del gasto. Sumado a esto, el BCRP en su último Reporte de Inflación informó que “el empleo formal a nivel nacional mostró una ligera aceleración de su tasa de crecimiento en diciembre”. Esto también podría dar luces de una mejora en el poder adquisitivo de los hogares.
Para Vanessa Belapatiño, Economista Senior del BBVA Research, estas variables “duras” ya están consolidadas. Lo que podría mover las agujas son las expectativas, que juegan un papel fundamental como indicador del consumo, dado que es una variable altamente fluctuante. “Aunque la confianza del consumidor ha crecido, aún no ha alcanzado niveles óptimos”, menciona.
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La confianza del consumidor, medida a través de la expectativa de los agentes sobre su situación económica familiar futura, se recuperó en diciembre, pasando al tramo optimista y, aunque en enero retrocedió ligeramente, en febrero el índice llegó a 63, superando lo registrado en todo el 2023.
“Creemos que el consumo en el segundo trimestre -si se mantienen las condiciones que estamos observando actualmente- podría experimentar un crecimiento significativo en comparación con el primer trimestre”, prevé Belapatiño.
Cabe recordar que el BBVA Research ha trazado su proyección de consumo para este año en 2.4%, mientras que la estimación del BCRP está en 2.7%.
Los sectores que crecerán
En el 2023, la pérdida de poder adquisitivo de las familias debido al aumento de los precios de los alimentos, redujo la actividad en sectores como la manufactura no primaria, el comercio, la construcción y los servicios. Según el BCRP, esta vez estos sectores se verían beneficiados por la dinamización del consumo.
En 2019 emporio de Gamarra, que representa el 50% de la industria textilera del Perú, tenía un volumen de facturación de aproximadamente S/ 7,000 millones anuales y hasta la fecha apenas alcanza los S/3,500 millones.
Para este año, los empresarios esperan un aumento del 10%. Susana Saldaña, presidenta de la Asociación de Empresarios de Gamarra estima que la campaña del Día de la Madre será mejor que la del 2023, esperando que las ventas contribuyan al acercamiento de los niveles prepandémicos.
“Si bien esperamos un mejor rendimiento este año motivados por la campaña otoño-invierno, no vemos medidas concretas del Gobierno central que ayuden al sector para salir de la recesión económica. Los empresarios creemos que todavía que no hay bases sólidas para hablar de crecimiento”, advierte.
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La Asociación de Importadores Medianos del Perú (AIMP), Roberto Díaz indica que los precios de importación han subido ligeramente en algunos productos. Sin embargo, los comerciantes de Mesa Redonda están apelando a la creatividad de los productos para contrarrestar la variabilidad de precios. “Aunque el precio esté alto, la gente compra porque son novedosos, nos hemos enfocado en conocer las preferencias de nuestros clientes para que no dejen de comprarnos”, detalla.
El sector de manufactura no primaria ha experimentado una tendencia preocupante en los últimos seis meses, registrando una caída constante en su desempeño. Sin embargo, el último mes ha logrado un crecimiento del 1.5%. Este repunte se atribuye principalmente al aumento en la producción de bienes de consumo. Lo importantes es que el sector estima que esta tendencia continúe en alza, motivado por las mejores condiciones macroeconómicas antes mencionadas.
“Es importante destacar que los bienes de consumo enfrentaron un desafiante año en 2023, con una caída del 7.4% en su producción, la tendencia parece mantenerse en los meses siguientes”, remarca Antonio Castillo, gerente general de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI). Este resurgimiento en la demanda de bienes de consumo sugiere una recuperación gradual en el poder adquisitivo de los consumidores y una mayor confianza en el mercado.
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Subeditora de Economía. Licenciada en Economía (Esan), con estudios de maestría en Ciencia Política y Relaciones Internacionales (PUCP). Tengo siete años analizando la coyuntura y economía nacional.
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