
Las expectativas empresariales del sector de construcción se deterioraron en julio, manteniéndose pesimistas en el corto plazo, reportó el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
No solo bajaron las expectativas de cómo irá el sector en los próximos tres meses, sino que también retrocedieron sus previsiones relacionadas a demanda, inversión y generación de empleo.
En detalle, la demanda esperada a tres meses en construcción retrocedió a 42.9 puntos, desde 50 en junio. En tanto, la inversión esperada también cayó, pasando de 46.2 a 40 puntos, mientras que el empleo proyectado sufrió la mayor caída, de 57.1 a apenas 36.7 puntos, reflejando un freno en el sector.
Guido Valdivia, vicepresidente ejecutivo de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), explicó que uno de los factores que explican este comportamiento es la proximidad del periodo electoral.
“En el primer semestre, la inversión y la producción en el sector han crecido a niveles bastante importantes, pero conforme se acerca el periodo electoral estas expectativas de inversión, de producción y de empleo podrían, en este segundo semestre, tener un desempeño no tan positivo, se empiezan a moderar”, comentó a Gestión.
Pese a esto, Capeco mantiene su proyección para el sector construcción, estimando que podría crecer entre 4% y 5% al cierre de 2025, superando las expectativas del BCRP y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

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Menores recursos a la ANIN son otro golpe
Otro factor que advierte Capeco son los problemas de presupuesto de la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN). Esto implican demoras en pagos y posibles impactos en grandes proyectos, lo que genera preocupación entre las empresas del sector.
Como se recuerda, recientemente, los gremios vienen reportando que la limitada asignación de recursos a la ANIN viene generando la paralización de obras públicas e, incluso, podría generar una perdida mayor a los S/ 200 millones.
“Antes de esta paralización han habido demoras en los pagos de las obras que estaban en camino. Por lo menos en aquellas empresas que están trabajando estos grandes proyectos, que tienen un impacto importante en la actividad de obra pública, se puede estar sintiendo una preocupación porque el ritmo de avance de obras no se va a mantener”, explicó.
Valdivia añadió que llama la atención que esto suceda con la ANIN teniendo en cuenta que es una entidad que se creó para evitar estos problemas habituales en las obras públicas.
Además de la suspensión de 24 proyectos bajo la ANIN, que agravaría la situación si no se encuentra una pronta solución, César Candela, director ejecutivo de la Sociedad Nacional de Construcción e Infraestructura (SNCI), consideró que el deterioro en las expectativas de inversión y empleo a corto plazo podría atribuirse a los cambios en el marco normativo para la construcción pública.
“La adaptación de la nueva ley (la Ley General de Contrataciones Públicas) podría estar retrasando la ejecución célere de presupuesto público. Toda adaptación a un cambio de marco normativo implica una especie de contracción, por eso se había recomendado que la norma entre en vigencia a los seis meses de la publicación del reglamento”, señaló.
Lo positivo para el sector, indicó, es que hay contratos suscritos por casi US$ 10,000 millones en el marco de Asociaciones Público-Privadas (APP), Proyectos en Activos (PA) y Obras por Impuestos (OxI), que ya están en plena ejecución y “de hecho, la expectativa es duplicar esos contratos, con lo cual se va a continuar con una ejecución de obras en infraestructura bastante importante”.
¿Cómo va la inversión inmobiliaria?
El rubro inmobiliario sería el que estaría sosteniendo el sector, señaló Jose Espantoso, presidente de la Confederación de Desarrolladores Inmobiliarios del Perú (CODIP).
Al primer semestre, el índice de absorción, que mide la venta sobre el total de stock de viviendas, ha mejorado de un 3.8% a un 4.4% ante una mayor demanda.
“Hay una gran demanda que se explica porque estamos en un momento donde las tasas de interés se están manteniendo por debajo todavía del 8% y que son variables fundamentales para para el dinamismo del sector inmobiliario. Entonces, lejos del parámetro de construcción, si no estuviera la parte inmobiliaria, la data sería peor”, comentó.
A pesar de la proximidad de un año electoral, las expectativas del sector inmobiliario en inversión se mantienen. Incluso, para el cierre del año, este rubro espera crecer entre un 3% y un 5%, generando un aumento a aproximadamente 290,000 empleos.
En ese sentido, Espantoso afirmó que, por el momento, la incertidumbre no está generando ninguna reprogramación de proyectos inmobiliarios.
“Si bien ya se comienza a hablar de un año electoral, las expectativas siguen firmes. Lo que vemos es que el comportamiento del segundo semestre va a ser muy parecido al primer semestre, va a crecer de una manera importante. En general la compra y la aprobación de proyectos, así como las ventas para empezar a construir se sigue dando, el animo para invertir está intacto”, sostuvo.
¿Cuál es la expectativa para el 2026?
Pese al evidente deterioro que vienen mostrando las perspectivas de construcción para los últimos meses, las expectativas a 12 meses -es decir, lo que se espera para julio del 2026- muestran un ánimo más optimista.
Esto implicaría que aunque las empresas del sector anticipan una contracción entre agosto y octubre, mantienen la expectativa de una recuperación paulatina hacia el próximo año.
Sin embargo, Valdivia recordó que el sector viene de una caída de casi 8% en 2023, por lo que el previsto responde, en parte, a un efecto rebote.
“Este año vamos a crecer, pero aún no vamos a recuperar el nivel previo al año 2023. Hay un efecto rebote que era previsible. Si las cosas caminan bien, recién al final del próximo año ya habríamos superado lo que teníamos en el 2022”, precisó.
Por su lado, Espantoso, de la CODIP, señaló que mientras se mantenga predictibilidad en subsidios para vivienda y estabilidad jurídica, para el próximo año, se espera que el rubro inmobiliario continúe a buen ritmo.
“En general, para los próximos 12 meses, aún siendo un año electoral, creemos que las expectativas son buenas por los cimientos sólidos ante este insatisfecho déficit habitacional que existe”, añadió.

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres con experiencia en radio, tv, redes sociales y medios impresos. Escribo y hablo sobre economía y finanzas desde el 2020.