Al Congreso de la República se presentó un proyecto de ley que plantea nuevos plazos para el derecho de licencia por maternidad. En la actualidad, el marco normativo otorga como licencia pre-natal un período de 49 días y de otro lapso similar para el post-natal, resultando en un total de 98 días, poco más de tres meses.
Esta nueva propuesta, que deberá ser debatida primero en una comisión para pasar luego al Pleno del Congreso, establece que los días para el tramo pre-natal se mantengan en 49 días y el de post-natal se extiendan a 131 días. De esta manera, el nuevo plazo es de 180 días calendarios, es decir, seis meses.
En una disposición complementaria, se precisa que el Ejecutivo deberá adecuar “sus normas reglamentarias” en un plazo no mayor de 60 días. La propuesta fue presentada por la congresista Patricia Chirinos (Renovación Popular).
En su exposición de motivos, se señala que “el apoyo a las madres trabajadoras para prolongar la lactancia materna es esencial para mejorar la salud del bebé”. Asimismo, se recoge que, en el Perú, más de dos millones de mujeres en edad reproductiva son trabajadoras dependientes. “El impacto de esta propuesta podría beneficiar el futuro de más de dos millones de niños peruanos”, se complementa.
Análisis
Carolina Trivelli, exministra de Desarrollo e Inclusión Social, consideró que la medida, aunque bienintencionada por su aporte en una crianza cercana, terminaría siendo contraproducente para las propias mujeres, su desarrollo profesional y el cierre de la brecha de género.
“Por la rigidez del mercado laboral y la altísima informalidad, esto hará que las empresas no contraten a mujeres con edad fértil ante el riesgo de cubrir estos seis meses de licencia. Incrementará la dificultad para su incorporación al mercado laboral en comparación con los hombres e, incluso, con las mujeres de mayor edad”, anotó la exministra y también economista del IEP.
Trivelli también señaló que el alcance de esta medida sería acotada, pues la informalidad del mercado laboral es de más de 70%. Sobre este universo solo aplicaría a las mujeres en condición de dependientes y, de este grupo, solo a las de edad fértil.
Como contexto, Jorge Toyama, socio de Vinatea & Toyama, recordó que el plazo de tres meses de licencia de maternidad actual en el Perú está dentro de las sugerencias de estándares de la Organización Internacional Del Trabajo (OIT). Agregó que el promedio de Europa es de cuatro, lo que supondría que el Perú quiere elevar dicho plazo en un 50%.
Toyama coincidió con Trivelli en que el principal efecto de esta medida será elevar la dificultad de las mujeres para desarrollarse en el mercado laboral.
“Lamentablemente, es una realidad que hoy a las mujeres ya les preguntan en sus entrevistas de trabajo si quiere ser madres o no. Esta propuesta complicará su probabilidades de prosperar”, indicó el laboralista, añadiendo que, en la práctica, vinculado con el período vacacional, la ausencia por maternidad podría ser de siete meses.
Toyama sumó que la propuesta no termina siendo razonable en un contexto donde el Perú tiene un severo problema de productividad laboral y de informalidad. “Estamos en el tercio inferior de países con menor productividad laboral en el mundo. Cada peruano, en promedio, genera solo US$12 por hora”, comentó.
Sumándose a estas ideas, Juan Valera, abogado laboralista, consideró que la medida resulta perjudicial con vista a alcanzar una mayor formalización del mercado laboral y para las mujeres.
“En un contexto donde se busca la formalidad del mercado laboral habrá una carga financiera más para las empresas. En un país con un alto índice de informalidad, ¿qué empresa resistirá a pagar, en la práctica, una licencia adicional? No se está fomentando la formalidad por las propias condiciones del mercado, que recientemente, por ejemplo, aumentó el sueldo mínimo”, apuntó.
Valera detalló que se suma un factor relacionado a los costos que deberá asumir la empresa. “Inicialmente, es pagado por el empleador, pero luego debería ser asumido por EsSalud. Sin embargo, se genera tanta burocracia que, al final, el empleador lo asumiría. Habrá un problema severo de capacidad financiera porque se tiene que contratar personal extra. Bajo cualquier escenario, se genera un desincentivo para contratar mujeres en un contexto que ya tiene barreras para su empleabilidad. Lo cierto es que las más perjudicadas van a ser las mujeres, habrá empresas que preferirán no renovar”, subrayó.
Valera también observó que surge un problema de desproporcionalidad, pues la comparación con la licencia de paternidad sería de 10 días calendarios en comparación a 180. Agregó que los proyectos de ley, aunque bienintencionados, deben realizar su análisis considerando todos los actores en la actividad económica, tanto empleados como empleadores.
Sumó también que, aunque la propuesta legislativa, recoge la experiencia normativa de otros países, ninguno tiene un panorama con una licencia de maternidad de seis meses.
Precisamente, el documento recoge los casos de Chile (18 semanas, cuatro meses y medio), Colombia (126 días, alrededor de cuatro meses), España (16 semanas, cuatro semanas), Brasil (120 días, cuatro semanas) y Canadá (17 semanas, poco más de cuatro meses). En ninguno de esto países se punta a medio año de licencia.
Bachiller en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), especializado en economía, negocios, mercado laboral, políticas públicas, tributario, procesos concursales.
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