Inicialmente se esperaba un aumento de 8.2% en la producción de cobre del Perú en el presente año, pero esta proyección se ha ido reduciendo por el bloqueo al acceso del agua por parte comuneros en contra de la mina Cuajone. Con la paralización de la mina, hasta hoy, se espera que la producción peruana de cobre solo aumente 7.3% en el 2022, señaló Katherine Salazar, analista del Departamento de Estudios Económicos del banco Scotiabank.
La mina Cuajone de Southern Peru Copper Corporation (SPCC), ubicada en Moquegua, va a cumplir dos meses de paralización y sin soluciones claras y específicas a la vista, porque continúa el bloqueo de la vía férrea para el transporte de minerales e insumos y la toma por parte de comuneros del reservorio artificial de Viña Blanca, de propiedad de la minera, que abastece de agua a la operación y al campamento minero que acoge a más de 5,000 personas..
Salazar indicó que, debido a lo sucedido en Cuajone, hasta el momento se estima una pérdida cercana a US$ 200 millones en ingreso de divisas por concepto de exportaciones. Mencionó que el estimado de crecimiento de la producción minera se seguiría reduciendo si se prolonga la paralización de la mina mientras que las pérdidas para el país y todos los peruanos seguirán aumentando.
“Con un crecimiento de 8.2% en la producción de cobre, se tendrían ingresos de divisas por US$ 22,537 millones, mientras que con un crecimiento de 7.3% la entrada de divisas correspondería a US$ 22,350 millones. Es decir, con los más de 40 días de paralización de Cuajone, se dejaría de captar cerca de US$ 200 millones. Ello si se considera un precio de exportación de US$ 8,928 por tonelada pues lo que se produce en cobre en Perú básicamente se exporta”, dijo.
Por su parte, Miguel Leiva, vicepresidente de Equity Research de Credicorp Capital, señaló que en un escenario extremo en el que se prolonguen esas acciones ilegales de los comuneros en contra de la producción de Cuajone, se estaría comprometiendo alrededor del 7% de la producción anual de cobre del Perú.
“Es difícil proyectar cuánto será la producción este año debido a conflictos sociales, pero los porcentajes anteriores dan una idea de la relevancia de estas operaciones y lo importante para el país por generación de divisas, empleo y mayor actividad relacionada a los ingresos que se reciben”, indicó.
Explicó que el año pasado, Las Bambas, en donde también ha habido bloqueos de la vía de acceso, produjo solo 290 mil toneladas de cobre frente a un potencial de 380 mil toneladas, mientras que Cuajone produjo 169 mil toneladas. Eso es 12% y 7% de la producción de cobre del país del año pasado, respectivamente.
Leiva estimó que, sin nuevos conflictos sociales, las exportaciones de cobre podrían llegar a crecer 10%, y la producción anual del metal rojo en Perú sería de 2.5 millones de toneladas. Esto si se considera una mayor producción por Mina Justa y Quellaveco, que ya está en el tramo final de su construcción.
Comentó que la producción de cobre del Perú fue de 2.3 millones de toneladas el año pasado. Asumiendo el impacto adicional de Mina Justa, que sería de 40,000 toneladas más frente al 2021 (para un total de 125 mil toneladas el 2022), y Quellaveco por 125 mil toneladas, Perú tendría 165 mil toneladas más de producción este año con lo cual llegaría a los 2.5 millones de toneladas, pero sin que haya más acciones en contra de la minería.
“Incluso, esta producción podría ser mayor, si es que Las Bambas produce a total capacidad. En el 2023 aumentaría un poco más, pues Mina Justa alcanzaría unas 160 mil toneladas y Quellaveco 345 mil toneladas”, afirmó.
Precio
Según Salazar, se estima que el precio del cobre alcance un pico en junio de entre US$ 4.70 y US$ 4.80 por libra, y que su “piso” estaría en US$ 4.10. Mencionó que las correcciones a la baja en el precio a lo largo del año serían debido al retiro del estímulo monetario por parte de la Reserva Federal (Fed) y una posible menor actividad por parte de China.
Los precios promedio que se tienen son de US$ 4.40 por libra para el 2022 y US$ 4.15 para el 2023, según Scotiabank.
“Mientras dure la guerra en Ucrania posiblemente el cobre se mantenga alto, pues Rusia es un importante productor del metal. Por otro lado, después de un avance hasta junio, se podrían ver descensos en el precio. Mucho tendrá que ver la Fed y su aumento de tasas, sobre todo si son movimientos no esperados debido a la alta inflación”, explicó.
Agregó que la demanda de China se está desacelerando, y ello también presionaría a la baja el precio. “En términos generales, el precio del cobre se mantendría alto y en la segunda mitad empezaría a corregir a la baja”, puntualizó.
Asimismo, Leiva señaló que hay factores de demanda que mantendrán el precio alto a lo largo del año, los cuales están vinculados a las energías renovables.
“La tendencia hacia arriba en el precio del cobre desde inicios de año se explica por la reactivación, pero sobre todo por la demanda para la fabricación de autos eléctricos y otras industrias que apuntan a promover las energías renovables”, precisó.
Por el lado de la demanda, la expectativa es que se mantenga sólida a largo plazo y, por el lado de la oferta, no se vislumbra una cartera relevante de proyectos de cobre para los siguientes años. En el corto plazo podrían darse correcciones por menor demanda de China y la política más restrictiva de la Fed, concluyó.