En menos de un mes ingresará un nuevo Gobierno que tendrá como reto frenar los contagios del covid-19 en el país. Si bien la medida primordial para combatir la crisis sanitaria es acelerar la vacunación, esta deberá ir acompañada de otras acciones. Frente a dicho reto, ¿qué puede aprender la nueva gestión de las políticas ya adoptadas en casi 1 año y medio de pandemia?
Para José Carlos Saavedra, economista principal de Apoyo Consultoría, sobre las restricciones “es importante dejar a un lado las políticas facilistas de cerrar todo”, y más bien hay que usar la evidencia para implementar acciones que permitan la movilidad de las personas y que la gente trabaje: medidas más finas de aforo, toque de queda más tarde y evitar la inmovilización de autos de los domingos porque -la información lo valida- no tiene ningún sentido.
Desde el lado sanitario, se tiene que acompañar una aceleración de la vacunación con la toma masiva de pruebas de antígeno.
“Lo que le toca hacer al gobierno de turno es trabajar con la evidencia, renunciando a algo como cerrar todo indiscriminadamente, que puede ser muy fácil administrativamente, pero que no es una política adecuada para controlar el covid y es muy dañino para la economía e ingresos de las familias. Ese es el reto del nuevo Gobierno, usar la evidencia en favor de buenas políticas contra la pandemia”, remarcó.
La evidencia
Saavedra explicó que los problemas estructurales del país contribuyeron en el resultado negativo del 2020 (Perú fue uno de los países más golpeados), pero esto solo explica el 40% de ese resultado; la mayoría responde a las políticas adoptadas. Por ejemplo, con cuarentena rígida, el PBI retrocedió 18% en la primera ola de contagios, en tanto, durante la segunda ola, la caída fue de solo 2% con restricciones focalizadas (respecto al 2019).
Justamente, en una evaluación de impacto de medidas de control contra el covid-19, elaborado por Apoyo Consultoría por encargo de ComexPerú, se determinó que las medidas de apoyo económico y las vinculadas a evitar aglomeraciones fueron las más efectivas para controlar la crisis sanitaria. Por el contrario, la inmovilización ciudadana total y la inmovilización de los domingos no tuvieron un efecto positivo para contener el avance del covid-19.
Además, con relación al impacto de las medidas sobre la recuperación de la economía se concluye que el crecimiento de los créditos totales otorgados es el que más impacto positivo generó, mientras que las restricciones a la movilidad y a los aforos afectaron fuertemente la economía.
Políticas ineficientes
Al analizar la información de 15 países de América Latina y el Perú (data de 8 regiones del país que implican dos tercios del PBI peruano), se obtuvo que lamentablemente Perú ha sido uno de los países que más ha usado estas políticas inefectivas durante la pandemia.
Economía crecería solo 2.5% si se agrava incertidumbre
Apoyo Consultoría estima que la economía peruana rebotará entre 9% y 9.5% este año, tras una caída de 11% en el 2020. Sin embargo, José Carlos Saavedra, economista principal de Apoyo, mencionó que se podría revisar ligeramente a la baja por la incertidumbre política.
De hecho, recordó que las intenciones para contratar e invertir están en su punto más bajo desde que hacen esta medición a través del SAE.
“Las empresas están en una posición de esperar y ver, están conteniendo gastos, van a parar contrataciones e inversiones, y esa es una fuerza que va a jalar hacia abajo la reactivación económica para los próximos meses. A menos que el próximo Gobierno, durante los primeros días, dé señales claras”, remarcó.
Aún así, refirió que este año ya tiene a su favor la baja base comparativa y las altas cifras de expansión del primer semestre. Contrariamente, en un escenario donde la incertidumbre se incremente por discusiones permanentes para un cambio de artículos del capítulo económico, llevaría a que en el 2022 y 2023, el PBI crezca solo 2.5%, y ya no el 4.5% que se esperaba.