Cuando el Gobierno recién empezó a reaccionar para que Petroperú pueda asumir la operación del Lote 192, tras dos años de paralización de ese yacimiento, su situación parece ahora complicarse, pues las comunidades nativas que antes accedieron a su explotación por la petrolera estatal a través de la consulta previa, ahora se oponen a su presencia.