La compra de medicamentos es el principal gasto de bolsillo en salud en el Perú. De hecho, la participación de dicho gasto de los afiliados a Essalud y el Sistema Integral de Salud (SIS) en medicinas representó el 66.6% en el 2019. Ello significaría, en parte, que los pacientes no encuentran estos productos farmacéuticos en el sistema de salud público.
En este contexto, ¿cómo avanza el gasto del presupuesto público asignado para la compra de medicamentos? Los tres niveles de gobierno -nacional, regionales y locales- cuentan con S/ 1,025.3 millones este año para este fin, según Transparencia Económica del MEF. Pero hasta ahora solo han devengado el 40%; es decir, a casi tres meses de culminar el año aún no se gastan S/ 60 de cada S/ 100 destinados para comprar medicamentos.
Quien cuenta con los mayores recursos es el Gobierno Nacional (GN): tiene asignado S/ 815.3 millones para comprar medicinas este año, pero su nivel de avance es de 37.5%. En años anteriores, el GN no logró gastar todo su presupuesto al cierre del periodo. Así, en el 2021 dejó sin devengar el 25% (S/ 172.2 millones) del total.
Para Óscar Ugarte, exministro de Salud del Perú, aunque la compra pública de medicamentos no es sencilla, lamentablemente, el problema es que “no hay una buena gestión en la adquisición” de estos productos.
Explicó que el Estado compra básicamente tres tipos de medicamentos, lo que implica un mecanismo distinto para cada caso, por lo que no puede haber espacio para improvisación o desconocimiento sobre la materia.
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Mecanismos para compras de medicamentos
El Estado compra medicamentos estratégicos (por ejemplo, contra la tuberculosis, VIH, anemia), que pueden -dijo Ugarte- adquirirse a través de la Organización Panamericana de Salud. “Ya hay procedimientos establecidos todos los años; ahí no debería haber problema con las compras, salvo que haya improvisación y no se conozca. Pero, en general, esto es lo más sencillo de comprar”, refirió.
También se da la compra de medicamentos no estratégicos como antibióticos y antiinflamatorios. Estos se pueden realizar mediante compras corporativas. “Se junta a todos los compradores públicos, incluyendo a sanidades y Essalud, y se hacen grandes compras, lo que permite abaratar precios y, por lo tanto, ampliar la cantidad de productos”, consideró.
Y un tercer grupo son los medicamentos que requieren procesos especiales para ser adquiridos porque la oferta es limitada, como los oncológicos o contra enfermedades raras.
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“Se tiene que planificar la compra. Hay que determinar los planes en los estratégicos, no estratégicos y los especiales. Por ejemplo, al inicio del 2023 hay que empezar a programar para el 2024. Lo urgente sería ajustar los procesos. Estamos setiembre y deberíamos estar cerrando en octubre los requerimientos para tener a inicios del próximo año los medicamentos. Y luego empezar ya mismo con el 2024. Los que pagan los platos rotos son las personas: si no hay medicamentos en el sector público, se irán al privado″, enfatizó.
Agregó que el Estado debe procurar que en el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares) haya personal que conozca todos esos procesos para que no se den retrasos en las compras.
Número
S/ 1,107.6 millones. Es el presupuesto público asignado a los tres niveles de gobierno para productos farmacéuticos en el 2022. A la fecha, se ha ejecutado solo el 40% de ese monto.