El reciente anuncio sobre que El Niño se podría extender hasta el verano 2024 -y con ello agudizar la sequía- encendió las alertas no solo para el sector agrícola y la provisión de agua para consumo en el país, sino también para el sector eléctrico.
En este último caso, la menor provisión de agua a causa de El Niño costero, ya ha reducido la producción con plantas hidráulicas, que de enero a julio de este año, con 17,749 gigavatios por hora (GWh) se contrajo en 8% frente a igual periodo del 2022, según el Ministerio de Energía y Minas (Minem).
Para compensar esa merma, según cifras de ese sector, se incrementó la producción con térmicas (en 27% en el mismo periodo acumulado), en su mayor parte operadas con gas natural, pero ahora con mayor participación del diésel.
Generación con diésel
Según el ministerio, la generación con diésel se incrementó en 59% solo en julio último, y en el acumulado de los primeros siete meses de este año (con 682 GWh) ha crecido en 27%.
Al respecto, César Butrón, presidente del Comité de Operación Económica del Sistema Eléctrico Interconectado (COES), informó a la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), que la falta de agua reduce en alrededor de 700 Mw la capacidad de generación, lo cual no estaba contemplado.
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Indicó que la única forma de reemplazar eso es usando todo el gas natural que se pueda (para producir más energía), y si este no alcanza, se usa diésel, por lo cual “la esperanza”, anotó, es que en noviembre próximo se inicie la temporada de lluvias.
“El temor es que el fenómeno de El Niño retrase o reduzca las lluvias y eso intensificaría el problema. Así que todas las esperanzas estás puestas en noviembre”, citó.
Hidroeléctricas serán insuficientes
Sin embargo, coincidió en que, la generación con diésel podría crecer aún más a partir del año 2025, pues para entonces, aún teniendo toda el agua disponible para poner a producir (a plena capacidad) a las hidroeléctricas, no va a alcanzar para atender toda la demanda.
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Hoy, la denominada reserva de generación eficiente (a menores costos) -remarcó Butrón- ya se acabó, pues en los últimos años se tendría que haber incrementado nueva capacidad (oferta) de generación (de bajo costo, como hidroeléctricas o térmicas a gas), pero no se hizo.
Lo ideal hubiera sido desarrollar más reservorios para incrementar la capacidad de almacenamiento de agua, pero hay una oposición ambiental muy fuerte a construir ese tipo de infraestructura, lo cual consideró injustificado. “El perjuicio es ínfimo respecto del beneficio para la electricidad, la agricultura, el consumo humano y la prevención de desastres”, señaló.
Proyectos de generación
El problema, insistió, es que no se ven suficientes obras (de generación eficiente) en marcha, para llegar hasta el 2025.
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Explicó que, en la cartera de proyectos de generación, hay proyectos interesantes como las centrales eólicas Punta Lomitas (de Engie), o Wayra (de Enel), ubicadas en Ica; o la central hidroeléctrica San Gabán II, en Puno.
“Pero, aún con eso, va a faltar nueva capacidad de generación a partir del 2025. Y, aún con agua suficiente, empezaríamos a despachar diésel en las noches y eso va a ir creciendo. La única forma de resolver eso es acelerar las inversiones”, subrayó.
Sin medidas estructurales
Ad portas de la llegada del fenómeno El Niño global, Butrón indicó que ya no hay tiempo para tomar alguna medida estructural (para enfrentar una mayor sequía que haga caer más la producción hidráulica).
Sobre el tema, el exviceministro de Energía, Luis Espinoza, señaló que, en el Perú, luego de cada fenómeno de El Niño se introdujeron cambios a la Ley de Concesiones Eléctricas, a fin de adaptar la regulación a las dificultades para la producción hidráulica, pero que eso no se ve hoy.
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Recordó que con el último El Niño fuerte de 1992, se tuvo que adoptar cambios a esa ley, porque la merma en la producción eléctrica llevó a racionamientos del servicio de 8 horas diarias. Iguales cambios se introdujo, anotó, en El Niño de los años 2004 y 2005.
Incluso tras El Niño costero de 2017, ingresaron más centrales hidroeléctricas al sistema. Pero hoy, subrayó, falta planificación, lo cual se debería hacer desde el Estado pero junto a los inversionistas.
En estos momentos lo que falta, aseveró, es una mayor provisión con térmicas a gas a ciclo simple (más baratas que de ciclo combinado), pues solo este año, nos faltarían 500 Mw más, que se tendrían que generar con diésel (a mayor costo) en los siguientes meses.
Comunicador social. Estudió en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, e Inglés en la PUCP.