La economía peruana habría caído 0.5% en el primer semestre del 2023, el peor resultado desde el 2001, sin contar la pandemia, advirtió hace unos días el BCP. Los resultados de julio tampoco serían alentadores. A espera de que las cifras oficiales, publicadas por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), confirmen si Perú entró a “recesión técnica” y que el Banco Central de Reserva (BCR) ajuste -o no- su tasa de interés de referencia a la baja, Citi presentó sus proyecciones de crecimiento para la economía peruana.
Si bien hasta ahora el banco regional espera que la economía peruana tenga un crecimiento anual de 2.2%, según informó Ernesto Revilla, economista jefe para Latinoamérica del banco; destacan que existen factores, como el ciclón Yaku y El Niño que golpearon la primera parte del año, que podrían llevarlos a un ajuste a la baja. “(La proyección de 2.2%) es relativamente optimista para 2023. Me parece, honestamente, que es alta. Hay riesgo a la baja”, señaló el vocero durante su presentación.
Reconociendo que hay analistas que incluso hoy en día tienen proyecciones para el crecimiento del PBI peruano por debajo de 1%, aún están a la espera del resultado del segundo trimestre para revisar sus estimados. “Riesgos como El Niño incrementan el rango de expectativas de crecimiento (entre 2.2% y 0.8%), pero creemos que estará más cerca a la mitad (de ese rango) que cerca del 1%”, precisó.
Entre enero y mayo, la economía peruana se contrajo 0.49%. Y, en junio, según el estimado del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el crecimiento del PBI estaría cercano al 0%. Con ello, dice el ministro del sector, Alex Contreras, “para el cierre del año, vamos a estar en alrededor de 1.5%”.
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Demasiado optimista
Analistas consultados por Gestión coinciden: el estimado de Citi -de hasta ahora- es bastante alentador respecto a la economía peruana.
“Es improbable (crecer 2.2% en el 2023) porque tendríamos que crecer alrededor de 3% en esta segunda mitad del 2023. Lo único que podría cambiarlo todo radicalmente sería que mejoren rápidamente las condiciones climáticas y los golpes sean menos severos en sectores como pesca y agricultura”, considera Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores.
“El consenso del mercado es crecer alrededor de 1% con riesgo a la baja. Eso es lo realista. Un crecimiento de 3% en la segunda mitad del año es demasiado optimista”, coincide Luis Miguel Castilla, exministro de Economía y Finanzas, y Director de Videnza Consultores.
De acuerdo con Revilla, Citi espera que la economía nacional cierre 2023 por encima del 1% debido a que hay un menor riesgo político percibido de parte de los inversionistas.
Sin embargo, para Luis Miguel Castilla, lo anterior no será suficiente. “La inversión pública no está siendo efectiva en gobiernos regionales y locales que concentran el grueso de ejecución. Por el lado privado, si bien la confianza se recupera, no es agresivamente, como para despertar mayor interés en proyectos”, asegura.
Juan Carlos Odar agrega sobre la inversión pública que la variación interanual del segundo semestre de este año sería menor por factores electorales. “Los gobiernos subnacionales están en sus primeros meses con nuevas autoridades. Ya están ejecutando, pero las tasas no serán positivas comparado al año pasado. Habían autoridades salientes que ejecutaron rápidamente”, resalta.
Citi indicó que la posible confirmación de una recesión técnica por la data del INEI, es decir, dos caídas trimestrales consecutivas del PBI, sería un factor que corregiría su proyección anual para Perú a la baja.
Según Odar, la recesión estaba confirmada por el cuarto trimestre del 2022 y primero de este año. Sin embargo, no ocurriría lo mismo en segundo trimestre del 2023. “Enero fue muy negativo por los conflictos sociales. Aún así las tasas anuales sean negativas, eso no ocurrirá con el PBI desestacionalizado del segundo trimestre”, afirma.
A pesar de ello, serían los otros factores listados los que hacen improbable el pronóstico anual de crecimiento de Citi para Perú, coinciden ambos expertos.
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¿Y el 2024?
La probabilidad de El Niño fuerte o muy fuerte para el 2023 se reduce, pero para el 2024 se abre. “Eso le pone riesgo a la baja al crecimiento del 2024″, comenta Revilla. Pero, un factor positivo es la inversión en el Perú, que se recuperaría el próximo año. “Me parece que sí hay un ligero sesgo a la baja en el 2024, pero la inversión debería ser una buena noticia para el Perú”, apunta.
Citi precisó que esperan que la economía peruana crezca 3.2% en 2024 favorecida por un menor riesgo político, pero sobre todo, gracias a un incremento del precio de commodities que Perú produce como el cobre y el oro.
“Hay una mayor demanda percibida. Responde al proceso de traslado a energías renovables que aumenta los pedidos de baterías”, acotó Revilla en su presentación.
Para los analistas consultados por Gestión este crecimiento también es muy alentador para las condiciones esperadas. Una cifra más acorde, a espera de los estragos que El Niño pueda generar en la primera parte del 2024, sería un crecimiento de 2.5%, con sesgo a la baja.
“Puede ayudar que el BCR revise las tasas. Es probable que en setiembre empiece un ciclo de rebajas, pero es poco probable que veamos una recuperación fuerte. Hace falta algo que dinamice la inversión privada, un gran proyecto”, señala Odar.
Castilla, por su parte, coincide. “Ayudaría porque todo proyecto importante tiene efectos psicológicos. Dependerá de cuál sea, por ejemplo, si fuese Tía María tendría un golpe fuerte, incluso más que otros de mayor monto, porque fue politizado e hizo que el gobierno retrocediera en dar los permisos de operación en su momento”, complementa.
Sin este empuje de la inversión privada, una subida de los precios del cobre no sostendría el crecimiento económico. “Quellaveco está cerca de su máximo nivel de producción, lo que ayudaría al cobre. Favorecería en términos fiscales, pero no en crecimiento. En 2024 se regularizará: el sector minero crecerá, pero menos que este año”, considera Odar.
El levante que pueda darle las materias primas a la economía en 2024 también dependerá de que no se repitan las protestas de inicios de año, según Castilla. “Lo hemos visto en periodos previos con altos niveles de cobre. El año pasado la producción minera caía por otros motivos, relacionados a la conflictividad social”, asegura el exministro.
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Licenciado en Periodismo por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Parte del equipo fundador del medio digital Sudaca. Experiencia en cobertura política, social y económica peruana.