El sector acuícola, que en el suma cerca de US$ 300 millones en exportaciones al año, es considerado uno de los sectores con mayor potencial en la economía peruana para convertirse, quizás, en un sector importante como son la minería y la agroexportación. Sin embargo, a pesar de no haber dejado de operar durante la situación de emergencia, también ha sufrido los estragos del COVID-19.
José Muñoz, presidente del Comité Acuícola de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), explicó a Gestión.pe que en la actualidad, con el objetivo de mantener el distanciamiento social y evitar el contagio del COVID-19, las empresas del sector han bajado las dotaciones por lo menos en un 30% de su capacidad.
“Esto en la mayoría de los casos ha tenido como resultado colateral la disminución de los volúmenes de cosecha. Afortunadamente, los trabajadores de las empresas acuícolas no se han visto afectados por la pandemia, pues no se han registrado brotes de COVID-19 asociados a la actividad y han podido mantener su fuente de ingresos”, sostiene Muñoz.
Sin embargo, Muñoz explica que esta reducción de la capacidad operativa no ha significado despidos de personal, sino permisos con goce de sueldo y aplicación de vacaciones. Esto, principalmente, a que el sector continúa operando y a que aún hay demanda, aunque esta ha disminuido a propósito del COVID-19.
“En general las exportaciones acuícolas han caído y si no logramos un repunte en el segundo semestre podríamos pensar en una caída de entre un 30% a 40% con respecto del 2019”, señala Muñoz.
Es así, que las tres principales especies acuícolas que exporta el Perú han registrado una caída conjunta de -22,2% respecto al periodo enero-mayo del 2019, señala Muñoz. La especie más afectada en las exportaciones es la trucha, seguida de la concha de abanico y finalmente el langostino, explicó.
“El principal motivo de la baja han sido la caída del consumo de productos por el lado de restaurantes y hoteles a raíz de las cuarentenas a nivel mundial. Si bien ha habido un incremento de demanda en supermercados, esto no compensa la caída de los otros rubros, pues las personas han comprado alimentos para hacer cuarentena, pero con mucha cautela”, señala Muñoz.
Para el representante de la SNP, otro de los factores que afectaron las exportaciones han sido las limitaciones en los servicios logísticos terrestres, la menor oferta de vuelos comerciales, lo cual limita la capacidad de ofertas volúmenes grandes en la oportunidad requerida.
“Los mercados siguen y seguirán demandando alimentos, el secreto para que nuestros productos sean comercializados es que logremos ser competitivos. Perú es uno de los tantos países que ofrece alimentos al mundo, por tanto tiene que tener las herramientas para competir apropiadamente, si pretendemos una reactivación económica efectiva. Las tres especies tienen demanda, pero han ido cambiando los requisitos de los mercados internacionales, según las diferentes medidas implementadas por sus gobiernos por la pandemia”, señala el presidente del Comité Acuícola de la SNP.
Finalmente, Muñoz destaca que, a pesar de los problemas que puede presentar el sector, la mesa acuícola ha sido un espacio importante para permitir el avance del sector. Esta mesa aún sigue funcionando de manera virtual y no se ha suspendido, explicó.
“Frente a todos estos problemas la mesa acuícola a sido un buen espacio para exponerlos y buscar soluciones en conjunto con el sector público. Hemos recibido una buena acogida y un genuino apoyo de las autoridades nacionales, lo que ha permitido que varios los problemas se hayan ido lentamente resolviendo. Para acelerar la reactivación debemos seguir desarrollando confianzas mutuas entre el sector público y privado, que nos permitan aplicar políticas innovadoras para hacer frente a una crisis nunca antes vista”, indicó.