
Este martes, en una reunión diplomática celebrada en Washington, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, lanzó una advertencia al Perú sobre el avance estratégico de China en América Latina: “Pekín invierte para dominar, no para cooperar”, dijo el funcionario estadounidense frente a una delegación peruana encabezada por el canciller peruano Elmer Schialer y el ministro de Defensa, Walter Astudillo.
En ese sentido, ¿a qué escenario se enfrenta el Perú, que tiene como socios estratégicos a ambos países que entre sí han desatado una guerra comercial?
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La cita, que inicialmente tenía como objetivo reforzar los lazos bilaterales en defensa, se convirtió en una plataforma donde Hegseth expresó con claridad la creciente preocupación de Washington: “China representa una amenaza potencial para la paz y la seguridad hemisférica. No podemos ignorar su expansión encubierta bajo el disfraz del desarrollo”.
Para el analista político Enzo Elguera, con esta advertencia le recuerda a Perú -y no en privado, sino ante la opinión pública-, de qué lado debe estar para mejorar las relaciones con los EE.UU.
“Recordándole, además, que tenemos enemigos en común no solo a nivel regional donde apunta a China, sino que por ejemplo existe la necesidad de la lucha contra el crimen organizado y que ahí vendría bien la ayuda del país norteamericano. Sienta las bases de negociaciones bilaterales incluyendo nuestra postura política y cuestiona nuestra apertura a China”, dijo a Gestión.
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Estados Unidos, aseguran los analistas consultados, podría ver con recelo las inversiones chinas en infraestructura, puertos y telecomunicaciones en Sudamérica, especialmente en países como Perú, donde opera el Megapuerto de Chancay.
“Su objetivo no es ayudar a la región, sino establecer puntos de control económico y político”, advirtió Hegseth.
Al internacionalista, Ramiro Escobar, le parece exagerado por parte de Estados Unidos, de la actual Casa Blanca, decir que China es una amenaza. “Una amenaza es un país que quiere hacer la guerra, que quiere invadir un territorio; no es eso lo que quiere hacer el país asiático”.
“Lo que China está haciendo es poner en marcha su política de la geoeconomía, es decir, la empresa política a través de la economía, inversiones, tratados comerciales, o la política de la franja y la ruta, que implica crear una red terrestre y marítima para hacer más fluido el comercio internacional chino”, comentó.
Escobar, además sostiene que para el Perú “esto puede ser motivo de preocupación”.
“Digamos, para la Cancillería, para el Estado peruano, en el sentido de que lo que está diciendo Estados Unidos es que si ustedes tienen una mayor cercanía con China pueden tener problemas. No lo ha dicho exactamente así el Secretario de Defensa, pero eso es lo que en el fondo se entiende”, mencionó.
“Si hay que contener la amenaza de China para la región, es una manera de Estados Unidos de decirle al Perú concretamente, que tiene que poner más atención a Estados Unidos. Y eso -obviamente- tiene que ver con la presencia del puerto de Chancay. Si no estuviera acá el puerto de Chancay tal vez esas palabras no se hubieran pronunciado. Pero, no es cualquier puerto, es un puerto clave para la estrategia comercial mundial de China”, agregó.
En materia económica, ¿EE.UU. busca aliados?
Rafael Zacnich, gerente de Estudios Económicos de ComexPerú, sostiene que China ha cobrado gran relevancia en un contexto donde las finanzas de Estados Unidos se deterioraron. Pone un ejemplo: el déficit fiscal alcanzó el 7% del PBI, una “realidad más cruda si se lo compara con economías avanzadas como Reino Unido, Canadá o Japón”.
“Además, la deuda pública de Estados Unidos superó el 120% del PBI. Si eso se mantiene en el tiempo podría perjudicar su economía por la alta carga fiscal. Por eso Donald Trump busca recaudar más con su política comercial de imponer más aranceles pese al consenso que hay sobre los efectos del proteccionismo: termina perjudicando a las economías globales”, refirió a Gestión. Para Zacnich Trump “busca aliados” en su lucha por recuperar “la hegemonía mundial”, sin importar los resultados de su política agresiva: complicaciones en la reducción de la tasa de interés y más inflación.
No obstante, recordó que Perú no está en condiciones de escoger qué tipo de inversión requiere, por lo que debe resguardar su soberanía y hacer respetar su estado de derecho.
“Es bienvenida la inversión de quien fuese, siempre que cumpla con los estándares legislativos, ambientales, laborales y con beneficio para los trabajadores, independientemente de la actividad en la que se desenvuelva”, dijo.
A su turno, Édgar Vásquez, director del Centro de Investigación de Economía y Negocios de Adex, recalcó que no existe ninguna ventaja ni trato diferente a las inversiones de un determinado país, sea China o Estados Unidos, por lo que pide “tomar con cautela” las afirmaciones del heraldo de Donald Trump. Insistió en que Perú debe mantener una postura neutral ya que el real trasfondo entre Washington y Pekín es netamente político.
Resaltó que China y Estados Unidos abarcan, en conjunto, cerca del 40% de nuestras exportaciones e importaciones, respectivamente; y en este escenario de guerra arancelaria —donde ya se nos aplica una tasa del 10%— recién con las cifras de abril y mayo se podrá saber de primera mano qué rubros son los más afectados porque “recién va un mes del anuncio de estas medidas (de Donald Trump)”.
“Igual va a depender de cada sector. Algunos son más productivos y competitivos y aún con este arancel van a poder seguir mejorando sus niveles de eficiencia para seguir exportando a Estados Unidos. Entre los más afectados estarán las unidades exportadoras como las micro y pequeñas empresas, ya que el 10% significará una diferencia sustancial entre seguir exportando o retirarse de los mercados”, puntualizó.
Vásquez adelantó que algunos compradores norteamericanos están solicitando a los exportadores que asuman el 100% de los costos; mientras que algunos comparten el costo y otros, trasladan el costo adicional al consumidor.
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¿Qué le toca al Perú?
Según Enzo Elguera, “China va a estar atento a cualquier movimiento por parte de Perú tras esta reunión”.
“Requerirá de una estrategia muy bien pensada que ha caracterizado históricamente a la diplomacia peruana para responder a las inversiones chinas respetando contratos y acuerdos, pero también sin dejar de lado y apuntar a mejorar las relaciones con Estados Unidos, en una posición privilegiada si Perú las sane manejar adecuadamente porque nos coloca en el epicentro de la atención de los dos países no solo mas poderosos del mundo, sino que también los dos más influyentes en la economía mundial del cual nuestro país debe responder a la altura de las circunstancias en beneficio del fortalecimiento peruano”, señaló.
En esa línea, Ramiro Escobar opina que “Perú debe saber manejarse con ambos países de manera inteligente y estratégica”.
Recordó que el canciller peruano durante la cumbre APEC dijo que el Perú sabía manejarse con estas dos potencias a la vez.
“Yo creo que eso tiene que ser más que una frase. Tiene que ser una realidad y tiene que darse en términos concretos. Por ejemplo, tratando de que la presencia china acá por el puerto de Shanghai no signifique una excesiva anuencia y una dependencia, lo que determine el estado chino que quiere hacer en el Perú. Y a la vez fortaleciendo los lazos con Estados Unidos, pero no a partir de la presión, sino a partir de un fortalecimiento de las relaciones comerciales que en los últimos años no se ha dado”, explicó.

Escribo sobre política, economía y afines. Periodista con nueve años de experiencia en prensa escrita, radio y televisión.

Periodista con más de 5 años de experiencia en la cobertura de coyuntura económica e informes especiales en prensa escrita y digital.