De cara al retorno a labores presenciales y la incertidumbre de obtener la facultad de adquirir vacunas por parte del sector privado, de según el estudio de “Vacunas COVID-19 y el sector privado” -realizado por Marsh Perú- el 49% de empresas viene evaluando la obligatoriedad de la vacuna para el retorno o continuidad de labores presenciales de sus trabajadores.
De este monto: el 17% dice que sí considera hacerlo, la mayoría (57%) contempla solicitarlo a todos los puestos por igual, mientras que el 43% solo considerará a los más expuestos.
El reporte da cuenta que las empresas privadas se muestran cautelosas frente a las restricciones laborales de personas no vacunadas.
El 41% ha señalado que las políticas se determinarán de acuerdo con la orientación del Gobierno, cuando esté disponible.
En ese contexto, por el momento, el 76% de las empresas vienen realizando un seguimiento a los empleados que están recibiendo las vacunas actualmente, mientras que el un 17% está pensando en implementar uno.
“Ahora bien, a pesar de la falta de claridad en las regulaciones vigentes, 8 de cada 10 empresas estaría dispuesta a adquirir las vacunas para sus colaboradores previo al retorno a labores presenciales. Los resultados nos muestran que existe una preferencia por la Pfizer y la Johnson & Johnson, esta última que sólo requiere una dosis”, indicó Vanessa Choroco, subgerente de salud ocupacional de Marsh Perú.
Sobre estas mismas empresas, el 60% de las empresas está dispuesto a coordinar o colaborar con el gobierno central o regional para adquirir las vacunas, sea para agilizar procesos (31%), brindar apoyo logístico (25%) e incluso donar un porcentaje de vacunas conseguidas (13%).
De igual manera, un 44% de empresas están evaluando contratar un seguro de responsabilidad patronal o similar frente a una consecuencia indeseada por la vacunación.
Solo el 7% lo considera necesario, teniendo en cuenta que la empresa sería el ejecutor del proceso de vacunación.
“Una de las más importantes estrategias para acabar con la pandemia es la vacunación de toda la población. Muchas de las organizaciones han levantado información sobre la aceptación de la vacunación en sus trabajadores y la amplia mayoría señala que más del 70% de los empleados desea vacunarse. Es importante mantener esos niveles de aceptación frente a cualquiera de las vacunas autorizadas en el país”, agregó.
Esto, además, permitirá tener a la mayor fuerza laboral posible lista para el retorno a labores presenciales, contribuyendo a la necesaria reactivación económica.
Sobre ello, de acuerdo al Estudio, el 46% de las empresas implementará el retorno total o parcial de los vacunados a labores presenciales, en un plazo de entre 15 a 28 días después de recibir la última dosis.
“Ante una eventual tercera ola, las empresas deben continuar jugando un rol importante en la seguridad y salud de sus trabajadores. El reto de ahora es aprovechar las oportunidades que nos viene dejando la pandemia para plantear formas de trabajo que se adecúen a las necesidades de hoy en día de los colaboradores, así como de su entorno y realidad, al mismo tiempo que se desarrollan estrategias y acciones que permitan proteger la continuidad del negocio”, finalizó.