El Perú posee la oportunidad de ser uno de los países líderes en Latinoamérica en energías renovables no convencionales (eólica, solar y geotérmica) permitiendo la andina y convirtiéndose en un verdadero hub energético, señaló el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico ().

"La integración eléctrica andina busca generar un mercado eléctrico común entre cinco países de Sudamérica: Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú, cuyos objetivos son robustecer los sistemas eléctricos, reducir las tarifas eléctricas en la región, incrementar la eficiencia en la provisión de electricidad y liberar al Estado de subsidios", sostuvo el presidente del Ceplan, Víctor Vargas.

Al respecto, la representante de WWF Perú, Patricia León consideró que la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles y la apertura del mercado a las energías renovables abre una nueva era de cambio donde el Perú posee ventajas comparativas.

"De ese modo, tenemos a Perú como uno de los países mejores dotados en energía eólica a nivel mundial, llegando a tener un potencial de hasta 92 mil megavatios (Mw) para ofrecer", mencionó.

Por su parte, el director nacional de Prospectiva y Estudios Estratégicos del Ceplan, Jordy Vílchez, resaltó la importancia de la seguridad energética, el desarrollo económico sostenible y el bienestar de la nación, para asegurar un mejor futuro para las siguientes generaciones.

En ese contexto, enfatizó el potencial geotérmico de 3,000 megavatios (Mw) con los que cuenta Perú principalmente en su zona sur, lo cual "significa una apuesta importante para el país por su alto nivel de capacidad de planta".

De acuerdo a sus características geográficas, el Perú dispone de fuertes vientos tanto en la costa norte y sur del país, ríos y gran capacidad para el uso de la biomasa en la selva.

Además, se calcula que el Perú podría conseguir fácilmente hasta un 10% de su energía de fuentes geotérmicas o biomasa.

De otro lado, los expertos coincidieron en señalar que para tener un sostenible en el Perú, se deben priorizar las energías que brinden seguridad a largo plazo, extraer eficientemente las reservas de gas, minimizando los impactos ambientales y a precios competitivos, así como adaptar las nuevas tecnologías a los desafíos del territorio peruano y así, aprovechar el potencial energético del país.