En el marco de la situación que viene atravesando el país, una de las acciones que permiten contrarrestar el impacto de la pandemia, reactivar la economía y contribuir con el desarrollo del país, es el desarrollo de la infraestructura. Según el Plan Nacional de Infraestructura y Competitividad (PNIC), existe una brecha de S/ 363,452 millones en diversos proyectos de transportes, vivienda, salud, saneamiento etc.
Sin embargo, esta cifra no incluye la calidad de la infraestructura, por lo tanto, es una cifra que podría superar dicho monto, así lo indicó Eduardo Gonzales, ex ministro de Transportes y Comunicaciones durante el webinar “Cierre de la brecha de infraestructura desde la perspectiva de los G2G”.
El PNIC es un esfuerzo por potenciar la competitividad desde la perspectiva sectorial. En esa línea busca cerrar el 30% del total de la brecha con 52 proyectos, que comprenden una inversión de US$ 34,956 millones, de los cuales 18 son APP autofinanciadas, 11 APP cofinanciadas, 17 son obras públicas y 6 proyectos en activos.
“Tenemos que impulsar todos los modelos de contratación. La experiencia de los contratos Gobierno a Gobierno son vitales y aplicables para proyectos de gran magnitud y complejidad, ya que permiten que se puedan ejecutar las obras en el menor tiempo y al mejor costo. Este modelo tiene componentes adicionales como la innovación y transferencia de conocimientos, que posterior a la ejecución de la obra, queda”, enfatizó Gonzales.
Con relación a la inversión realizada, Luis Robas, gerente de Control de Megaproyectos de la Contraloría General de la República mencionó que el PNIC indica que para cerrar la brecha de infraestructura con obras de calidad se necesita un 4% del PBI. Si bien el Perú al año destina alrededor del 5%, el problema es que no necesariamente se utiliza todo ni se utiliza bien. Por ello el gran reto es saber ejecutar infraestructura pública.
“Mientras todas las partes, la entidad contratante, el privado, la Contraloría, cualquier actor, incluso los stakeholders como la clase política no generemos confianza en la manera cómo vamos a desarrollar infraestructura, estos van a ser no colaborativos. Eso trae, lamentablemente, que los proyectos se ralenticen y en el extremo, que no se ejecuten. Ahí el más perjudicado es el ciudadano” destacó Robas durante su participación en el evento organizado por el gremio de Construcción e Ingeniería de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
Experiencias G2G en el Perú
En cuanto a la contratación de G2G en Corea, Simon Lee, Agregado Comercial y Encargado de Energía e Infraestructura de la Embajada de la República de Corea, destacó que dentro de los tipos de contrato que ofrecen, cuentan con contratos para proveer vehículos especiales como grúas, ambulancias, bomberos, también se promueve servicios relacionados al desarrollo de infraestructura, como carreteras, puertos, hospitales, aeropuertos, instalaciones industriales.
Asimismo, mencionó que Corea cuenta con experiencias previas de G2G con el Perú, como los aviones de instrucción KT-1P, implementación de patrulleros inteligentes, la creación de dos buques multipropósitos con el SIMA y el Aeropuerto Internacional de Chinchero. En relación a este último proyecto, mencionó que este mes se realizará la ceremonia de inicio de las obras de edificación y se espera que la entrega del aeropuerto sea en el 2025.
En el caso de Francia, Francia y Perú firmaron en mayo 2021 un acuerdo G2G por la construcción de la Carretera Central y de la Vía Expresa Santa Rosa con dos socios del lado peruano que son Provias Nacional y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), además de empresas francesas como CT que han trabajado en diversos proyectos en distintos países del mundo y vienen apoyando en esta construcción. “Nosotros acompañamos al estado peruano, damos asistencia técnica, ayuda en la licitación, pero al final quien realiza el proyecto es el Perú”, sostuvo Anne Bernard, jefa del Servicio Económico para el Perú y Bolivia, Dirección General del Tesoro de la Embajada de Francia.
La colaboración británica establecida en el Perú sostiene que se busca entregar obras para el futuro, como un conjunto de componentes para dicha transformación mediante programas y asistencias técnicas y la oferta comercial del sector privado, ofreciendo transparencias, equidad y eficiencia. En cuanto a la experiencia entre G2G británicos en Perú, podemos encontrar Juegos Panamericanos, la Reconstrucción con Cambios y las Escuelas Bicentenario.
Por su parte Juan José Cárdenas, director del Gremio de Construcción e Ingeniería de la CCL y Líder de Proyectos e Infraestructura EY Law, comentó que los G2G funcionan correctamente en las obras realizadas en el país, pero es necesario que el Estado constituya un cuerpo de gestores que se mantenga en el tiempo y darle importancia al servicio ciudadano.
“Cada día que no se hace una obra, implica que una persona está demorándose dos horas más para llegar y regresar a su trabajo. Ese es el costo más relevante. El costo de vida que perdemos los ciudadanos por no tener infraestructura adecuada es el más relevante. La Línea 3 y 4 del Metro son proyectos que estaban encaminados hasta hace un tiempo y que podrían hacerse bajo el G2G”, enfatizó Cárdenas.
Seguir impulsando una visión de desarrollo
Recientemente se firmó un acuerdo G2G con Reino Unido para la gestión de la ejecución de la cartera de proyectos de inversión pública a cargo de Escuelas Bicentenario.
En ese contexto, Patricia Alvarado, directora ejecutiva del Proyecto Especial de Inversión Pública Escuelas Bicentenario, destacó que el proyecto es pionero en el sector educación y a nivel nacional, teniendo como objetivo la ejecución de una cartera especifica de proyectos valorizados, según ProInversión en más de S/ 2800 millones.
Asimismo, mencionó que considera importante que para que el esquema sea exitoso, es importante el acompañamiento, sostenido y articulado entre los stakeholders que participan en el G2G.
En otro momento, Alberto Ñecco, ex director ejecutivo de Proinversión, comentó que los acuerdos G2G son muy necesarios, pero entraron a la palestra por una deficiencia del aparato público. En ese contexto, el Estado debe seguir acelerando los mecanismos para mejorar los componentes de operación y mantenimiento en cuanto a los proyectos de infraestructura de esa modalidad.
Por su parte, Milton Von Hesse, ex ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, comentó que la inversión pública va mal a raíz del hundimiento de los precios de los minerales, la desaceleración y por la precarización del aparato público.
“Los G2G permiten tener capacidad de gestión, su normatividad para tener procesos de selección muchos más amigables con modelos contractuales que no son conflictivos y nos permiten tener asistencia técnica y evaluación a lo que se está ejecutando. Si bien esto nos permite mejorar los aspectos de inversión pública, sin embargo, aún falta cuestionarnos los modelos de gestión”, sostuvo.