Gestión conversó con reconocidos centros de educación superior y enlistó las carreras que registran un alto posicionamiento en el 2025. Estas prioridades estudiantiles reflejan la previsión por llegar a una etapa de empleabilidad con los recursos oportunos para afrontarla.
Con los años, las tendencias digitales, económicas y demográficas han reformulado los requerimiento laborales y, por tanto, académicos. ¿Cuál es el escenario próximo?
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La sorpresa educativa
El Foro Económico Mundial ya ha advertido que cerca del 40 % de las capacidades requeridas para desempeñar los puestos de trabajo deberán cambiar de cara al 2030 y que, hasta el momento, el 63% de los empleadores menciona este desfase como su principal obstáculo.
En ese sentido, Oswaldo Morales, decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad ESAN, revela que aunque el pregrado de dicha casa de estudio se ha caracterizado por una mayor acogida en las ofertas académicas en Administración e Ingeniería, hay una sorpresa en la recepción de Psicología y Derecho, pero más allá de lo que normalmente se tiene en mente.
“Psicología nunca había estado entre las más demandadas, pero, a raíz de la pandemia, se nota una evolución. Hay una orientación, sobre todo, a temas de salud mental. [...] En la parte organizacional, tenemos softwares para seleccionar personal. Es decir, se utiliza la tecnología y los chicos quieren entrar a esos nuevos temas. Hemos tenido que readaptar los cursos”, detalla.
Una perspectiva similar predomina en el Derecho. “Los chicos ya no están pensando en un Derecho clásico, como abogado penalista o laboralista, sino en uno ligado a la inteligencia artificial”, afirma. Esta aceptación ha conllevado un ajuste también en el desempeño de los profesores. “Muchos docentes eran vistos como teóricos, pero ahora hay un balance entre el campo y el aula”, acota.
La presencia de la IA ha ocasionado, además, que ESAN incorpore un protocolo para la utilización de ChatGPT. “Queremos que los alumnos reconozcan cuál es el valor agregado en el uso de la tecnología”, describe.
En cuanto a las maestrías, se ha agudizado un movimiento fuerte —”Sobre todo por el puerto de Chancay”, interpreta Morales— en Proyectos y Supply Chain.
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La alianza entre la IA y las ingenierías
La digitalización y la automatización han expandido la demanda de las habilidades tecnológicas. Al respecto, Carlos Campos, director de Innovación de Toulouse Lautrec, señala que para el 2025 habría un despegue de las carreras relacionadas con la inteligencia artificial.
“Las empresas están dispuestas a adoptar una cultura de innovación porque pueden generar mayor retorno de inversión. Se espera un rápido incremento de la demanda de líderes creativos que entiendan la lógica de las tecnológicas en IA, big data y ciberseguridad”, sostiene.
Explica, entonces, que aunque la analítica y la big data ya tenían aplicaciones en negocios, la integración de la IA para analizar grandes volúmenes de datos de forma más rápida ha creado una explosión en la demanda de especialistas. Asimismo, detecta una tendencia del uso de la IA en la bioinformática, la medicina y el análisis genómico; y de robots inteligentes en la agricultura, por ejemplo.
También serán relevantes las carreras creativas que involucren el diseño de experiencias con el uso de realidad virtual y aumentada (VR/AR), fabricación digital y otras tecnologías emergentes, ya que su uso se masifica en sectores como educación, salud, turismo y procesos industriales.
No obstante, el vocero hace hincapié en que toda gestión de equipos requiere de líderes con competencias humanas: el pensamiento creativo, la adaptación a diferentes contextos y la agilidad conforman su enumeración.
Patricia Stuart, rectora de la Universidad de Lima, coincide sobre el auge de las carreras asociadas con las ciencias de datos, la inteligencia artificial, el internet de las cosas, la realidad virtual, la realidad aumentada y la robótica.
“Esto se evidencia en la expansión de nuestra carrera de Ingeniería de Sistemas y en el interés creciente por nuestras nuevas carreras de Ingeniería Mecatrónica, que forman profesionales capaces de revolucionar la industria mediante la integración de tecnologías para el desarrollo de soluciones innovadoras y sostenibles; e Ingeniería Ambiental, que responde a la necesidad de contar con profesionales capacitados en sostenibilidad ambiental”, precisa.
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Renovación en las profesionales tradicionales
La vocera de la Universidad de Lima también observa un crecimiento significativo en la carrera de Negocios Internacionales. Argumenta que la presencia del puerto de Chancay genera un impacto positivo en el comercio exterior y ofrece ventajas competitivas en la gestión logística del país.
El especialista de ESAN reconoce, asimismo, que “a nivel de pregrado hay un grupo de chicos que apuesta por una carrera tradicional, pero que da mucha amplitud”. Se refiere a Administración. “Sigue siendo una de las más demandadas porque tiene diferentes opciones de desarrollo. Por ejemplo, Marketing, Finanzas y Operaciones con una mirada moderna a propósito de la IA”, complementa.
La Universidad de Piura se suma a la tradición. Eric Mayorga, gerente Comercial y de Marketing, proyecta un crecimiento en dos carreras que han sido constantemente la bandera de la institución: Ingeniería Industrial y Sistemas e Ingeniería Mecánico-eléctrica. “Si bien siempre han tenido acogida, hay una demanda anticipada y mayor interés en la comunidad estudiantil”, señala el experto. La originalidad, no obstante, radica en una mayor participación femenina.
La innovación, por supuesto, no descuida a la tecnología. Según aclara Mayorga, en los programas académicos se ha considerado el rol de las industrias 4.0, IA y big data. “Tiene que ver con el impacto que generan los sectores más importantes de la ciudad, básicamente Agroindustria, Minería, Pesca, Servicios y Hotelería”, sustenta.
Para cubrir las solicitudes, estas facultades renuevan sus laboratorios al ritmo del avance en los sectores. Pero el enfoque, a pesar de que vigila el desarrollo local, posee una arista global porque “los egresados terminan ejerciendo a nivel nacional e internacional sus especialidades”.
La aceptación recurrente de estos planes académicos se basa en la dinámica de promoción: open Udep, talleres de carrera, master class, charlas y otras estrategias. Además, narra el vocero, hay una atención en las áreas de servicio: conexión, acceso a información (papers, documentos y libros) y uso de plataformas virtuales.
“Todo lo que contribuya al desarrollo de la vida del estudiante”, subraya.
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Desafíos en el posicionamiento de las carreras
Para que la predisposición de padres de familia e hijos se mantenga en pie, Campos, de Toulouse Lautrec, asegura que los 4 o 5 años de instrucción superior deben responder a modelos y currículas respaldadas en estudios de prospectiva y análisis predictivo.
“Para ello es fundamental desarrollar perfiles de líderes creativos que puedan enfrentar la complejidad, con competencias socioemocionales, tecnológicas, de sostenibilidad y de innovación, para promover soluciones conectadas con el mundo y trascender”, manifiesta.
Stuart, de la Universidad de Lima, refuerza la premisa. “El principal desafío radica en adaptarse a un entorno empresarial en constante transformación [...]. Las universidades deben diseñar programas que respondan a las demandas actuales del mercado laboral y anticipen tendencias futuras”, observa.
Ante ese escenario, apela al esfuerzo de las instituciones para destacar factores como la empleabilidad de los egresados, la calidad académica, las alianzas estratégicas con empresas y la incorporación de herramientas tecnológicas avanzadas en la formación.
“También es crucial ofrecer experiencias prácticas y construir redes de contacto que potencien el desarrollo profesional de los estudiantes; así como una comunicación efectiva que resalte el impacto de las carreras”, concluye.
Redactora de Economía en diario Gestión. Periodista piurana con seis años de experiencia profesional en el rubro.
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