La industria del calzado de cuero en Perú sigue rezagada en su reactivación. En el 2020, cuando apenas comenzaban a vender las primeras unidades para la campaña escolar, el estado de emergencia paralizó toda la comercialización de su mercadería. La mayoría se quedó con el stock completo, y en el 2021, las clases escolares siguieron suspendidas. Para este año, incluso con el anuncio del retorno a las aulas, solo se fabricará el 15% de las unidades que se vendían pre pandemia.
Para las empresas de cuero y calzado, la campaña escolar representa casi el 50% de sus ganancias anuales, el otro porcentaje significativo lo completan en la campaña del Día de la Madre, señala Alejandro Céspedes, presidente nacional de la Cámara de Pequeños y Microempresarios (Pyme) del sector Curtiembre, Cuero y Calzado, que representa a más de 300 empresas en el país.
Al cierre del 2021, solo un poco más del 60% de las empresas entre formales e informales del rubro a nivel nacional lograron reactivarse, anota Miguel Pinglo, director del CITE de cuero y calzado de Trujillo (La Libertad); lo que explicaría en parte la caída de la producción de calzado de cuero.
La otra razón es la variante ómicron, pues con el incremento de contagios los productores indican que existe incertidumbre sobre el retorno a clases en marzo, y de concretarse, “probablemente pocos padres de familia decidan enviar a sus hijos con el uniforme completo”, añadió Céspedes. Y un factor adicional es que el cuero crudo está siendo exportado principalmente a China, al menos en un 80%.
“Antes de la pandemia se producía casi un millón de pares de zapatos de cuero para la campaña escolar, ahora estamos entre un 10% y 15% de esa cantidad, haciéndonos competencia entre nosotros las curtiembres que vendíamos antes al mercado de Caquetá a S/ 3.50 el pie de cuero, ahora se vende a solo S/ 2.50, casi a pérdida”, mencionó a Gestión.pe.
La pandemia solo ha recrudecido la situación de los productores de cuero que antes ya reportaban desventajas frente al fuerte incremento de calzado sintético proveniente del Asia; sin embargo, aún “era una situación llevadera” porque Trujillo y Arequipa tenían el mercado boliviano. “Pero en el 2018 Bolivia decidió imponernos un arancel entonces nos quedamos prácticamente sin ese destino. Y para exportar a otros países en mayor cantidad, necesitamos cuero biodegradable y no con químicos, como se procesa en el país”.
Pinglo indicó que a través de la CITE se están buscando alternativas para un “cuero” más ecológico, y han logrado conseguir fondos a través del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec) para crear fibra natural para calzado a base de bagazo y vecino de caña de azúcar. Adicionalmente, indicó, “se está buscando generar procesos de curtido de cuero más amigables, bajo ciertos estándares ambientales y reduciendo la huella hídrica”.
Migran a otros productos
Según la última cifra oficial que reporta el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la fabricación de calzado cayó 21.03% en octubre del 2021 respecto al mismo mes del 2020, por la menor fabricación de botas, botines, sandalias, zapatos y zapatillas para el mercado interno. Entre enero y octubre, la contracción fue de 0.18%. Aunque, entre enero y diciembre del 2020, la caída acumulada fue de -29,23% respecto al 2019.
Frente a ello, Céspedes mencionó que una parte de los procesadores de cuero están buscando formar alianzas con empresas del rubro de carteras y vestimenta “aunque es difícil por la gran importación del Asia y Brasil”; no obstante, otro grupo de productores estaría apuntando al cuero industrial para producir mandiles, mascarillas, guantes, entre otros relacionados al rubro de la salud e industria.
Dato
- Lima concentra el 50% de la producción de calzado a nivel nacional, seguido de Trujillo con más del 25% y luego se ubica Arequipa, que se especializa principalmente en botas para varones, mientras Trujillo en calzado para damas.