A cinco semanas de cerrar la campaña 2021-2022 de arándanos, Perú sobrepasó su estimado de exportación en fresco y, a la fecha, suma 201,000 toneladas enviadas (se proyectó cerrar en 200,000 toneladas). Así, se llegaría a febrero con un total de 210,000 toneladas exportadas, un crecimiento de 32% respecto a la campaña anterior.
“Estaríamos consolidándonos nuevamente como el primer exportador de arándanos en el mundo”, dijo el presidente de Proarándanos, Daniel Bustamante, quien explicó que el 50% de los envíos se destinaron a Estados Unidos, seguido de Europa y China. El gigante asiático elevó su demanda del berry peruano en un 65% en lo que va de la temporada. “Es el que más crece”, anotó.
Pero el mayor volumen exportado no es completamente una buena noticia. El contraste es que sigue impactando en el precio. En la campaña anterior el arándano se vendía en promedio a US$ 6 por kilogramo, en la actual temporada el precio de exportación se ubica en US$ 5 por kilogramo.
Para contrarrestar el menor margen de utilidad, las empresas aceleraron el número de pruebas con más varietales. Si hasta el 2020 se contabilizaban unas 46 variedades en Perú, el 2021 cerró con 60. “Esta industria es aún joven y la validación de estas nuevas variedades toma tiempo. Algunas darán buenos frutos otras no, se está probando su adaptación al clima, a las condiciones del valle, se está buscando aquellos con atributos valorados por China, que resistan viajes largos”, mencionó.
Asimismo, para no saturar a sus principales compradores, Proarándanos espera que el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) pueda terminar los trámites para que el arándano peruano ingrese a nuevos mercados este 2022, como Japón, Corea del Sur, Indonesia y Vietnam, entre otros.
Cabe recordar que en el 2021 se abrió el mercado de Taiwán que ya recibió las primeras 400 toneladas de arándanos en fresco, a la India se exportaron cerca de 30 toneladas para validar la logística, y a Malasia que también está abierto, aún no se registran envíos.
Empaques y presentaciones
Pero las exigencias de los principales consumidores de arándanos peruanos van más allá de un buen sabor y color; también comienzan a apostar por empaques menos contaminantes.
“Hay iniciativas no solo de reemplazar el plástico, sino usar empaques elaborados con un mayor porcentaje de plástico reciclado para reducir así la huella de carbono. Se están buscando otras alternativas de empaques más amigables con el medioambiente porque el mercado internacional está mostrando seria preocupación por el uso de envases plásticos”, dijo Bustamante a Gestión.pe.
Asimismo, mencionó que se ha elevado más los pedidos de empaques de seis onzas explicado por un consumo más acotado del consumidor final; y también de pinzas, debido al menor precio por kilo.
Finalmente, sostuvo que en la siguiente campaña también podría registrarse un crecimiento importante de envíos por la maduración de nuevas áreas, no obstante, no se avizoran ampliaciones en el cultivo por la incertidumbre política y las limitaciones generadas por la nueva ley agraria. Sin embargo, se descartó que las empresas estén migrando a otros berries pues la apuesta seguirá siendo la apertura de nuevos mercados y, eventualmente, elevar el consumo local de arándanos.