Una de las metas que tiene el Perú para el 2030 es reducir hasta en un 40% las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), también conocido como emisiones de dióxido de carbono (CO2), causante del calentamiento global. Para ello, hasta el cierre del 2021, cerca de 150 empresas privadas en el país emprendieron medidas para calcular y reducir dichas emisiones.
Lo hicieron a través de la plataforma Huella de Carbono Perú, operada por el Ministerio del Ambiente, y que -de acuerdo a su descripción- permite reconocer oficialmente el esfuerzo de las organizaciones públicas y privadas en reducir sus emisiones de GEI a través de cuatro categorías o estrellas, las que pueden ser exhibidas a sus consumidores.
Cabe indicar que en el mundo, países como Estados Unidos, discuten la posibilidad de un arancel a las emisiones de CO2. En Francia, la Ley Grenelle del 2011 obliga a las empresas a informar los impactos ambientales de los productos, principalmente de la huella de carbono, por medio del etiquetado de éstos, según reportan los medios de ese país.
En Perú, las empresas pueden adquirir una certificación de huella de carbono según su compromiso con el ambiente y su interés. Un primer nivel o estrella lo reciben las empresas que se registran en la plataforma del Minam para calcular el estado de sus emisiones de dióxido de carbono; mientras que la segunda estrella se le otorga a aquellas que realizan una verificación a los métodos que emplean para no incrementar sus emisiones. Por ejemplo, la implementación de paneles solares, la reducción de consumo de papel, cambiar su transporte de diésel a gas natural, explica Úrsula Antúnez de Mayolo, business development head de SGS Perú.
Para alcanzar la tercera estrella debe haber un compromiso de la empresa en la reducción sostenida de emisiones de GEI. “Son muy pocas las empresas que avanzan a este nivel en Perú porque requiere de inversión. Pero vemos que en este caso, el interés se concentra principalmente en el sector minero y agroindustrial, que cuentan con concesiones o áreas grandes con espacio para la plantación de árboles. En otros países, incluso los aeropuertos están apostando por la reforestación”, señala.
“La mayoría de empresas peruanas ha asumido un compromiso de carbono neutro al 2050, lo que significa reducir sus emisiones entre 3% y 5% al año; para una meta más ambiciosa, al 2030, tendrían que reducir sus emisiones entre 15% y 20% anual, por lo que muchas veces recurren a la compra de bonos de carbono, que representa la cuarta estrella dentro de la plataforma de Huella de Carbono Perú”, agrega.
En julio de este año, la empresa Danper se convirtió en la primera y única empresa agroindustrial en recibir la cuarta estrella a nivel nacional. Ese mismo mes, la empresa Claro anunció un convenio con Luz del Sur para dejar de emitir alrededor de 30,000 toneladas de CO2 cada año hasta el 2025.
Y el interés va en aumento, señala la representante de SGS Perú, empresa que calcula un crecimiento de 30% en el número de compañías que verificarían sus emisiones de CO2 este año en el país.
Bonos de carbono
De acuerdo a Antúnez, solo el 10% del total de empresas que calculan su Huella de Carbono optan por la compra de carbono para reducir sus emisiones, “pero esa tendencia podría crecer en el futuro por el mayor compromiso por mitigar los efectos del cambio climático”, sostiene.
¿Dónde adquirir bonos de carbono? En Perú existe varias reservas que ya han realizado acuerdos de compra y venta de bonos de carbono. Uno de ellos el Parque Nacional Cordillera Azul en la región San Martín, en alianza con la ONG CIMA. Según el exministro del Ambiente, Gabriel Quijandría, ahí se habría concretado la “venta de bonos carbono más grande de la historia del Perú”, en 2021, por US$ 87 millones; no obstante, la administración de la reserva está siendo cuestionada por tres organizaciones indígenas kichwas por no existir una lista oficial de compradores de los bonos.
El Tambopata, a través de Bosques Amazónicos, es otra reserva que también ha cerrado contratos de compra y venta de dichos bonos. A ello se suma la reciente iniciativa de Rabobank y su programa con productores cafetaleros de San Martín para capacitarlos en el mercado de bonos de carbono. Así como esta iniciativa, en el 2018, el Sernanp evaluaba vender bonos de carbono de reservas naturales a los turistas.
Antúnez comenta que se avizora una tendencia al alza en la cotización de los bonos de carbono considerando la demanda a nivel global y una oferta cada vez más reducida por los estándares que se les exige.
Decreto en consulta
En este contexto, el Minam ha puesto en consulta pública -del 27 de julio hasta fines de agosto- un proyecto de decreto supremo para aprobar las disposiciones para el funcionamiento del Registro Nacional de Medidas de Mitigación (RENAMI), una herramienta presentada en el 2020 como parte de los mecanismos de Medición, Reporte y Verificación (MRV) de emisiones, remociones, reducciones de emisiones e incremento de remociones de GEI en el Perú.
¿A qué apunta esta plataforma? A dos beneficios: que las instituciones públicas y privadas registren sus iniciativas que contribuyen a la reducción de emisiones CO2, y para participar en los mercados nacionales e internacionales de carbono.
Para conocer mas de la propuesta entrar al enlace.
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