Según la OIT, el calor excesivo en el trabajo crea riesgos que podrían afectar la capacidad y productividad. (Foto: Andina)
Según la OIT, el calor excesivo en el trabajo crea riesgos que podrían afectar la capacidad y productividad. (Foto: Andina)

El calor que caracteriza al verano deja una huella en el ánimo y también en el escenario económico: se vincula con la disminución de la productividad durante la jornada laboral. Por ello, en el 2019, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) consideró al estrés térmico en su contenido y lo definió como un exceso de bochorno en el cuerpo, superior a los niveles que este puede tolerar sin afectar las capacidades fisiológicas.