BCP: Riesgo de que Perú pierda grado de inversión sigue latente

Amenazas sobre las cuentas fiscales

El gerente mencionó que las iniciativas de gasto del Congreso, la concesión de beneficios y exoneraciones tributarias, la situación financiera de Petroperú y la reforma de pensiones representan riesgos para las cuentas fiscales. Estas iniciativas podrían llevar a una nueva baja en la calificación crediticia del Perú por parte de las agencias calificadoras.

“Existe el riesgo de que otras calificadoras este año puedan hacer una nueva baja, por lo que no se descarta que para fin de año, incluso dos calificadoras pongan a Perú en el peldaño mínimo de grado de inversión, algo que había costado mucho tiempo alcanzar”, indicó el gerente de estudios económicos del BCP.

Consecuencias de perder el grado de inversión

El gerente explicó que la pérdida del grado de inversión tiene serias implicaciones económicas, ya que el efecto se podría ver hasta tres años antes de perder el grado de inversión.

“Perder el grado de inversión tiene un impacto negativo en las tasas, haciéndolas más altas. Esto implica que el Gobierno, cuando quiera financiar su déficit fiscal, va a tener que pagar tasas de interés más altas. Esto, a su vez, requerirá destinar más recursos del Presupuesto Público para atender el servicio de la deuda pública, generando presiones sobre la recaudación fiscal que al final tenemos que pagar todos los peruanos”, afirmó.

Además, señaló que no solo el Gobierno se verá afectado por las tasas de interés más altas, sino también las empresas. “La capacidad para que las empresas se fondeen a plazos más largos en soles va a ser menor, lo que implicará un aumento en el costo de financiamiento. Sumado al retiro de fondos de AFP, esto podría generar un impacto negativo sobre las hipotecas, haciéndolas más costosas”, concluyó.

Perspectivas a corto plazo

A pesar de estos desafíos, el gerente de estudios económicos del BCP mantiene una perspectiva cautelosamente optimista. La reducción del déficit fiscal a niveles menores al 2.8% es un objetivo alcanzable, siempre y cuando se gestionen adecuadamente los riesgos asociados a las iniciativas de gasto y se mantenga un control estricto sobre las cuentas fiscales.

Sumado a esto, la activación de los proyectos de inversión minera de cobre y oro, podrían empujar la producción a nivel nacional, ampliando la base fiscal. “Se debe aprovechar el auge de los precios internacionales y Perú debe crecer más que el mundo para poder cerrar las brechas existentes”, explica Prieto.

¿Cuáles son estos proyectos?

Crecimiento de PBI

Luego de cuatro trimestres seguidos de contracción, el PBI y la demanda interna registraron cifras positivas. Para el segundo trimestre, se espera un alza de 3.5%. “La data muestra signos de rebote de la actividad económica luego de un 2023 con una contracción que no se veía desde el 1998, si no se incluye el año de la pandemia (2020)”, mencionó.

El sábado, el INEI publicó el dato de crecimiento del PBI a abril, alcanzando 5.3%; sin embargo, Prieto señala que “ni el dato de marzo (-0.3%) ni el de abril reflejan de una manera aguda lo que pueda estar pasando en la actividad económica. Sería confuso quedarnos con ambos datos para fijar una velocidad de rebote”.

“Recomendamos tomar el promedio enero-abril más bien apunta a un nivel de 2.4% año contra año. Nos puede dar un mejor reflejo de la velocidad de rebote del PBI”, recomendó el economista.

SOBRE EL AUTOR

Mariana Ruiz Mariano

Subeditora de Economía. Licenciada en Economía (Esan), con estudios de maestría en Ciencia Política y Relaciones Internacionales (PUCP). Tengo siete años analizando la coyuntura y economía nacional.