Desde el martes 8 hasta el 10 de noviembre se realizará en Paracas (Ica) la 60º CADE Ejecutivos organizada por IPAE Asociación Empresarial de manera presencial, luego de dos años de haberse realizado de manera virtual (2020 y 2021) por la pandemia del covid-19.
Durante la segunda jornada de este evento (miércoles 9 de noviembre) se abordará el bloque “Inversión privada para el progreso: liderazgos necesarios y propuestas para reactivar la inversión privada” a cargo de Waldo Mendoza, profesor del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
En ese sentido, surge la pregunta: ¿Cómo avanza este indicador en el país? De acuerdo a datos del Banco Central de Reserva (BCR), la inversión privada apenas creció 0.9% en el primer semestre del 2022, debido a los bajos niveles de confianza empresarial que se mantienen en el tramo pesimista y por el menor impulso de la autoconstrucción debido a la normalización de los hábitos de gasto de las familias.
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El ente monetario también proyecta un crecimiento nulo para la inversión privada en 2022 (0%) por el impacto de menores expectativas empresariales en el segundo semestre, en tanto, para el año 2023 el BCR espera un crecimiento de 1.8%.
El BCR indicó que las inversiones entre enero y julio de 2022 totalizaron US$ 2,780 millones, principalmente por las empresas Anglo American Quellaveco (US$ 705 millones), Antamina (US$ 225 millones) y Yanacocha (US$ 172 millones).
En tanto, la proyección para el periodo 2022-2023 considera la culminación de la construcción de los proyectos Quellaveco (US$ 5.5 mil millones de inversión total) y Ampliación de Toromocho (US$ 1.3 mil millones) en 2022. Adicionalmente, se espera que se inicie la fase de construcción de San Gabriel (US$ 0.4 mil millones) en 2022.
Por su parte, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) -en su informe Macroeconómico Multianual 2023-2026- también estima que la inversión privada tendrá un crecimiento nulo en el 2022 (0%) y luego 2.5% en el 2023, sostenida principalmente por la mayor ejecución de inversiones en infraestructura, la implementación de medidas para la promoción de la inversión, en un entorno favorable para la recuperación progresiva de confianza de los inversionistas.
Detalló que la inversión en infraestructura estará sostenida por la mayor ejecución de grandes proyectos de inversión como el Terminal portuario Chancay, Majes-Siguas II, terminal portuario Muelle Sur, Línea 2 del Metro de Lima, y Ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez, cuyos compromisos de inversión total superan los US$ 11,000 millones.
Entrando a terreno negativo
Considerando los indicadores de importación de bienes de capital y expectativas empresariales, para el segundo semestre del año se muestra que la inversión privada estaría en desaceleración y ya entrando a terreno negativo, sostiene a gestion.pe el director de Phase Consultores, Juan Carlos Odar.
Según indica, ello es un escenario riesgoso con miras al próximo año, pues se estaría entrando débilmente el próximo año.
“Hay una perspectiva negativa para la inversión privada no solo en lo queda del año, sino, sobre todo y con mucha más importancia, en el 2023. La buena noticia es que en el corto plazo puede haber una mejora significativa en la producción minera, sobre todo en la producción del cobre considerando que China estaría recuperándose y se tiene mayor capacidad de oferta por la entrada del proyecto minero Quellaveco, lo que estaría atenuando los resultados negativos que se han estado viendo en los últimos meses”, apuntó.
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Sin embargo, precisó que el inicio de Quellaveco se encuentra en el limbo por la evaluación a la licencia del uso de agua. De paralizarse este proyecto, Odar estima que la inversión privada tendría un sesgo la baja de manera significativa.
A ello se suma un segundo riesgo. Y es que, según dijo, no hay nuevos proyectos mineros de gran envergadura en los próximos años, lo que estaría generando un estancamiento o un bajo crecimiento para la inversión privada.
Inversión por reposición
Por su parte, Carlos Casas, exviceministro de Economía, señaló a gestion.pe que para el próximo año pueden ocurrir dos escenarios para uno de los indicadores claves de la economía.
En un primer escenario dijo que la inversión privada se puede mantener igual -con bajo crecimiento- debido a la inestabilidad política que se vive en la actualidad.
“Estaremos en la situación en la cual estamos, de entrampamiento, donde no se ve ninguna solución por ningún lado. Esto lo que hace al final es una postergación de planes de inversión y de consumo”, apuntó.
En un segundo escenario, señaló, si este año la inversión privada no está creciendo, ello quiere decir que vegetativamente se entra a una depreciación, en donde todos los equipos y máquinas se deprecian y deben ser repuestos.
“Lo que implicaría que la inversión crecería un poco más. Es decir, al no crecer este año, porque la depreciación está haciendo que baje el stock de capital de país, el próximo año a lo mejor que podemos aspirar es a que haya esta inversión de reposición para reemplazar aquellas máquinas que ya están gastadas”, sostuvo.