(PARACAS).- Janeyri Boyer, presidente ejecutiva de Servir, buscará redefinir el proceso del tránsito, es decir, el pase de las entidades públicas a Servir. De hecho, agregó que tiene lista una estrategia de redefinición. ¿En qué consiste?
-Durante su ponencia habló del “Operativo de Idoneidad”, el que tuvo como consecuencia que 220 personas, entre directivos y funcionarios del sector público, sean desvinculados. ¿Apuntan a incorporar a más funcionarios a su revisión?
El “Operativo de Idoneidad” se remonta a febrero de este año cuando se da la ley que establece los requisitos mínimos para funcionarios y directivos. Sobre esa base, hemos hecho un trabajo con las entidades públicas para poder explicarles los criterios que se están adoptando y sepan cómo evaluar a sus directivos y funcionarios. Estamos supervisando en el marco de este operativo aproximadamente 1,545 posiciones; vamos a ir hasta marzo del siguiente año para poder escalar desde los cargos más altos en el sector público, hasta los cargos medianos, directivos de menor rango.
En este primer nivel, hemos mapeado a todas las autoridades, viceministros, secretarios generales, los titulares de organismos públicos, los gerentes regionales, los gerentes de las municipalidades provinciales. Y esto es un poco los resultados que hemos entregado en un primer momento, de aproximadamente 400 cargos. Vamos a ir a un segundo momento, en un par de semanas, donde entregaremos un segundo grupo de resultados. Y, luego, un tercer grupo de resultados.
-Usted habló de redefinir el proceso del tránsito, es decir, el pase de las entidades públicas a Servir. De hecho, agregó que tiene lista una estrategia de redefinición. ¿En qué consiste?
Cuando empezamos esta gestión en enero del año pasado, planteamos una estrategia de implementación simplificando pasos. Pero lo que evidenciamos es que dicha simplificación no era suficiente. Hemos tenido que redefinirlo, de forma que podamos hacer unos instrumentos en paralelo. Para explicarlo de forma sencilla, en primer lugar, este es un tránsito en el cual las entidades tienen que saber, por ejemplo, cuánta gente necesita y eso sobre la base de qué servicios prestan. Todo esto va en instrumentos de gestión.
De la mano con todos estos instrumentos, Servir debe acompañar directamente a un conjunto de entidades priorizadas, que es el segundo componente de esta redefinición. En tercer lugar, que sea un tránsito obligatorio, porque dejar a merced de si la entidad quiere o no quiere pasar... no podemos dejar una política de Estado tan importante a si la entidad quiere o no quiere pasar. Debe ser obligatorio, además es responsable fiscalmente y sostenible en el tiempo porque proponemos segmentos de servidores públicos que vayan pasando por cada área en entidades priorizadas.
-¿Quiénes son esas entidades priorizadas en el plan?
Cuando ingresamos, las entidades podían entrar (a Servir) conforme ellas desearan hacerlo. Ahora, lo que se está haciendo es una priorización en función a aquellas entidades conectadas con la reactivación económica, con la prestación de servicios a los que más lo necesitan, y con un enfoque territorial. Estamos incorporando a sedes centrales de gobiernos regionales, como Cajamarca y Junín; estamos incorporando además entidades que están relacionadas con reactivación económica en el sector agricultura, de inversiones. Estamos, además, incorporando en esta priorización a programas sociales.
-¿Qué tan fácil es que las entidades priorizadas y el Gobierno mismo apoyen a que se apunte a un tránsito obligatorio?
No es lo mismo que la más alta autoridad de un país le diga a sus ministros: “¿cómo vas?, ¿avanzaste?, ¿cuántas (instituciones) se están incorporando?, ¿en qué etapa del tránsito están?, ¿ya se está generando carrera?”. A que una entidad sola vaya tocando a los ministros y les diga: “¿quieres entrar?, por favor”.
Acá hablamos de dos cosas fundamentales, que se genere la voluntad política desde el más alto nivel, teniendo en cuenta de que es una gran oportunidad de dejar un legado en el Estado, sobre todo cuando tenemos algunos cuestionamientos respecto a estos temas. Y lo segundo, es que es muy importante para generar carrera y profesionalización en el Estado, y para que se presten servicios básicos y acompañar las propias prioridades que el Gobierno ha generado.
-¿El pedido de que sea obligatorio ya lo pusieron sobre la mesa del Gobierno?
Servir necesita alianzas estratégicas dentro del propio Gobierno y que el Ejecutivo tome la batuta para poder implementarlo. Lo venimos conversando con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y estamos convencidos que el ministerio va a sumarse y apoyar esta propuesta. Porque -además- lo hemos validado a lo largo de este año, incluso con exministros de Economía, con algunos exministros de Estado en temas de servicios, con equipos del Banco Mundial (BM), del BID. Todos nos han señalado que es sostenible. La propia OCDE, a la que el Perú quiere entrar, ha señalado que ese es el camino para mejorar la gobernanza.
-¿A través de qué mecanismo lo propondrán?
Lo estamos conversando con el MEF, y vamos a generar más espacios para poder tener este debate, sobre todo teniendo en cuenta que ya se está discutiendo la Ley de Presupuesto y que sí sería importante empezar una primera fase en el 2023.
EL DATO: Servir, comentó a Gestión que bajo la propuesta que está presentando, en una primera fase pasarían unas 4,500 personas. Lo diferente es que se apuntaría a: tránsito obligatorio, con transferencia de recursos a la entidad o a Servir, concursos simplificados; priorizando posiciones de carrera. Además, que hay un proyecto de Decreto Supremo listo para enviar a la PCM, y un proyecto de articulado para la ley de presupuesto del 2023.
-El Gobierno emitió en setiembre una resolución ministerial constituyendo una comisión para reestructurar en 120 días calendario el trabajo de Servir. Pero no incorporó a Servir en la comisión. ¿Han conversado con ustedes?
Hemos solicitado ser incorporados, pero nos han dicho que no. Estamos esperando que seamos convocados para poder ir informando lo que venimos trabajando a la fecha, en torno al Servicio Civil, pero es vital que la institución a la que se pretende reformar forme parte del grupo de trabajo.
-En todo este tiempo, ha sido difícil “convencer” a las entidades públicas para que ingresen al Servicio Civil. ¿Cuál es la principal resistencia?
Hablamos de un cambio estructural, y la alta rotación en los ministros, las cabezas e instituciones, es un elemento importantísimo para generar la voluntad política de empujar esta reforma.