Álvaro Correa, segundo vicepresidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), señala a Gestión cuáles son las expectativas que tiene el gremio empresarial de los posibles mensajes que dé el Gobierno de Dina Boluarte en la próxima edición de la CADE Ejecutivos 2023, que se realizará a mediados de noviembre en Urubamba, Cusco.
Correa, que será panelista en el foro “Recuperar la confianza entre el sector privado y el Estado para construir juntos condiciones reales de desarrollo para todos los peruanos”, de la CADE, detalla cómo el Estado comenzará a revertir la recesión.
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-El lema de esta edición de CADE Ejecutivos “Volver a creer, volver a crecer” hace alusión directa a la confianza. A casi un año de mandato, el Gobierno de Boluarte puede seguir culpando a Pedro Castillo del deterioro de las expectativas empresariales?
Se hizo un daño grande durante un periodo que fue relativamente corto. Recuperar la confianza tras tanta destrucción dentro de la gestión pública es difícil. Sin embargo, ya estamos en recesión y eso debe generar urgencia en el Estado. Cada día que pasa generamos dolor en los peruanos, hace falta capacidad para tomar decisiones firmes.
-En CADE, ¿qué tipo de medidas que puedan ser anunciadas demostrarían firmeza de parte de las autoridades asistentes?
En el corto plazo, podría armarse un plan de 100 días o menos. Primero, hay que reactivar las Asociaciones Público Privadas (APP). Aceleran proyectos sociales y no usan presupuesto público. El modelo Gobierno a Gobierno (G2G) es válido, pero en el fondo se está usando de válvula de escape por temor a asociarse con el sector privado. Me pregunto hasta cuándo se sacrificará la atención de necesidades básicas por esta timidez de acercarse al empresariado.
-¿Percibe lo mismo de otros mecanismos como las Obras Por Impuestos (OxI)?
También deben promoverse. Hay un apetito muy grande en el sector privado. Implica dinero público indirecto porque está vinculado a la recaudación tributaria. El Gobierno promueve la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN), pero no puede ser un “cascarón”. Debe ser funcional con decisiones inmediatas vinculadas a las OxI y APP.
-Entonces, ¿qué podría hacerse para acelerar la capacidad resolutiva del Estado?
Hay voluntad en el sector público, pero creo que ignoran la importancia de tomar medidas realistas de reactivación. Los funcionarios deben ser capaces y moralmente idóneos. Hoy no son suficientes y quedan muchos que no creen en la actividad privada. Esa es una primera barrera. Sentimos también que la Contraloría General de la República se ha convertido en una fuente que frena la toma de decisiones estatales. Hace falta una mejor colaboración.
También se necesita un equipo “destrabador” de burocracia del más alto nivel o alguien que se dedique 100% a revisar reglamentos y leyes. Para eso es crucial que el Gobierno se reúna proactivamente con los gremios. Si dicen realmente creer en el sector privado, que se acerquen. Que no tengan miedo, ellos decidirán si los pedidos son factibles o no, pero al menos que escuchen.
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-¿Han identificado normativa que deba revisarse en el corto plazo para alentar la inversión privada?
Una medida que fue exitosa para generar empleo y divisas fue el régimen agrario. Se destruyó por razones políticas. El Gobierno debe trabajar en reestablecerlo. Tienen que derogar de una vez por todas los reglamentos que ponían restricciones a la tercerización. Hoy en la práctica no son efectivos, pero el Gobierno no ha hecho nada por retirarlos. Eso sería una buena señal.
-En la CADE habrá un panel enfocado en minería, un sector que hoy avanza, pero que a futuro carece de grandes proyectos próximos a cerrarse, ¿qué espera el privado para cerrar acuerdos?
Confiar realmente en que el Gobierno promueve la inversión a largo plazo. Necesitamos un Gobierno que defienda la seguridad jurídica. Si aspectos como los regímenes tributarios se cuestionan, la inversión millonaria se demorará en llegar. Hace falta también un mejor trabajo comunitario para darles viabilidad.
-En CADE también tendrá espacio para la construcción, un sector que ha caído todos los meses del 2023, ¿hay alguna salida para está situación?
Ampliar el Fondo MiVivienda es fundamental. Está en sus manos. Es perfectible, pero ha funcionado bien. Generó bienestar, capacidad de endeudamiento de las personas y una actividad constructiva potente.
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-Mucho de lo anterior justifica que el viernes pasado el MEF reconociera que ya estamos en una recesión. Analistas lo advertían desde antes, ¿pecó de optimista la cartera?
Creo que querían tener la evidencia antes de hacer ese tipo de afirmaciones. La definición de recesión a veces es muy académica. En la actividad productiva, que es de día a día, sí teníamos esa sensación previamente. Lo que ocurre es que las cifras que sustentan tardan en llegar.
-Para salir de la situación, la apuesta del MEF es un crédito suplementario que ya fue aprobado por el Congreso, ¿le parece correcto que la cartera insista en el gasto corriente?
Lo importante es que se ejecute bien. El dinero ya estaba, pero ellos saben mejor que nosotros si se necesitaba más para algunas partidas. Si servirá para cubrir “huecos” en Petroperú, es un pésimo uso, pero si se destina a atender necesidades concretas y eso genera actividad económica en el corto plazo, hay que hacerlo.
-El crédito estará destinado en parte a proyectos de ejecución rápida en cartera de gobiernos regionales y locales, ¿ello basta?
Los gobiernos subnacionales deberían ejecutar más, pero no tienen los equipos técnicos. El Gobierno debe ayudar a los que quieren hacer obra correctamente. Es una buena línea de trabajo la que han escogido.
-La recesión alarma, pero la necesidad de estar listos para El Niño todavía más, ¿considera que el Poder Ejecutivo da garantías hoy a los inversionistas de que podrá enfrentar al fenómeno climático en su etapa más dura?
Hoy ya tenemos un fenómeno de El Niño que se puede poner peor. Para el sector privado hace falta claridad sobre cuál es realmente el plan de acción preventiva concreto cuenca por cuenca. No pueden ser ideas sueltas y buscar apagar incendios.
-Fitch ha dicho sobre Perú que la “incertidumbre política y de gobernanza socava la inversión privada”. ¿Es así para usted?
Sin duda. Solo un Gobierno con señales claras permitirá que se generen condiciones que deriven en inversión y empleo. Las alertas de las calificadoras son válidas. Por eso es importante la colaboración. Es lo que necesitamos para avanzar rápido.
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-No se avizora una mejora del PBI potencial. Se habla de un crecimiento de solo 2.6% para el indicador. ¿Perú perdió ya “brillo” en la región?
Sí y necesitamos recuperarlo. Tenemos bastante capacidad para crecer. Lo hicimos antes, cuando los gobiernos trabajaban claramente con el privado y había un norte definido. Necesitamos rescatar lo mejor de esas épocas.
-¿Diría entonces que Perú ha transitado por una década perdida?
Sí, perdimos muchos años. La inestabilidad política generó mucha ralentización a lo que veníamos haciendo. Los indicadores de pobreza, informalidad y empleo son terribles.
-Para dar confianza el Gobierno resalta que aún se mantienen los fundamentos económicos del país, ¿sigue siendo un mensaje convincente para los inversionistas?
Son básicos y están ahí, pero si no se enrumba el país se van a deteriorar. Estamos en mejor posición que cualquiera para recuperar la senda del desarrollo.
Licenciado en Periodismo por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Parte del equipo fundador del medio digital Sudaca. Experiencia en cobertura política, social y económica peruana.