En el escenario actual de mayores tasas y de dinamismo en el otorgamiento del crédito, el BBVA pasa por un buen momento en el Perú, en el que a septiembre de este año ha podido duplicar su rentabilidad patrimonial. En el marco del CADE Ejecutivos, su CEO, Fernando Eguiluz, asegura que esperan cerrar 2022 muy por encima de lo estimado y resalta el crecimiento en el crédito al consumo y de las pymes, cuyo dinamismo se mantendrá en el primer semestre del próximo año.
La baja confianza empresarial a nivel local, sin embargo, estaría jugando en contra del segmento corporativo, que estaría creciendo a menor ritmo. Para impulsar esta confianza, Eguiluz hace un llamado a conectar al empresariado y al gobierno para salir de la problemática actual local.
¿Cómo está yendo el negocio particularmente para el BBVA y qué expectativas tienen para este año y el próximo?
La verdad es que ha sido un año muy interesante. Es un año que vamos a cerrar en números muy por encima de lo que habíamos estimado a inicios de año. Estamos viendo un dinamismo muy importante en el crédito al consumo, en el crédito a las pymes y estamos viendo un poco más lento el tema empresarial. Creo que eso va de la mano con el tema confianza que hay hoy en día. Pero el banco (está) sólido, con muy buena perspectiva de crecimiento, adquiriendo nuevos clientes y sobre todo trabajando mucho en los temas de la digitalización, la inclusión financiera y la sostenibilidad.
¿El próximo año se podrá mantener esta buena dinámica?
Tendremos un año un poco más lento, sin que esto suene a pesimismo. Tenemos un entorno internacional un poco más incierto, con eventos como la guerra de Ucrania, las tasas de interés en economías tan desarrolladas como la europea creciendo de manera importante y los temas inflacionarios. Pero con todo ese escenario el BBVA y el sistema financiero peruano están bien posicionados. La parte de consumo, pymes y de retail tendrá muy buen dinamismo todavía el primer semestre del 2023.
¿Qué cabe esperar en el segundo semestre?
Dependerá mucho de que podamos tener unos cambios importantes en la confianza empresarial. Otro detonador es que las economías más desarrolladas vayan teniendo una mejor transición en esta posible o no recesión de la que tanto se habla de cara al 2023. El segundo semestre lo tenemos un poco más incierto, pero definitivamente será menos explosivo.
En crédito de consumo se está viendo cifras de doble dígito. ¿Ves riesgo de sobreendeudamiento o morosidad?
El dinamismo que estamos viendo en general en el sistema financiero en los créditos de consumo es producto de los incentivos que se han generado en la economía, la liberalización de los fondos de las AFP, las CTS... Eso hace que la gente sea más propensa al consumo. Después de lo que hemos vivido en la pandemia además la gente quiere salir, quiere consumir y hacer muchas de las actividades. Va a crecer un poco la morosidad, que es normal en este entorno de crecimiento. En el crecimiento en particular del BBVA seguramente veremos una variación ligera en los índices de morosidad de los siguientes meses.
Hay alguna forma de reactivar el segmento de créditos corporativos o se depende meramente el entorno local e internacional.
Creo que necesitamos confiar un poco más en el buen desenvolvimiento que ha tenido el país en los últimos años, antes de la pandemia. Tuvimos 20 años de crecimiento sostenido, políticas macroeconómicas sanas, tipos de cambio estable e inflación muy controlada y esa fórmula hay que volver a recordarla y poner en valor la posición geográfica que tiene el país y todos sus recursos. Debemos conectar un poco más al empresariado y al gobierno para poder trabajar de la mano para salir juntos de esta problemática en la que nos encontramos, en la que hay una indefinición de las políticas gubernamentales.
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¿Qué riesgos ve que enfrenta el sistema financiero de cara a los próximos años?
Tenemos un tema de ver hasta dónde va a llegar la subida de tasas. Habrá que irlo viendo muy de la mano con el tema de la inflación. Ese es el principal riesgo por el encarecimiento de los recursos y por el encarecimiento en general de poder tener el dinero. Otro tema en el que los bancos debemos tener mucha fijación es la liquidez y sobre todo poder anticiparnos y estar muy cerca de nuestros clientes porque con esta subida y escalada en general también empiezan a tener cierta necesidad de restructura y refinanciamiento.
¿Qué cabe esperar respecto a las tasas de interés por parte del mercado financiero? ¿De qué factores puede depender?
Del control de la inflación y de cómo se van viendo en general las políticas macroeconómicas y las políticas de cada uno de los bancos centrales de las principales economías. Sería muy aventurado decir que algún jefe de banco central sudamericano no vaya a subir las tasas. Todavía se pueden observar un par de subidas en base a lo que se está viendo todavía de la inflación.
Uno de vuestros focos está en las pymes. ¿Dónde y de qué forma esperáis crecer?
En pymes hemos crecido de manera impresionante y seguimos apostando por estas porque estamos en un país en el que el 85% son microempresarios, pequeños empresarios y son los que hacen que se mueva la economía y que este país vaya a salir adelante. Hemos lanzado una app para las personas naturales con negocio y estamos muy de cerca de todo el colectivo de pymes apoyándoles en estos momentos por si necesitan un aumento en el plazo o alguna modificación en las condiciones.
En lo que respecta a la digitalización, ¿planean nuevas inversiones o incluso adentrarse en el mundo de los neobancos?
Ya estamos en el mundo de los neobancos. Tenemos prácticamente en un banco digital, 100% digital en nuestra app en la que puedes abrir una cuenta y hacer todo lo que haces en una sucursal bancaria. También tenemos la aplicación Plin y como banco llevamos más de 10 años haciendo una transformación y yéndonos hacia un mundo mucho más digital. Queremos avanzar en temas en usabilidad, que nuestros clientes se sientan cómodos transaccionando con nosotros, que sientan que es fácil, seguro y que sobre todo es muy accesible para todos y cada uno de los peruanos.
La cantidad de transacciones digitales ha crecido de forma exponencial. ¿Estamos en un punto de no retorno lo que respecta a la confianza en el canal?
Esa educación que se ha ido llevando a lo largo de estos años ha hecho que cada vez nuestros clientes se sientan más cómodos con la tecnología, que han visto que no necesitan ir por un sello a una sucursal, sino que verdaderamente la transacción es segura. Seguiremos trabajando en la educación financiera para que cada día más y más peruanos se sientan con esa tranquilidad que el banco vive en el celular y es igual que ir a una sucursal.