Construir el Perú que soñamos, con igualdad de oportunidades para todos y servicios públicos de calidad, es una tarea que no compete solo a las autoridades. La sociedad civil, los empresarios, la academia y cada uno de los peruanos debe estar comprometido con este objetivo.
Para explorar la mejor manera de llevar a cabo esta cooperación, CADE Ejecutivos, foro organizado por IPAE Asociación Empresarial, incluyó la sesión “Construyendo juntos en el Perú”.
La mesa redonda, que trató acerca de iniciativas mixtas –públicas y privadas– enfocadas en la generación de bienestar, contó con la participación de Juan Manuel Arribas, director ejecutivo de Soluciones Empresariales contra la Pobreza; Micaela Rizo Patrón, gerente general de Perú Sostenible; Relinda Sosa, dirigente de la Confederación Nacional de Mujeres organizadas por la Vida y el Desarrollo; y Alberto Valenzuela, director ejecutivo del Proyecto Legado. La conducción estuvo a cargo de Felipe Valencia-Dongo, Gerente de Desarrollo Empresarial en Grupo Estrategia.
Cada uno de ellos compartió sus experiencias implementando iniciativas público-privadas en beneficio de la sociedad. A partir de ellas, dejaron una serie de enseñanzas que pueden ser aplicadas a otras empresas o iniciativas. Estas son algunas de ellas:
- Al implementar iniciativas o políticas mixtas, es necesario comprender que el Estado y sus funcionarios hablan un “lenguaje distinto” y muchas veces, pese a sus buenas intenciones, están atados a la burocracia que existe en el sector público y sus procesos son extremadamente largos, por lo que no pueden actuar a la misma velocidad que una empresa. Por ello, toda iniciativa debe tomarlo en cuenta y encontrar la forma de destrabar estos procesos.
- Cualquier iniciativa o política debe contar con la participación de la ciudadanía, especialmente de las comunidades a las que afecta directamente. Sin este diálogo y actitud de convocatoria, ninguna iniciativa tendrá el alcance deseado ni el impacto esperado. Los actores de la sociedad civil deben ser informados y capacitados para formar parte de estas iniciativas. Las Ollas Comunes, tan importantes durante la pandemia, cumplieron con esta visión y gracias a ello salvaron del hambre a miles de peruanos.
- La generación de credibilidad y confianza en cualquier colaboración público privada es fundamental. Sin ella, no se podrá trabajar de manera eficiente. Esta confianza se debe generar tanto entre los propios actores -empresas y Estado- como hacia la comunidad, que debe apoyar el proyecto. Un ejemplo claro de esto fueron los Juegos Panamericanos Lima 2019, que contaron con un masivo apoyo tanto por parte del Estado, las empresas concesionarias, las municipalidades y el público.
- Contar con indicadores medibles del proyecto. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son una buena brújula de las metas a las que debería encaminarse cualquier iniciativa. Al tener objetivos concretos y medibles, es posible conocer avances y corregir errores en el camino.
Estas lecciones coinciden con el pilar de Institucionalidad Efectiva de los Principios de Política Social Efectiva, documento elaborado por IPAE Asociación Empresarial. La participación privada es esencial y el Estado debe promover arreglos institucionales que incorporen mecanismos para canalizar orgánica y sostenidamente la participación privada desde una plataforma de contribución amplia: conocimiento, colaboración en gestión, aprovechamiento racional de servicios que ya existen y pueden contribuir a mejorar la gestión.
Como cierre Felipe Valencia-Dongo reflexionó sobre el trabajo en conjunto “Estamos todos de acuerdo en la importancia de escucharnos, de dialogar y de trabajar juntos”.