La posibilidad de una recesión mundial en el mediano plazo -según lo prevén líderes empresariales-, agita más el turbulento mercado económico afectado por una alta inflación. Este contexto, que impacta a todas las industrias, también eleva el riesgo en las empresas agrícolas, sector que está expuesto a la estacionalidad y volatilidad de precios de los diferentes cultivos, y ahora, a los precios de los insumos -fertilizantes- y costo de fletes navieros.
“El aumento de los costos de los fertilizantes y fletes ha acarreado más gastos de las empresas por lo que están buscando nuevas alternativas de financiamiento”, comenta Patricio Luza, trader de renta fija de Renta 4 SAB Perú. En esa línea, algunas agroexportadoras estarían optando, entre otros, por el mercado alternativo de valores (MAV), anota Marco Vinelli, director de la maestría de agronegocios de Esan.
Solo a mayo de este 2022, empresas del sector agroindustrial y forestal han emitido instrumentos de deuda por oferta pública por S/ 127′965,900, monto que equivale casi al 80% de lo que emitió este mismo sector durante todo el 2021 (casi S/ 203 millones), de acuerdo a datos compartidos por la Bolsa de Valores de Lima (BVL).
El incremento de estas operaciones se ha dado en los dos últimos años, coincidiendo con la duración de la crisis logística y de insumos como la urea.
A través de una comunicación por escrito, la BVL explicó que “el sector agrícola utiliza las emisiones de corto plazo como roll over para financiar emisiones y/o deudas pasadas, como ha sucedido con Agrícola Chavín de Huántar y Agroindustrial Beta; y han utilizado los recursos como capital de trabajo para las exportaciones de sus productos y para reperfilar la deuda y con ello mejorar el nivel de liquidez”.
Al respecto, este viernes (17 de junio), Agrícola Chavín de Huántar salió a emitir papeles comerciales por US$ 500,000 con vencimiento en marzo del 2023, logrando una demanda por parte de los inversionistas -principalmente de tipo jurídico y de fondo de inversiones- de US$ 1′000,000. Según adelantó la empresa en entrevista con Gestión.pe, los recursos se utilizarían principalmente para financiar cultivos de fresa en el norte.
Y es que el mercado de valores se presenta como una buena alternativa respecto al financiamiento bancario que puede ser utilizado por las pequeñas y medianas empresas agrícolas que se encuentran en pleno crecimiento. “Asimismo, ayuda a enfrentar retos, mediante la profesionalización de su gestión, gobierno corporativo y la mejora de la imagen de la marca. Este mercado les permite mayor visibilidad ante clientes y proveedores”, refirió la BVL.
“Las empresas están buscando financiamiento porque el momento coindice con una subida fuerte de las tasas de interés, uno por el Banco Central (se espera que la tasa de referencia llegue a 7% a fin de año) y por la curva de bonos soberanos que sube bastante en los últimos meses y a tasas globalmente altas, por lo que ciertos emisores se han apurado a emitir”, refiere Luza.
Otros esquemas
La alta inflación, que ha golpeado el precio de los alimentos y la demanda global, así como el alto costo de producción, han reducido el retorno de las empresas agrarias. A ello se agrega que, dado el contexto internacional y nacional, las fuentes de financiamiento para las empresas se podrían restringir. ¿A qué otras estrategias de financiamiento podrían recurrir las empresas del sector?
Dependiendo del tamaño de la empresa, una alternativa es los fideicomisos de flujos. “Si la empresa tiene clientes en Estados Unidos o China, los pagos se depositarían en un fideicomiso y de ahí se cubre las cuotas de los préstamos. También se pueden crear cuentas de reserva para realizar el pago de cuotas por adelantado”, indica Vinelli.
“Además, si es que la empresa agrícola pertenece a un holding con varios rubros, podría plantearse que todo el holding responda por el préstamo que está tomando la empresa agrícola. Asimismo, las agroexportadoras podrían utilizar los títulos de los terrenos que están cultivados como garantía real”, añade.
No obstante, anota que las empresas van a tener que -en algunos casos- presentar el sustento necesario para acceder a financiamiento. “Probablemente van a tener que demostrar que cuentan con contratos de abastecimiento de fertilizantes, así como aseguramiento de sus cultivos, y acuerdos con las navieras para lograr una mejor evaluación”.
Panorama general
Al cierre de mayo, el total de emisiones en el mercado primario, dentro de la BVL, sumaron solo US$ 329 millones, una cifra muy por debajo de los US$ 541 millones del 2021 y bastante distanciadas de los US$ 1,900 millones que se obtuvieron en el 2019.
“La mayoría de emisiones que se han ido realizando corresponden a instrumentos de corto plazo, las emisiones que se ven de bonos o instrumentos a plazos mayores a un año están siendo bastante reducidas. En esto tiene mucho que ver los factores locales, el entorno político y las expectativas de crecimiento”, refirió Marco Contreras, jefe de análisis de la sociedad de bolsa Kallpa.
El último viernes (17 de junio) el Banco Central de Reserva (BCR) corrigió a la baja su expectativa del PBI de Perú de 3.4 % a 3.1%; y mantuvo su proyección en inversión privada de 0%.
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Justamente, Contreras afirma que las empresas no están optando por emitir instrumentos de largo plazo debido a la ausencia de proyectos de inversión. “Hay una renuncia de las empresas a desarrollar proyectos por eso se emiten más papeles de corto plazo; y ante el aumento de tasas de interés, están apresurándose a refinanciar sus créditos para evitar, de repente, tomar préstamos cuando la tasa ya haya subido”, finalizó.