Redacción Gestión

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(Bloomberg).- Un grupo de empresas lideradas por la británica Amec Foster Wheeler Plc se adjudicó un contrato de 174 millones de euros (US$ 193 millones) para la construcción del experimento científico más grande de la Unión Europea, días después de que el Reino Unido votara por abandonar el bloque.

El Reactor Termonuclear Experimental Internacional, o ITER por las siglas en inglés, otorgó el "mega contrato" por 10 años a la asociación Momentum, que también comprende a Assystem de Francia y Kepco Engineering & Construction Co. de Corea del Norte, de acuerdo con un comunicado. Está previsto que el reactor de fusión, que se estima tendrá un costo de hasta US$ 20,000 millones inicie las pruebas en 2025.

"El Reino Unido y Estados Unidos siempre han sido fuertes y activos en ITER", dijo por teléfono desde París Steve Brauner, vocero de Foster Wheeler, donde se preparaba para anunciar el acuerdo. "No hay razón por la que el Brexit debería afectar eso".

Mientras que los políticos y las compañías tienen que lidiar con el resultado del voto del Reino Unido del jueves sobre abandonar la Unión Europea, los científicos e investigadores se han movido para asegurar que los resultados no alteren la cooperación a largo plazo. Los investigadores de las universidades del Reino Unido han recibido más subvenciones que cualquier otro país de la UE desde 2007, con más de 7,000 millones de euros otorgados, según la publicación científica Nature.

La UE hace el principal aporte al presupuesto y cubriendo cerca del 40% del total de los costos de construcción y operación del reactor a través de la Comunidad Europea de Energía Atómica. En el marco de su financiación para ITER, la Comisión Europea se comprometió a aportar al Culham Centre for Fusion Energy 283 millones de euros desde 2014 hasta 2018.

"Nuestro miembro británico es un contribuyente importante del programa europeo de fusión", dijo la UE en un comunicado. "Continuaremos trabajando para seguir adelante con estas colaboraciones después de 2018".

"El Reino Unido siempre ha sido un jugador importante en temas de fusión y continuará siéndolo", dijo Brauner.

La construcción del reactor ITER comenzó en 2013 en Cadarache, Francia, tras décadas de negociación y planificación entre la Unión Europea, China, India, Japón, Rusia, Corea del Norte y Estados Unidos, los miembros del consorcio.